Ex ministro de Economía y ex candidato a la presidencia de Argentina, Ricardo López Murphy: "Se puede criticar a Macri pero nadie sospecha de una banda recogiendo dinero para llevárselo al Presidente"

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El economista y político transandino asegura que la corrupción que ahora salió a la luz tuvo una importancia decisiva en el deterioro que vivió el país. Aunque afirma que Macri no lidia con este tipo de problemas, cuestiona su manejo del déficit y prevé una contracción económica hasta el 2T de 2019.


Las sospechas sobre corrupción en la era del kirchnerismo siempre estuvieron en el aire, según el ex ministro de Economía y ex candidato presidencial de Argentina, Ricardo López Murphy, para quien la situación que enfrentó su país no tiene nada que envidiarle a la trama de Petrobras y Odebrecht en Brasil. Desde su punto de vista, el circuito de corrupción que alcanzaba a Néstor y Cristina Kirchner afectó el clima de negocios, haciendo a Argentina un destino menos atractivo para la inversión foránea.

Sin embargo, todo eso forma parte del pasado, según López Murphy, quien participará la próxima semana de la séptima versión del seminario internacional organizado por la Fundación para el Progreso. De todas maneras, crítica a la Casa Rosada por la forma en la que enfrentaron el problema del déficit, aunque le parece más acertada la manera en que se enfrenta el desafío en el programa acordado con el FMI.

¿La corrupción jugó un rol en el deterioro económico argentino?

-Tuvo una importancia decisiva, porque en ese clima y con esas prácticas corruptas era muy difícil recibir inversión del extranjero. La corrupción, según narran todos estos episodios, estaban organizados de arriba hacia abajo, las recorridas finalizaban llevándole las valijas al presidente de la república o a la presidenta. Es un gran escándalo, como nunca lo he visto en nuestra historia en experiencias comparadas.

¿Argentina padecía del mismo mal de Brasil con la corrupción política arrastrando a la economía?

-No le envidiamos nada a Brasil. Es una cosa muy grave.

¿Es otro el escenario que tiene Argentina bajo la administración Macri?

-No hay ninguna sospecha de que los problemas tengan que ver con esas cuestiones del pasado, donde había rumores todo el tiempo de estas cosas y había conductas muy raras, pero no había una denuncia con la precisión que vemos hoy, con cuadernos narrando los circuitos. La justicia no los detuvo, porque alguien les hizo el cuento. Hay elementos muy serios y concordantes.

¿Argentina se administra con mayor probidad en la actualidad?

-De eso no tengo duda. Se puede criticar al gobierno de Macri, pero nadie sospecha de una banda recogiendo dinero para llevárselo al presidente como ocurría antes. Eso no se nos pasa por la cabeza.

Macri reconoció que la inflación podría llegar a 30% en lugar del 15% previsto a inicios de año. ¿Fracasó el gobierno en el control de precios considerando?

-Lo que está detrás de esa inflación es una sucesión de déficit fiscales enormes que no encuentra espacio de financiamiento y que se termina resolviendo con emisión monetaria. Respecto a las metas fijadas hay una deuda muy grande, pero en relación a lo que uno podría esperar no es raro, con déficit enormes se termina con alta inflación.

¿El error fue plantear una meta tan ambiciosa?

-Seguramente sí, porque no había los esfuerzos fiscales para que esa meta fuera alcanzada. Hemos tenido déficit muy grandes que fueron financiados poniendo deuda externa hasta que no fue más posible hacerlo y eso es lo que ahora se tradujo en una gran devaluación y las consecuencias inflacionarias que eso tiene. Pero el meollo de la cuestión es la crisis fiscal, el gran problema de descalabro fiscal, en parte heredado, en parte inducido.

¿Inducido en qué forma?

-El mecanismo de financiamiento de gran desequilibrio fue colocar deuda de corto plazo a muy alto costo, eso alimenta los déficit. Se enfrenta a intereses muy elevados y eso se agrega a a cuenta fiscal.

¿El discurso del gobierno de que los problemas fueron heredados está llegando a un límite?, ¿falta asumir responsabilidades?

-El diagnóstico original fue muy equivocado, sobre la necesidad de enfrentar el problema fiscal, eso lo postergaron con un plan de muy bajo ritmo. La idea de gradualismo y endeudamiento no era viable, llevó a la corrección grande que vimos y a la necesidad de recurrir al apoyo de organismos multilaterales para poder transitar con cierta tranquilidad esta etapa.

¿Estuvo de acuerdo con que se llamara al FMI?

-No teníamos más remedio. No había otra la alternativa.

¿Están ocupando bien los recursos del FMI con las subastas diarias del banco central?

-Yo hubiera preferido colocarlo un poquito más alto, por menos tasa de interés y que se metería a reservas. Pero estamos ante un programa que es mucho más consistente que el que había comenzado a desarrollar el Presidente en 2015. Es un programa más serio y más equilibrado.

¿Cuánto cree que durará la recesión?

Va a durar probablemente hasta el segundo trimestre del año que viene. Vamos a tener un tercer y cuarto trimestre de 2018 muy adversos, al igual que el primero de 2019, los números van a comenzar a mostrar una recuperación importante después, sobre todo si el clima nos ayuda con la cosecha, que es muy importante para Argentina.

Pensar en una recuperación antes de eso me parece ingenuo.

¿Se ha descuidado el crecimiento al poner el foco en el equilibrio fiscal?

-Es parte de lo mismo. Si no se logra controlar el problema del déficit el problema que se genera en el mercado financiero es devastador para la economía. Es un circo descontrolado, con primas de riesgo extravagante. Si queremos crecer hay que organizar el mercado de ahorro, de capitales y mejorar la inversión.

¿La devaluación llegó a su fin?

-Nosotros tenemos una alta inflación, por lo que vamos a tener que devaluar. Si usted tienen inflación de 30% usted devalúa inexorablemente. Nosotros tenemos un régimen de alta inflación y abatir eso requiere reformas más profundas de las que están implícitas en el programa. Este es un programa para controlar un gran déficit, nada más, no es para resolver la inflación.

¿Cuánto más podría caer la moneda?

-Vamos a tener una devaluación que va ir al paso de la inflación y eso lo necesitamos, porque nuestra economía tiene que corregir su sector externo de una manera muy significativa y eso requiere que el país no pierda competitividad.

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