Expresidente del Banco Central (2003-2007), Vittorio Corbo: "El accidente de Carlos (Massad) nos llevó a pensar que el BC no podría resistir otro"

Imagen VITTORIO CORBO, expresidente del Banco Central
Foto: Mario Tellez/La Tercera

Su nombramiento

"A las 9 de la noche me llama el Presidente y me dice que le había ido mal con los partidos"

"Me sorprendí un miércoles en la mañana cuando me llamó el ministro Nicolás Eyzaguirre y me dijo que el Presidente Lagos quería ofrecerme esa posibilidad. Ni lo sospechaba. En la tarde me reuní con el Presidente en La Moneda en una conversación directa, uno a uno. Me dijo que conversaría con los partidos, porque no sabía si tendría apoyo. Como a las 9 de la noche me llama y me dice que le había ido mal; no obstante, me comentó que pensaba proponerme igual y me preguntó qué pensaba yo. Le dije: 'Mire Presidente, yo ya acepté, así que no tengo problema que proponga mi nombre y que el Senado decida'. No moví un dedo y, sin embargo, me confirmaron".

Límites a sus metáforas

"Desde la gerencia de comunicaciones me obligaron a leer"

"Fui fome durante cuatro años como presidente del Banco Central (BC), cuando salí me liberé". Se refiere a cómo debió atenuar una de sus principales características como es el uso recurrente de metáforas cotidianas para explicar la economía."Desde que era ayudante en la Univesidad de Chile me di cuenta de que era muy importante explicar bien, pero cuando llegué al banco me frenaron un poco. Desde la gerencia de Comunicaciones me dijeron: 'Usted es presidente del BC, tiene que leer lo que dice, la metáfora es muy peligrosa, porque se puede interpretar de otra forma y tiene implicancias en los mercados'. Así que después tuve que leer no más".

Primeras tareas tras arribar

"Decidimos contratar a un experto que me recomendó mi amigo Stanley Fischer"

"Empecé a pensar en el trabajo del BC y concluí que era una tremenda institución para el país, entonces había que fortalecer su autonomía, ya que estaba apareciendo gente en los diarios atacándola. Para ello había que mejorar los procedimientos, el accountability, y reducir los riesgos.

Me ayudó mucho el BC de Canadá. Empecé a preguntar afuera. Con el consejo decidimos contratar a un experto que había sido vicepresidente del BC de Canadá que me recomendó mi amigo Stanley Fischer. El asesor hizo un informe sobre los riesgos y áreas para mejorar desde el punto de vista institucional, porque en la forma de hacer política monetaria estábamos en la frontera".

Legado

"La autonomía hay que regarla todos los días, como las plantitas"

"Mejoramos el manejo de reservas internacionales; separamos funciones como instalar una muralla china con el área de auditoría; empezamos a usar head hunter para los puestos senior; publicamos en la web la estructura de salarios cuando ni existía la Ley de Transparencia. El accidente de Carlos (Massad) nos llevó a pensar que el BC no podría resistir otro. Por la Ley Orgánica el Central tenía harta autonomía, pero hay que regarla todos los días como las plantitas, y si surgían otros accidentes iban salir voces señalando que 'a estos señores hay que supervisarlos, porque no hacen la pega'. Por eso era muy importante tener procedimientos claros y ser muy transparentes, y empezamos a hacer informes para rendir cuenta".

Frustración

"Terminé con una inflación que escapó de la meta"

"Fue en 2007, mi último año, cuando el consejo bajó la Tasa de Política Monetaria (TPM) en enero, y a los pocos meses surgió un shock de magnitud con el petróleo que llegó a US$ 150 el barril. Nosotros decidimos navegar ese periodo y amarrarnos los cinturones de seguridad, pero la inflación terminó en 7%.Y en mi discurso de despedida digo que me voy con un sentido de frustración, porque después de cinco años terminé con una inflación que se nos escapó de la meta.

Después la historia nos dio la razón, porque vino la crisis financiera mundial, y si hubiésemos subido la tasa hubiéramos trancado la economía. En 2009 la economía tuvo una desaceleración brusca (cayó 1,6% ese año), pero si hubiésemos subido la TPM en 2007 la desaceleración habría sido mucho más brusca, porque el efecto de movimiento de tasas se lleva delante entre tres y seis trimestres. Pero yo no sabía lo que iba a venir".

Convivencia con ministros y senadores

"Con los políticos fue un aprendizaje duro"

"Con ambos ministros me llevé muy bien. Con Eyzaguirre creamos la institucionalidad de no reunirse con ministros, salvo que hubiese urgencia, en la semana de reuniones de política monetaria, porque había que ser muy transparente de que no había presiones. Con Nicolás se mantenían los calendarios de reuniones: nos juntábamos cada dos semanas, una vez en el ministerio y otra en el BC, funcionó como reloj. Con Andrés Velasco fue más difícil, porque lo llamaban a reuniones intempestivamente de La Moneda".

Con políticos: "Fue un aprendizaje duro, porque ellos tienen su propia agenda. Cuando presentaba el informe ante la sala del Senado, muchas veces surgían preguntas, yo anotaba, y cuando iba a responder ya no estaban. Uno va aprendiendo y se da cuenta de que hay que explicar bien el trabajo del banco".

Presiones

"En mi oficina del BC había un teléfono rojo..."

"En los casi cinco años que estuve nunca recibí ni una presión, de ninguno de los ministros ni del Presidente. En mi oficina del BC había un teléfono rojo. Un día suena cuando estaba almorzando en la oficina, lo pesco y pregunto: ¿Quién es? Me responden: 'Ricardo'. Y yo contrapregunto: ¿Qué Ricardo? Me dice: 'El Presidente'. Me pilló frío. Me llamaba para invitarme a La Moneda para una reunión del Mercosur. Fue la única vez que sonó".

¿Le habría gustado seguir?: "No se me ofreció, así que no llegué a tener que tomar esa decisión".

Lecciones y desafíos

"El reto es que situaciones gatilladas por la tecnología no queden fuera de la regulación"

"Fue un gran aprendizaje, porque uno como economista ve las cosas desde el punto de vista de la teoría revisando la experiencia, y en el BC me tocó vivir en medio de la experiencia, fue impagable. Me preparó para el resto de mi trabajo profesional, en el sentido de ver más dimensiones: para entender los efectos de política monetaria necesitamos tener un conocimiento más profundo del funcionamiento de la sociedad y el impacto que la TPM tiene. Verlo en un pizarrón o en un paper es mucho más frío.

Hacia adelante, en estabilidad financiera hay un reto importante para que situaciones gatilladas por la tecnología no se vayan quedando fuera de la regulación, porque por ahí van a venir las manzanas podridas".

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