Ministro de Trabajo participó en conferencia por el Centenario de la OIT

Nicolás Monckeberg en la OIT

En referencia a la modernización laboral que se está impulsando en Chile, agregó que "si hacemos las cosas correctamente, la flexibilidad laboral no tiene por qué significar precariedad como tratan de hacernos creer los nostálgicos del antiguo mundo. Al contrario es humanizar (…) Por lo mismo, las manos tendidas hacia el futuro deben imponerse sobre los puños alzados del milenio anterior".


El Ministro del Trabajo y Previsión Social, Nicolás Monckeberg, resaltó la importancia de adaptar el mundo del trabajo a las nuevas exigencias que está imponiendo un mundo cada vez más interconectado y revalorizar la libertad del trabajador, respetando y fortaleciendo sus derechos, en el marco de la 108° Conferencia Internacional del Trabajo que realiza la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza.

"Hoy nos está correspondiendo redefinir con la mirada puesta en la nueva sociedad ciertos aspectos de la cuestión laboral, sin abandonar el respeto irrestricto de los derechos y la dignidad del trabajadores y sus familias", dijo durante su intervención en la sede de la OIT que, a su vez, conmemora este año sus 100 años de existencia.

En referencia a la modernización laboral que se está impulsando en Chile, agregó que "si hacemos las cosas correctamente, la flexibilidad laboral no tiene por qué significar precariedad como tratan de hacernos creer los nostálgicos del antiguo mundo. Al contrario es humanizar (…) Por lo mismo, las manos tendidas hacia el futuro deben imponerse sobre los puños alzados del milenio anterior".

Monckeberg precisó que en los primeros 15 meses del Gobierno se ha impulsado una agenda cuyo eje central ha sido abrir nuevas oportunidades para que los trabajadores puedan mantener y mejorar su empleo, perfeccionarse de manera continua y diversificarse, siempre manteniendo sus condiciones de seguridad social y compatibilizar su vida familiar y social con sus horas de trabajo.

Recalcó que ante la irrupción de las nuevas tecnologías y de un mundo cada vez más interconectado, los gobiernos, trabajadores y empresarios deben "revalorizar un elemento que por décadas hemos relativizado y que dice relación con la libertad del trabajador en el marco de la relación laboral. Hoy el trabajador, cada vez menos, puede seguir concibiéndose por el Estado como un ser subyugado por la potestad del empleador. El fortalecimiento de la acción sindical, el cambio en las comunicaciones, el control social creciente contra la malas prácticas empresariales hacen del trabajador del siglo XXI un ser cada vez más libre y autónomo".

La Conferencia Internacional del Trabajador es la única agencia "tripartita" (gobiernos, trabajadores y empresarios) de los 187 estados miembros de Naciones Unidas, y en ella se discuten y establecen las normas del trabajo, formular políticas y elaborar programas promoviendo el trabajo decente de todos, mujeres y hombres.

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