La candidata del pacto Nueva Mayoría efectuó un llamado de atención sobre la estrecha situación financiera fiscal. Más allá de sus críticas a la actual gestión (que merecen un análisis detallado de las cifras y sus causas), la candidata plantea lineamientos que todo aspirante a la Presidencia de la República debería compartir. “Chile requiere de una agenda responsable y decidida en materias como productividad, competitividad y transparencia en los mercados”, dijo Bachelet. Programas presidenciales inspirados en estos principios llevaron a Mario Vargas Llosa a plantear alguna vez que “en Chile da lo mismo quien gobierne”. Pero la lectura más detallada de algunas propuestas obliga a concluir que la realidad no es tan simple y que los lineamientos muchas veces son pasados a llevar por malas ideas y peores implementaciones. La actual administración también es testigo de ello. El problema es que el impacto negativo de medidas contrarias a la competitividad y el crecimiento será mayor en el contexto de una economía en desaceleración. Por lo mismo, la advertencia sobre la menor holgura fiscal relacionada, principalmente, con la caída del precio del cobre y las bajas expectativas de crecimiento, debe estar acompañada por un mayor esfuerzo de ahorro público y no considerar este presupuesto más acotado como una justificación para subir impuestos. Eso sólo agravará el panorama.