De la leve mejoría a una clara tendencia a la baja: con cifras en mano, estadísticos aseguran que el peak ya pasó

Foto: Agencia Uno

Después del recordado episodio de la empanada, el café y la cerveza, nadie quiere ser muy categórico en afirmar que estamos en la curva descendente de la pandemia de coronavirus en el país.

Suena casi a sacrilegio, pero algunos científicos, médicos, salubristas y estadísticos ya comienzan a ser más explícitos, pese a que el temor de un error de cálculo es grande aún. Las proyecciones no siempre han sido muy acertadas. A mediados de marzo, era el propio ministro de Salud, Jaime Mañalich, el que decía que el peak de contagios -de acuerdo a modelamientos matemáticos- se registraría entre la última semana del mes de abril y la primera semana de mayo.

En abril, la autoridad sanitaria cambió la proyección, y estimó un segundo peak, el que se registraría en junio.

La fórmula correcta para afirmarlo, dicen los especialistas, es tener al menos dos semanas sostenidas de disminución de nuevos casos.

Y desde el 21 de junio, el país suma dos semanas de baja sostenida de casos reportados.

Si el 21 de junio, el Ministerio de Salud (Minsal) contabilizó 5.607 casos, el 27 de junio la cifra llegó a 4.406 casos nuevos, para el 30 de junio ya eran 3.394 casos. Ayer la autoridad sanitaria registró 3.025 nuevos contagiados, en una racha -con algunos altibajos- de 15 días sostenidos a la baja, además de un descenso en los fallecidos y en el nivel de positividad, otros dos parámetros que refuerzan la teoría de la baja.

El gráfico de Espacio Público muestra con nitidez la sostenida baja de casos nuevos (curva azul) y de la positividad (curva roja) desde el 16 de junio en el país. Fuente: Espacio Público

El registro coincide con bastante precisión con el reporte Covid-19, que realiza la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, que predecía un peak entre el 1 y el 26 de junio.

De mantenerse controlados el número de contagios en las regiones, “la epidemia podría comenzar a descender a fines de junio, inicios de julio”, apuntó el reporte, siempre y cuando se tomen las medidas para evitar el avance de los casos en regiones.

Por ello, el temor y la mesura de hablar explícitamente del fin del peak, tiene que ver más con estrategias de salubridad que con estadísticas, para no generar un descontrolado desconfinamiento. El rebrote, o segunda ola, es una posibilidad demasiado latente. Lo sabe bien EE.UU., que tras relajar sus cuarentenas, hoy vive un cruel recrudecimiento de casos.

En lo que hay consenso, es en la baja. “Nos parece que la evidencia acumulada es suficiente para concluir que hemos pasado de una ‘leve mejoría’ a una clara tendencia a la baja en los nuevos contagios y la positividad en la Región Metropolitana”, escribió ayer en su reporte diario Espacio Público.

Lo que ahora hay que consensuar es cómo comenzar el esperado desconfinamiento. El país no resiste otro error de cálculo.

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