¿Qué es lo que inhalas cuando respiras humo de un incendio?

Vista de Santiago desde el Parque Metropolitano. Foto: Agencia Uno

Médicos explican los peligros de la nube tóxica que se ha instalado sobre los cielos de Santiago producto de los incendios forestales en la zona rural de Curacaví.


Debido a la intensa capa de humo que se registra esta jornada en Santiago tras los incendios forestales que se presentan en la zona central, esta mañana las autoridades decidieron decretar alerta de riesgo sanitario en la Región Metropolitana.

La información fue dada a conocer por la seremi de Salud de la Región Metropolitana, Gonzalo Soto, quien dio el anuncio tras una mesa de emergencia conformada por varias autoridades de la región, entre ellas la delegada presidencial de la RM Constanza Martínez, el director regional de Conaf, de la Onemi, y servicios regionales.

Según indicó el seremi, esta alerta tiene como principal indicación “la suspensión de toda actividad física en la región, particularmente la actividad física que se hace en los establecimientos educacionales”.

Dijo que actualmente están evaluando junto con la seremi de Educación que haya suspensión de clases en algunas comunas donde se registra un alto índice de material particulado (MP2.5 y MP10).

Entre las otras medidas, la autoridad sanitaria pidió evitar utilizar el automóvil y a preferir el transporte público.

El peligro del humo

Según reporta el Sistema de Información de Calidad de Aire, las estaciones Cerro Navia, Pudahuel y Cerrillos II se encuentran en alerta debido a los niveles de material particulado fino respirable (MP2.5), mientras que la Estación Parque O’Higgins y El Bosque se encuentra en nivel regular.

Según el Dr. Mauricio Salinas, broncopulmonar de Clínica Santa María, los incendios liberan material particulado y es muy similar a lo que ocurre con los episodios de emergencia ambiental habituales en Santiago en el invierno.

“Hay mucha contaminación, eso tiene efectos irritantes en los ojos, en la nariz, en la garganta y puede descompensar y exacerbar a pacientes con enfermedades cardiorrespiratorias y cardiovasculares crónicas, también a los grupos más sensibles que son los niños, embarazadas, los adultos mayores”, explica.

Añade que las recomendaciones generales son muy similares a las que se decretan en las emergencias ambientales, es decir, evitar hacer deporte en los espacios públicos, evitar agregar más humo al ambiente, prender parrillas, hacer fogatas o remover gran cantidad de polvo.

Respecto al uso de mascarillas, explica que las se han usado durante la pandemia pueden ayudar a filtrar un poco el humo, pero que más bien alivian las molestias en la garganta y en la vía área. “Las KN95 son más efectivas que las mascarillas quirúrgicas”.

Foto: Mario Tellez

Los grupos de más riesgo, los asmáticos, los pacientes con EPOC, los cardipatas y embarazadas deberían tratar de mantenerse en la casa, no hacer actividades al aire libre y deporte.

Hay purificadores de aire que tienen filtros, que pueden ayudar a limpiar el aire en espacios pequeños como los domicilios.

Pese al calor, explica que es preferible cerrar ventanas y mantener espacios con ventiladores, purificadores de aire o aire acondicionado, sobre todo para los pacientes de riesgo.

“Para los que no pueden acceder a esto, con los niveles de contaminación que hay hoy en día, se recomienda no ventilar. Esto debería ir bajando, en la tarde debería aumentar el viento y así va a ayudar a ventilar”.

Según el Dr. Pedro Astudillo, médico broncopulmonar infantil de Clínica INDISA, “el aire que respiramos puede afectar nuestra salud. Sobre todo, el aire contaminado que puede causar dificultad para respirar, aumento de los síntomas de asma o EPOC, también empeoramiento de las alergias y otros problemas pulmonares”.

Por ello, también señala vitar realizar actividad física, cerrar puertas y ventanas para impedir que el humo entre a tu domicilio y usar mascarilla, idealmente una N95.

La Dra. María Teresa Parada, broncopulmonar y jefa del Centro de Enfermedades Respiratorias de Clínica Universidad de los Andes, explica que el humo de un incendio contiene varias partículas, algunas pequeñas, en suspensió de las mismas cenizas, , que pueden quedar atrapadas en la vía área superior.

Al igual que todos los médicos, dice que ante una emergencia como la actual, es preferible cerrar las ventanas, aun cuando haga calor, para prevenir la contaminación intradomiciliaria.

El Dr. Alfredo Labarca, urgenciólogo de Help, dice que el humo en este tipo de evento, “es una compleja mezcla de gases y partículas finas que se producen cuando se queman la leña y otros materiales orgánicos”.

Agrega que la mayor amenaza para la salud proviene de las partículas finas. “Estas partículas microscópicas pueden llegar a estructuras pequeñas de los pulmones. Pueden provocar una serie de problemas de salud, desde irritación en los ojos y garganta, congestión nasal, tos, hasta enfermedades cardíacas y reagudizar enfermedades pulmonares crónicas. La exposición a la contaminación por partículas incluso se relaciona con la muerte prematura”.

También recomienda el uso de mascarillas, de preferencia la K95 o KN95 utilizadas durante la pandemia “por que filtran mejor el material particulado. Las mascarillas quirúrgicas pueden ayudar pero no son tan efectivas para este tipo de contaminación”.

Problemas de visión

El doctor Rodrigo García, oftalmólogo y director médico de Clínica Pasteur, comenta que la irritación de las vías respiratorias, producto de la inhalación de material particular presente en el humo, y sus consecuencias pulmonares, no son los únicos efectos a los que se debe prestar atención en esta emergencia por los incendios forestales.

“El humo provoca daño también a la visión, pues ve comprometida la lubricación natural del ojo, que genera una capa de protección. Es fundamental que los ojos estén permanentemente bien lubricados y protegidos de los agentes exteriores; por lo mismo, cuando se pierde esa capa protectora, los ojos se irritan, se enrojecen, se secan” señala García.

“Hacemos un llamado a prevenir, para cuidar la salud ocular. Por un lado, tratar de no salir de la casa si no es necesario, además de procurar tener las ventanas cerradas para que no entre el humo. Por otro, pestañear de manera constante, para mantener el ojo lubricado y protegido. En caso de haber molestias, se puede hacer un lavado ocular solo con agua corriente, salvo en aquellos pacientes diagnosticados con ojos secos, los que deben aplicarse lubricantes oculares” añade el director médico.

Recién nacidos en casa

¿Qué hacer si hay niños en casa? Luis Jaime, pediatra y académico de la Universidad Autónoma, explica que “los lactantes son especialmente vulnerables. Hay que tener especial cuidado con ellos, porque los recién nacidos tienen una menor capacidad pulmonar y sus vías respiratorias son sensibles al aire que se está inhalando”

“Los niños no deben salir de sus casas a jugar, sino que deben mantenerse protegidos dentro de ellas para evitar exponerse y que presenten síntomas. La idea es que se mantengan lo más tranquilos posibles en su hogar” añade Jaime.

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