10 trastornos mentales “inventados” que nunca existieron, según un psicólogo clínico
Durante siglos, la historia de la psiquiatría ha estado marcada por diagnósticos que hoy resultan absurdos, discriminatorios o sin sustento científico.

Desde castigos a mujeres “rebeldes” hasta patologías creadas para justificar la esclavitud, muchos “trastornos mentales” fueron creados durante siglos, sin embargo, con el tiempo se han eliminado de los listados médicos.
El psicólogo Jorge Romero-Castillo, profesor de Psicobiología e investigador en Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Málaga, repasó en The Conversation un listado de 10 “trastornos mentales” que nunca debieron existir.
1. Drapetomanía y disestesia etiópica
Inventadas por el psiquiatra estadounidense Samuel Cartwright a mediados del siglo XIX, estas supuestas enfermedades se aplicaban exclusivamente a los esclavos africanos.
La drapetomanía definía el “deseo de escapar de sus amos” como un trastorno, mientras que la disestesia etiópica diagnosticaba “apatía hacia el trabajo”.
La “cura” incluía castigos físicos. Afortunadamente, ambas desaparecieron tras la abolición de la esclavitud en 1865.

2. Dromomanía
En 1887, el francés Philippe Tissié describió este trastorno de “locura por viajar” como un impulso irresistible de abandonar el hogar y recorrer largas distancias.
Lo que hoy podría interpretarse como deseo de libertad o aventura fue considerado una patología, aunque nunca fue aceptada por la medicina moderna.

3. Locura moral
Propuesta por James C. Prichard en 1835, se aplicaba a quienes “actuaban sin freno moral, pese a conservar la razón”.
En la práctica, sirvió para condenar comportamientos que se desviaban de la moral victoriana, especialmente en mujeres que desafiaban los roles tradicionales.
4. Histeria
La histeria deriva del griego hystera (“útero”) y, desde tiempos de Hipócrates, se creía que este órgano podía desplazarse dentro del cuerpo y causar enfermedades mentales en las mujeres.
Durante siglos, cualquier conducta considerada “inadecuada” –como la rebeldía, la tristeza o el deseo sexual– era atribuida a la histeria.
En la Edad Media, las diagnosticadas eran exorcizadas o ejecutadas como brujas. Ya en el siglo XIX, el diagnóstico sirvió para justificar prácticas violentas como la clitoridectomía o “tratamientos manuales” aplicados por médicos.
El neurólogo Jean-Martin Charcot intentó explicar el cuadro desde la neurología y luego Sigmund Freud lo reinterpretó como resultado de traumas reprimidos.
Sin embargo, su base científica nunca se demostró. La histeria fue incluida por última vez en el DSM-I de 1952 como “neurosis histérica” y desapareció definitivamente en 1980, al reconocerse su carga sexista y su falta de evidencia médica.
5. Síndrome post-aborto
El síndrome post-aborto apareció en los años 70 como un supuesto trastorno causado por interrumpir voluntariamente un embarazo.
Sin embargo, nunca ha sido reconocido por la comunidad médica internacional: fue impulsado por grupos conservadores como herramienta de presión moral y política contra el aborto.

6. Monomanía
La monomanía fue creada por Jean-Étienne Esquirol hacia 1820, describía una obsesión irracional por una sola idea –como piromanía o cleptomanía–.
Algunas variantes, como la “ninfomanía”, se usaron para controlar la sexualidad femenina. Su ambigüedad como trastorno la llevó a desaparecer de los registros médicos hacia 1870.
7. Neurastenia
Definida en 1869 por George Miller Beard, se conocía como la “enfermedad americana”, que afectaba principalmente a hombres blancos de clase alta agotados por la vida moderna.
Fue un diagnóstico de élite con sesgos racistas y clasistas, que acabó obsoleto con el avance de la psiquiatría moderna y su exclusión de las clasificaciones internacionales de enfermedades.
8. Nostalgia
En 1688, el suizo Johannes Hofer la describió como una enfermedad que afectaba a estudiantes o soldados con “tristeza por estar lejos de casa”.
Con el tiempo, el término perdió su carácter médico y se transformó en la palabra que hoy conocemos para expresar melancolía o añoranza.

9. Síndrome de alienación parental
Propuesto en 1985 por Richard Gardner, se usó para explicar por qué algunos niños rechazaban a uno de sus padres tras un divorcio.
Sin evidencia científica, se ha empleado para desacreditar denuncias de abuso y proteger a agresores. Hoy está prohibido en varios países por carecer de sustento médico.
10. Homosexualidad
En 1952, la primera edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) la catalogó como una “enfermedad”.
No fue sino hasta 1973 que se eliminó del manual estadounidense, y en 1990 de la lista de la Organización Mundial de la Salud. Su exclusión marcó un hito en la lucha contra la homofobia institucional y la patologización de la diversidad sexual.
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