
13 factores que aumentan los riesgos de padecer demencia, depresión y un ACV, según un nuevo estudio
La investigación analizó los datos de 59 metaanálisis y también identificó seis factores que reducen el riesgo de enfermedades cerebrales. Especialistas entregaron sus recomendaciones para prevenir el desarrollo de estos diagnósticos.

Un nuevo trabajo científico publicado en BMJ Journals identificó 17 factores que afectan al riesgo de enfrentar diagnósticos como un accidente cerebrovascular (ACV), demencia y depresión tardía.
La investigación, que analizó los datos de 59 metaanálisis, también identificó seis factores que reducen el riesgo de enfermedades cerebrales.
De la misma manera, detectó 13 características y hábitos de salud que aumentan la probabilidad de desarrollar demencia, un derrame cerebral o depresión en la vejez.
La autora principal del estudio e investigadora de los Laboratorios de Cuidado Cerebral del Hospital General de Massachusetts, Sanjula Singh, afirmó al New York Times que aunque estos diagnósticos parezcan no estar relacionados entre sí, las personas con demencia, depresión o que sufren un ACV suelen padecer también una o ambas de las otras afecciones.
Explicó que esto se debe a que podrían compartir un daño subyacente en los vasos sanguíneos del cerebro.
Según una investigación publicada en The Lancet Neurology, al menos el 60% de los accidentes cerebrovasculares podrían prevenirse o ralentizarse controlando los factores de riesgo.
El porcentaje es de un 40% en los casos de demencia, según un estudio publicado en The Lancet, y de un 35% en los casos de depresión en la vejez, de acuerdo a otro trabajo disponible en Annals of General Psychiatry.
La directora de educación de la división de psiquiatría geriátrica del Hospital McLean de Massachusetts, Stephanie Collier, alertó que se trata de “cifras impactantes”.
En conversación con el Times, dijo que “si se optimizan los aspectos del estilo de vida o los modificables, se aumenta considerablemente la probabilidad de vivir una vida sin discapacidad”.
Singh aseguró que, generalmente, los factores de riesgo de estos diagnósticos están interconectados, por lo que abordar uno podría ayudar a atender los otros.
“Si se empieza a trabajar en uno de ellos, a menudo se están mejorando varios a la vez”, afirmó.
En palabras de la investigadora, “es una excelente manera de comenzar”.

Cuáles son los 13 factores que aumentan los riesgos de padecer demencia, depresión y un ACV
Las características y hábitos de salud que aumentan la probabilidad de desarrollar demencia, un derrame cerebral o depresión en la vejez son los siguientes:
- Hipertensión arterial.
- Índice de masa corporal elevado.
- Nivel alto de azúcar en sangre.
- Colesterol total alto.
- Síntomas depresivos.
- Dieta alta en carnes rojas, bebidas azucaradas, dulces y sodio.
- Pérdida de audición.
- Enfermedad renal.
- Dolor, especialmente las formas que interfieren con la actividad.
- Alteraciones del sueño (por ejemplo, insomnio o mala calidad del sueño) o períodos de sueño superiores a ocho horas.
- Historial de tabaquismo.
- Soledad o aislamiento.
- Estrés general o eventos vitales estresantes (según lo informado por los participantes del estudio).
Cabe precisar que la investigación solo mostró una asociación, por lo que no demostró que estos factores de riesgo causen directamente las mencionadas afecciones.
Singh comentó al Times que tratar de abordar todos estos puntos simultáneamente puede ser complejo, por lo que sugirió partir con abordar un primer factor de riesgo, para luego avanzar “paso a paso”.
Cuáles son los 6 factores que reducen el riesgo de enfermedades cerebrales
Los seis factores que reducen el riesgo de enfermedades cerebrales y que fueron identificados por la investigación son los siguientes:
- Consumo de alcohol bajo a moderado (consumir de una a tres bebidas al día tuvo un beneficio menor que consumir menos de una bebida al día).
- Actividad cognitiva, es decir, la participación regular en tareas mentalmente estimulantes, como leer o armar rompecabezas.
- Una dieta rica en verduras, frutas, lácteos, pescado y frutos secos.
- Niveles moderados o altos de actividad física.
- Un propósito en la vida.
- Una amplia red social (en el sentido de interactuar con otras personas)

Cómo empezar a enfrentar los factores que aumentan los riesgos de padecer demencia, depresión y un ACV
La investigación identificó que la presión arterial alta era el mayor factor de riesgo individual para desarrollar cualquiera de los tres diagnósticos mencionados.
Según explicaron las especialistas al Times, aquello se debe en gran parte a que casi triplica el riesgo de enfrentar un ACV.
Otra investigación publicada en Nature Medicine, la cual contó con una muestra de 34.000 participantes, descubrió que quienes redujeron significativamente su presión arterial tenían un 15% menos de probabilidades de desarrollar demencia, en comparación a quienes no lo hicieron.
La jefa de la división de geriatría, gerontología y cuidados paliativos de la Universidad de California en San Diego, Alison Moore, dijo al citado periódico de la Gran Manzana que se puede partir con reducir el consumo de sal, hacer más actividad física y perder peso.
No obstante, precisó, en ciertos casos podría ser necesario el uso de medicamentos, por lo que siempre es recomendable acudir a un profesional de la salud para evaluar las formas de atender cada situación.
La investigación publicada en BMJ Journals afirma que la actividad física moderada e intensa redujo significativamente las probabilidades de sufrir un derrame cerebral y demencia, al igual que tener una amplia red social que permita interactuar con otras personas.
La Asociación Americana del Corazón califica actividades como caminar y la jardinería como ejercicios de intensidad moderada. Otras como correr y nadar se consideran de alta intensidad, por nombrar algunos ejemplos.
Collier comentó que también recomienda a los pacientes realizar tareas mentales que sean “un poco difíciles”, tales como leer, armar rompecabezas o aprender a tocar un instrumento musical.
Dijo que sería ideal si tales actividades se realizan en compañía de otra persona, ya que la conversación entre ambas puede estimular a nivel cognitivo, además de impulsar la interacción social.
De la misma manera, subrayó que el momento adecuado para empezar a hacer estos cambios en el estilo de vida “generalmente no es la vejez, sino la mediana edad”, debido a que aquello puede contribuir a la prevención de enfermedades en etapas tempranas.
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