El vínculo entre 1984, de George Orwell, y la historia

Orwell

El mundo de entreguerras y el totalitarismo inspiraron varias de las decisiones creativas que George Orwell tomó para su célebre texto. Con ocasión del aniversario 70º de su lanzamiento, en Culto recordamos algunas historias alrededor de la creación de la obra.


Un 8 de junio de 1949 salió a la venta en las librerías la novela 1984. Ambientada en una sociedad controlada en todos sus aspectos, como el movimiento y el pensamiento, por el "Gran Hermano" se trata de una distopía trabajada durante un año por su autor, cuando ya estaba enfermo de tuberculosis, una enfermedad que entonces era mortal.

"Orwell entendió que los regímenes opresivos siempre necesitan enemigos. En 1984 mostró cómo estos pueden crearse arbitrariamente atizando las emociones de la gente a través de la propaganda. Pero en su descripción de los "dos minutos de odio" también previó cómo actúan las multitudes digitales", detalla en un artículo para BBC, Jean Seaton, profesora de Historia de los Medios en la Universidad de Westminster (Reino Unido) y directora de la Fundación Orwell.

En principio, el autor se inspiró en una serie de vivencias para su escrito. Tanto su experiencia en la Guerra Civil Española, como las noticias sobre las prácticas de control de la población desarrolladas por el estalinismo en la URSS y los regímenes totalitarios en general, a mediados del siglo XX.

Por ejemplo, el trabajo del protagonista, Winston Smith -cuyo nombre es una referencia al premier Winston Churchill-, en el Ministerio de la verdad, era la "reescritura del pasado". Actividad no muy diferente a las intervenciones fotográficas que hacían "desaparecer" -de forma virtual, y por cierto física- a personajes caídos en desgracia con el régimen de Stalin, para así negar su presencia en distintos episodios del relato sobre la historia del boclehvismo.

León Trotsky fue uno de ellos. Tras su caída del poder y su expulsión de la URSS, la figura de quien fuera Comisario del Pueblo y hombre de confianza de Lenin, fue sometida a una profunda revisión por parte del estalinismo, que no dudó en eliminarlo de los registros -como las fotografías-, primero, para luego orquestar su asesinato en México. Él fue la inspiración para el personaje de Emmanuel Goldtsein, el "enemigo del pueblo", de la novela, cuyo apellido judío hacía referencia al apellido original de Trotsky, Bronstein.

El uniforme azul de los miembros del Partido Exterior, se inspiraron en los que vestían los integrantes de la Falange Española de las JONS, un grupo filo fascista cuyo ideario se inspiró en el nacionalismo, el corporativismo a la usanza del régimen de Mussolini en Italia, y el tradicionalismo católico.

"[Orwell] luchó como voluntario contra el fascismo en la Guerra Civil española, convencido de que el pacifismo era un lujo pagado por otros, pero comprendió lo vacías que estaban las promesas del comunismo cuando el grupo antiestalinista en el que combatía fue capturado por la facción partidaria de Stalin", detalla Seaton.

"En la actualidad son las redes sociales las que recopilan cada gesto, cada compra, cada comentario que hacemos en internet y alimenta una presencia omnisciente en nuestras vidas capaz de predecir todas nuestras preferencias", agrega la académica inglesa. En cierta forma, Orwell no solo había leído su tiempo, sino que a partir de él, desarrolló una mirada de futuro respecto a los alcances del poder y la dominación.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.