El otro ganador tras el tablero de Gambito de Dama

Anya Taylor-Joy como Beth Harmon. Foto: Phil Bray/Netflix © 2020

“No era percibida como una historia comercial”, dice el productor William Horberg sobre las casi dos décadas que pasó tratando de adaptar la novela que inspira la exitosa miniserie de Netflix. Aquí, habla con Culto sobre los traspiés previos y las claves de unos de los mayores fenómenos del streaming en 2020.


Siendo una niña, una adolescente y luego una mujer, Beth Harmon es un talento único del ajedrez. Puede caer y asumir la derrota, pero casi siempre gana. El triunfo en el tablero la acompaña mientras vive un viaje personal en que lidia con sus traumas de infancia, sus adicciones y los costos de un genio descollante.

Pero, por casi 20 años, William Horberg no podía terminar de asociar a Harmon con la idea de triunfo. El productor estadounidense, que tuvo como primer trabajo ligado al cine el manejo de una sala junto a un amigo en su natal Chicago –se la pasó entre cabritas y proyectando grandes clásicos–, no hallaba la forma de adaptar a la pantalla grande la novela de 1983 de Walter Tevis, Gambito de dama. La industria cinematográfica no le abría paso al prodigio del ajedrez que en la aclamada miniserie homónima de Netflix encarna Anya Taylor-Joy.

“Pasé muchos años con mi socio Allan Scott tratando de hacer Gambito de dama como una película, pero simplemente no encontramos la manera de financiarla. No era percibida como una historia comercial, y no era una historia que pudieras contar de una manera muy simple y barata, porque es una especie de viaje alrededor del mundo”, dice Horberg a Culto por videollamada.

Horberg junto a la actriz en el set. Foto: Phil Bray/Netflix © 2020

Hace cerca de una década, después de haber hecho filmes como El talentoso Sr. Ripley y El americano, el productor terminaría sirviendo de puente entre los realizadores que figuran como creadores de Gambito de dama: Scott –con quien venía trabajando desde los años 90 y, como dueño de los derechos del libro, antes había intentado hacer la cinta junto a directores como Bernardo Bertolucci y Michael Apted– y Scott Frank, guionista que tenía entre sus créditos Sentencia previa y Un romance peligroso.

Con Horberg como vínculo entre ambos, Netflix se convirtió en la primera puerta que tocaron después del éxito en 2017 de la miniserie Godless, también dirigida y escrita exclusivamente por Frank y compuesta de siete episodios disponibles en la plataforma. “De alguna manera, (el proyecto) necesitaba que el mercado llegara a este punto, donde tienes a Netflix, Amazon, Hulu y toda esta competencia por historias dramáticas de alta calidad”, afirma el también productor de Regreso a Cold Mountain y Milk.

Sobre cómo fue acogida la idea en una época y recientemente en la era del streaming, marca un punto: “Creo que hubo un poco más de receptividad en torno a tener una protagonista femenina tan original. Ella está en cada escena de la historia, toda la experiencia es su experiencia, la de alguien que está luchando con sus demonios mientras tiene éxito con su talento”, sostiene sobre el personaje que interpreta Taylor-Joy.

La serie adapta el libro de 1983. Foto: Phil Bray/Netflix © 2020

“Fue un regalo para nosotros que quisiera hacerlo, era la persona perfecta para encarnar la complejidad de este personaje. Porque gran parte de la historia no se trata realmente de las palabras, se trata de verla pensar, creer en su brillantez y también creer en su lucha por reconectarse con la humanidad después del trauma de su infancia”, indica sobre el trabajo de la intérprete que pasó sus primeros años de vida en Argentina.

Una vez que la producción confirmó a su actriz principal, fue el turno de una coincidencia afortunada. El reputado entrenador de ajedrez estadounidense Bruce Pandolfini ya oficiaba como consultor del proyecto, cuando los llevó donde el ruso Garry Kasparov, campeón mundial y una de las mayores leyendas de la disciplina. “Sentimos teníamos que ser muy, muy auténticos y precisos. Teníamos que respetar el juego y respetar al público del ajedrez”, señala Horberg sobre las escenas en que la protagonista está frente al tablero.

“Lo hermoso de Garry es que no sólo era un consultor técnico, sino que también toda su vida era una especie de espejo de Beth. Creció en la misma época, era un genio a los siete años. Entonces él podía hablar de manera personal sobre dejar la escuela, cómo era la dinámica con otros niños de su edad y cómo te conviertes en alguien excluido, casi en un fenómeno, cuando tienes un don tan increíble”, explica.

Beth en su primer torneo. Foto: Phil Bray/Netflix © 2020

Como uno de los nombres que mejor conoce la novela de Walter Tevis y la producción que finalmente la adaptó, el realizador da su mirada sobre el trayecto de Beth Harmon: “De alguna manera, su viaje se trata sobre construir su propia familia. Ella viene de un lugar donde su familia está borrada, por lo que tiene que encontrar una manera de volver a confiar y permitir ese tipo de vulnerabilidades que vienen con la intimidad”.

Horberg también entrega ideas claras sobre el escenario que permitió que el proyecto se convirtiera en una miniserie (formato al alza con otros títulos 2020 como Normal people y Mrs. America) y no en un largometraje de dos horas. Además del auge de las plataformas de streaming, propone que “el mercado de los cines en los últimos 10 o 12 años se ha reducido mucho al cine del espectáculo y a esas grandes franquicias de películas que son éxitos de taquilla, por lo que no hay mucho espacio para el drama, para el drama humano”.

Y profundiza en su diagnóstico: “Ciertamente para mi generación e incluso para más jóvenes que la mía, que crecimos con las películas y haciéndolas, muchas de las historias que vamos a narrar se adaptan mejor a ser contadas para una plataforma de streaming y se prestan a este formato de miniserie, y el público las está disfrutando. Tienes mucha más flexibilidad. No estás atrapado en los formatos antiguos y las fórmulas antiguas”.

“Era la persona perfecta para encarnar la complejidad de este personaje”, dice el productor sobre la actriz. Foto: Netflix © 2020

Desde que a fines de octubre se produjo el estreno de los siete capítulos en Netflix, todo ha sido sorpresa para Horberg y su equipo, desde el disparado interés en torno al ajedrez en el mundo hasta la fascinación en torno a Anya Taylor-Joy. “Nadie pudo haber predicho que se convertiría en este tipo de fenómeno cultural y global”, admite. “Cuando eso ocurre, simplemente ocurre. No sucede por diseño, sucede porque hay una serie que toca el corazón de la gente, en el momento en que lo necesitan. Algo sobre Beth Harmon, algo sobre el atractivo mundo de este programa”.

El proyecto que lo obsesionó por tanto tiempo terminó en las pantallas en el año de la pandemia y él, un hombre que recuerda con serenidad sus anteriores movimientos en el tablero, dice: “Creo que realmente es una historia sobre sobrevivir, y parece que llega en el momento adecuado, ser la serie que las personas necesitaban para escapar de este mundo en que vivimos tantas crisis existenciales”.

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