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Santaferia: “Queremos ir al Festival de Viña, sigue siendo un escenario importante, pero no hemos llegado a acuerdos”

La más popular y versátil de las bandas de la nueva cumbia chilena cumple 19 años y lo celebrará con un show estelar este viernes 15 en el Movistar Arena. En diálogo con Culto, su saxofonista, Diego Muñoz, habla de cómo han conquistado al público de la música urbana, la persistencia que los ha mantenido unidos y anhela: "Queremos durar tanto como Los Jaivas".

Santaferia: “Queremos ir al Festival de Viña, sigue siendo un escenario importante, pero no hemos llegado a acuerdos” FOTOS: Ana Fuentes @a.fuentess

Pocos artistas chilenos pueden declarar en su bitácora una colaboración con una figura de la canción chilena más legendaria, como Roberto Márquez de Illapu, y a su vez, un cara a cara con un nombre que aún no cumple los 20 años de vida, encarnación plena del siglo XXI, como el astro urbano Jere Klein. Muy pocos también pueden registrar una aparición en conjunto con Ángel Parra o Joe Vasconcellos, íconos de los 90 chilenos más rockeros y mestizos, así como un dueto con el pionero del llamado mambo urbano, Forest.

En rigor, muy pocos artistas locales tienen una carrera como la de Santaferia: la banda originaria de Santiago es el denominador común de todos esos casos. Elásticos, flexibles y expansivos, los hombres de Mariajuana han empujado la música tropical hacia otros lenguajes, acariciando además un significativo discurso político y social, lo que ha precipitado un culto único en los últimos años, con miles de fans exhibiendo banderas, lienzos y poleras del conjunto en sus espectáculos.

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Sus canciones en el reciente lustro aparecen habitualmente entre las más escuchadas tanto en el mundo virtual (Spotify) como en el real (las radios) -ahí hay ejemplos como Que te vaya bien con Zúmbale primo o Algún día volverás- y sus conciertos son un rito de comunión en estado pleno.

Un bagaje que ya cumple 19 años y que celebrarán este viernes 15 de agosto con una cita en el Movistar Arena de Santiago (Puntoticket). No es primera vez que aterrizan en el recinto del Parque O’Higgins: cuando no era habitual para los representantes chilenos conquistar ese ambicioso espacio, Santaferia lo hizo en lejano 2016, para festejar su primera década.

Ahora se repetirán el escenario, pero no sólo como una banda más crecida y maciza; también como un clásico del catálogo tropical chileno que se ha amplificado hacia públicos más contemporáneos y que incluso ha flechado a una audiencia vinculada a los sonidos urbanos, la tendencia que en algún momento parecía haber desplazado a la cumbia de los gustos masivos.

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“Hay un público nuevo que se va renovando constantemente y que hoy corresponde a los hijos de nuestros fans. Nuestros seguidores ya tienen nuestra edad y le han traspasado el gusto hacia sus hijos, son ellos en parte quienes hoy siguen a la banda. Eso nos ha permitido también sumar música nueva, sonidos nuevos, propuestas nuevas”, enumera el saxofonista Diego Muñoz, algo así como el vocero actual de Santaferia, quien suma un dato: el recital en el Movistar Arena será abierto a todo público.

El músico sigue: “Me parece que los feats que hemos hecho con artistas urbanos han abierto esa posibilidad de tener otro público, lo que hemos hecho con Arte Elegante, Jere Klein, con todos ellos. Hemos juntado esos dos mundos, la cumbia y lo urbano, lo que antes se creía imposible, ahora se hace real. Tenemos un público urbano que ahora nos está viendo, que nos va a ver con los papás y que nos escucha a través de las plataformas, entonces veo constantemente esa renovación”.

“Cuando nos juntamos con Joe (Vasconcellos), pasó lo mismo. El público de él, que no nos conocía, pudo acceder a nosotros. Y a su vez, el público nuestro, que no conocía a Joe, pudo conocer su talento. Lo mismo pasó con Roberto Márquez. O con Portavoz o con Paula Rivas. Hemos podido unir mundos. Lo más difícil es hacer música transversal, que pueda derribar rangos de edad y fronteras, pero hemos apostado por eso ingresando colores más rockeros, más cumbieros, más salseros, más jazzeros, más timberos y poperos. Y hemos logrado avanzar en países como México. Estaban Los Ángeles Negros, Mon Laferte, La Ley, Los Bunkers y ahora nosotros. Chico Trujillo, para qué decir también. Chile pega fuerte allá, y pega bien, porque son dos públicos que tienen mucha similitud”.

“En México nosotros no somos catalogados como cumbia, sino que como música latinoamericana, hasta de rock nos han catalogado. Quizás por la variedad y la conciencia social de nuestra música”.

-Es interesante que se hayan vinculado a la música urbana. Ustedes son una muestra de que ambos estilos pueden convivir, pese a que en algún momento pudo parecer que lo urbano se devoraba a la nueva cumbia.

Sí, totalmente. O sea, la cumbia es un árbol gigantesco que viene desde la Huambaly, Tommy Rey, La Sonora Palacios, y este nuevo árbol gigante de la música urbana, con Pablo Chill-E y tantos otros, también es gigante y ha crecido mucho. Eso ha dado pie para que aparezcan nuevos mánagers, nuevas caras, nuevos fotógrafos, con el propio Pablo Chill-E colaborando con Bad Bunny. Entonces, Chile ya metió ruido con Los Jaivas, Illapu, Víctor Jara, Violeta Parra, Los Ángeles Negros, y ahora mete ruido con la cumbia y la música urbana. Eso es súper positivo.

-¿Cuál es el punto de unión de la cumbia y la música urbana?

Yo creo que la nueva cumbia tiene que ver con el lado más vulnerable de Chile y la música urbana también tiene que ver con eso. Con los chicos fuimos a grabar con el Jere Klein a una población muy dura, tan difícil como La Victoria, entonces ahí se ve que el mundo urbano también viene de abajo. Arte Elegante, por ejemplo, hace pocos años explotó, pero él venía haciendo música desde hace mucho con conciencia social, en las cárceles, en el Sename. Y la nueva cumbia también tiene eso, también viene de gente vulnerable y le canta a gente vulnerable. Tienen mucho que ver entre sí.

“Puede que lo urbano tenga letras más duras y canta lo que les pasa a ellos, pero nosotros también venimos cantando hace rato lo que nos pasa a nosotros, nuestra realidad”.

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-Tampoco es nuevo que ustedes se relacionen con lo urbano. En 19 años, Santaferia se ha vinculado al rock, el folclore, el hip hop, la ranchera y muchos otros géneros.

Se ha dado por ejemplo que a un show en el Nescafé de las Artes invitamos a Ángel Parra. Y eso se dio mucho tiempo atrás, cuando estaba recién empezando Santaferia. El “Schala” y el “Pollo” iban pedaleando por Avenida Grecia, y ven que le están robando la bicicleta a una chica. La ayudan, van detrás de este ladrón, logran rescatarla, y van a dejar a esta chica a la casa, y cuando la dejan, ella era la hija de Ángel Parra. Cuando Ángel los ve, se ponen a conversar y se reían, imagínate, fue todo sin querer, pero él quedó encantado.

“Recuerdo que para el estallido social, entrevistaron a unas personas que tenían una olla común en Bajos de Mena, y dijeron: ‘los únicos que han prestado ayuda son los Santaferia’. Nosotros tampoco lo andamos publicando, lo hacemos clandestinamente, piola nomás, que no se sepa. Es el lado que nosotros tenemos, de poder ocupar nuestra música como una plataforma para ayudar, es lo que también nos ha servido para poder contactarnos con otros artistas más grandes, como Roberto Márquez”.

-En 19 años, ¿cuál ha sido el aporte distintivo de Santaferia a la escena nacional?

Con temas como Don Satán o Bájale un cambio, hemos ido conectando con un público más social, que dice ‘Santaferia no sólo habla de la fiesta y de la marihuana’. Hemos podido ayudar muchas causas. No es algo que sale forzado, nos gusta hacer un tour poblacional y llevarle la música a una comunidad que no tiene cómo costear un show.

-Una pregunta clásica: ¿qué deuda les queda por cumplir casi 20 años después de su origen?

Yo creo que, bueno, musicalmente, el Festival de Viña sería algo importante a alcanzar, creo que es un escenario que sigue siendo importante, pese a todo lo vilipendiado que ha sido y que ahora está con más farándula musical. Pese a todo eso, creemos que sería bueno, no hemos podido llegar a un acuerdo, pero creo que sería bueno. A veces nos ponemos locos y pensamos en Santaferia en China, en Japón, en África, en Canadá, en Dinamarca, no sé. Nos pegamos unos sueños locos. Sería increíble colaborar con Juan Luis Guerra, Juanes o Bono.

“Nuestra idea es avanzar y queremos ojalá durar tanto como Los Jaivas o Illapu. No nos ha tocado tan duro como ellos, porque ellos vivieron cosas difíciles, pero también hemos tenido las nuestras, y queremos durar tanto como ellos”.

Santaferia 1 ok Natalia Espina

-¿Nunca han pensado en una pausa?

Mira, ahora reposamos tres meses, pero fue con el objetivo de guardarnos para el Movistar. Pero no queremos reposar de la música. Es lo que nos gusta. Si paramos un año de la música, me volvería loco. Para nosotros sigue siendo gratificante encontrarnos con fans que se tatuaron el nombre de la banda en un brazo o que te dicen ‘yo me iba a suicidar y escuchar una cumbia de Santaferia me salvó la vida’. Eso es súper loco.

-Volviendo a lo de Viña, ¿alguna vez hubo acercamientos con el Festival?

Sí, han habido hartos acercamientos, pero no hemos podido llegar a acuerdos, falta que podamos llegar a algún acuerdo y listo, porque nosotros queremos ir con todo. Imagínate, ir a Viña, con nuestros invitados, un despliegue musical, lumínico, visual, sonoro, requiere de un acuerdo también grande. O sea, una preparación tanto técnica como de banda. Queremos darle la importancia que se merece, y cómo no vamos a querer pisar ese escenario que ha sido tan mítico, y ha sido plataforma para muchos artistas, tanto nacionales como internacionales.

-¿Y qué ha impedido el acuerdo?

Yo diría que por plata, no sé cuál sería otro motivo, no creo que ellos tengan miedo de nuestra hinchada. Es por plata, básicamente; quizás ellos tienen destinados esos montos a otras cosas. Pero imagina, si no han ido Los Vásquez, que deberían haber ido hace rato. O Chico Trujillo, tampoco ha ido. Eso no se explica. Entonces, nosotros estamos abiertos a ir, tenemos la disposición. Pero bueno, en algún momento llegará, queremos ser tratados dignamente. Y si nos pueden contratar en La Fiebre del Memo, ¿cómo no nos van a poder contratar desde Viña?

En lo reciente, el grupo acaba de lanzar un single con el artista peruano Mauricio Mesones, llamado Papa a la Huancaína. El track sucede al sencillo María, lanzado en 2021 junto a otros artistas peruanos, el grupo Los Mirlos, leyendas de la cumbia amazónica. Y, por lo demás, también sirve como aperitivo de otro trabajo que estrenarán durante el año con otra figura de ese país, la cantante Eva Ayllón.

En 2024, estrenaron el homenaje a Jorge González Pateando cumbias, donde replicaban en formato fiestero himnos como Tren al sur y Fe. Según cuenta Muñoz, al ex Prisionero “le encantó” la cirugía mayor que vio en esa propuesta.

Pronto también viene una colaboración con Aldo “Macha” Asenjo y hace un tiempo se encontraron en una premiación con Mauricio Durán, de Los Bunkers, y le propusieron una colaboración. El músico les respondió en broma: “Ponte a la fila, porque esta noche me han ofrecido como doce feats”. Muñoz remata: “Ojalá salga algo con Los Bunkers”.

Para su show de este viernes 15, el desfile de invitados será abundante: Roberto Márquez, Zúmbale Primo, el “Macha” y Los Vásquez. Ya está dicho: en casi 20 años, Santaferia ha ensanchado como pocos las alamedas de la cumbia nacional.

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