“Desaparecidos de la vista del público”: crece incertidumbre en Kabul por suerte de dos altos líderes talibanes

El mulá Abdul Ghani Baradar y otros miembros de la delegación talibán asisten a la conferencia de paz afgana en Moscú, en marzo 2021. Foto: Reuters

Se trata del máximo líder del grupo, el mulá Hibatullah Akhundzada, y Abdul Ghani Baradar, uno de los rostros más reconocidos del movimiento fundamentalista.


Dos altos líderes talibanes se encuentran “desaparecidos de la vista del público”, lo que ha llevado a algunos afganos a cuestionar si el líder supremo del grupo y el nuevo viceprimer ministro están vivos. Se trata del máximo líder del movimiento fundamentalista, el mulá Hibatullah Akhundzada, a quien no se le ha visto públicamente casi un mes después de que los insurgentes tomaran el control de Kabul el 15 de agosto. En tanto, el mulá Abdul Ghani Baradar, uno de los rostros más reconocidos del movimiento, no registra apariciones desde hace varios días.

A los líderes de los talibanes rara vez se les ve en eventos públicos y no conceden entrevistas ni celebran conferencias de prensa, indicó CNN. De hecho, añadió la cadena, “muchos de ellos se mueven en las sombras, tienen paraderos desconocidos, generando inevitablemente rumores sobre su salud y sobre posibles desencuentros internos”.

Esos rumores ganaron fuerza en los últimos días, al punto que los portavoces de los talibanes se han visto obligados a rechazar preguntas sobre si una de las figuras más destacadas del grupo, el mulá Baradar, resultó herido o incluso muerto en una disputa en Kabul la semana pasada contra la poderosa red terrorista Haqqani, que ocupa puestos claves en el gobierno interino.

Un manifestante quema una foto del mulá Hibatullah Akhundzada durante una protesta contra los talibanes, en Bruselas, Bélgica. Foto: Reuters

Los rumores de desavenencias internas fueron alimentados por la ausencia de Baradar de la delegación que se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al-Thani, en Kabul, el domingo. Los funcionarios talibanes explicaron que no estaba en la capital, sino que había ido a Kandahar, donde se dice que tiene su sede el líder supremo Hibatullah Akhundzada.

Así, Sulail Shaheen, un portavoz de los talibanes, informó que Baradar emitió un mensaje de voz rechazando las afirmaciones de que había resultado muerto o herido en un enfrentamiento. “Dice que son mentiras y totalmente infundadas”, señaló Shaheen en un mensaje en Twitter.

Los talibanes también publicaron imágenes de video que supuestamente mostraban a Baradar en reuniones en la ciudad de Kandahar. La agencia Reuters dijo que no pudo verificar de inmediato las imágenes.

El diario británico The Guardian explicó que la ausencia de un video generó más interrogantes entre los afganos, ya que los talibanes ya no son un grupo insurgente en la clandestinidad, y el rostro de Baradar es bien conocido por su papel internacional.

Abdul Ghani Baradar se reúne con Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador de Ayuda de Emergencia de las Naciones Unidas, en Kabul, el 5 de septiembre de 2021. Foto: Reuters

Una fuente talibán le dijo a BBC que Baradar y Khalil ur-Rahman Haqqani, el ministro para los refugiados y una figura prominente dentro de la red militante Haqqani, habían intercambiado duras palabras en el palacio presidencial por la composición del nuevo gobierno, mientras sus seguidores peleaban entre sí en las cercanías.

Un miembro de alto rango de los talibanes con sede en Qatar y una persona relacionada con los involucrados también confirmaron que se había producido una discusión a fines de la semana pasada.

Por otro lado, los funcionarios talibanes han dicho repetidamente que el líder supremo y comandante en jefe del movimiento, Hibatullah Akhundzada, pronto haría una aparición pública. Sin embargo, hasta ahora eso no ha ocurrido, lo que ha alimentado los rumores de que está enfermo, herido o incluso muerto.

Akhundzada fue elegido en 2016 en una reunión conflictiva del consejo de liderazgo, o shura, en la ciudad paquistaní de Quetta, la sede de los talibanes en el exilio. No ha hecho una aparición pública en los cinco años transcurridos desde entonces. Durante gran parte de 2020, no surgió ni una sola declaración en su nombre. Un alto funcionario talibán, Moulawi Muhammad Ali Jan Ahmed, dijo a la revista Foreign Policy el año pasado que Akhundzada había sido afectado por el coronavirus, al igual que muchos altos funcionarios talibanes.

“Nuestro líder está enfermo, pero se está recuperando”, afirmó Ahmed a Foreign Policy en una entrevista en junio de 2020. Otras fuentes talibanas dijeron a la publicación que pensaban que Akhundzada había muerto de Covid-19.

En el mes transcurrido desde que los talibanes tomaron el poder en Kabul, solo se emitió una declaración a nombre de Akhundzada, en la que dijo: “Les aseguro a todos los compatriotas que las figuras (ministros del gobierno talibán) trabajarán arduamente para mantener las reglas islámicas y la ley sharia en el país”, consignó CNN.

La Red de Analistas de Afganistán (AAN) señaló a The Guardian que la ausencia de Akhundzada de todos los eventos públicos y privados, casi un mes después de la caída de Kabul, sugería que ya no estaba vivo. Los analistas señalaron que incluso el solitario mulá Omar, fallecido en 2013, hizo algunas apariciones públicas, aunque no en video, cuando lideraba el movimiento. Estas incluyeron reuniones con funcionarios extranjeros y declaraciones y entrevistas por radio.

Combatientes talibanes patrullan un mercado en la ciudad vieja de Kabul. Foto: AP

“Sería extraño, por lo tanto, si Hibatullah Akhundzada, ahora que el movimiento está en el poder, estuviera vivo y aún tan aislado. Por el momento, parece funcionar como una figura simbólica que puede unificarse sin aparecer ni hablar“, destacó la AAN.

La invisibilidad de los líderes talibanes no es un fenómeno nuevo. Este no es un grupo que siente la necesidad de comunicarse con el mundo exterior. En muchos sentidos, el esfuerzo de relaciones públicas de los talibanes se ha vuelto mucho más sofisticado en los últimos años, con cuentas de redes sociales en varios idiomas y voceros como Zabihullah Mujahid dando conferencias de prensa. Los insurgentes produjeron un volumen prodigioso de videos cuando sus combatientes irrumpieron en todo el país en agosto.

Según Reuters, la especulación sobre los líderes talibanes se ha visto alimentada por las circunstancias que rodearon la muerte del fundador del movimiento, el mulá Omar, que solo se hizo pública en 2015, dos años después de que sucediera, lo que provocó amargas recriminaciones entre los líderes del grupo.

Azaz Syed, un periodista paquistaní que durante años ha escrito sobre los talibanes, le dijo a CNN: “La mayoría de los líderes talibanes claves, en particular de la familia Haqqani, evitan la exposición pública o las apariciones, ya que están convencidos de que su identidad ayudaría a que el enemigo les apunte”.

Niños afganos pasan junto a un combatiente talibán mientras cruzan una calle en Kabul. Foto: AP

Expresidentes se unen para ayudar a afganos

Por otro lado, los expresidentes Bill Clinton (1993-2001), George W. Bush (2001-2009) y Barack Obama (2009-2017) se unieron detrás de un nuevo grupo destinado a apoyar a los refugiados de Afganistán que se instalan en Estados Unidos. Se trata de Welcome.US, una coalición de grupos de defensa, empresas estadounidenses y otros líderes.

La coalición se lanzó ayer con un sitio web que será “un único punto de entrada”, para facilitar que los estadounidenses donen, acojan a una familia refugiada a través de la aplicación de arriendo de viviendas Airbnb o encuentren otras formas de cooperar, dijo John Bridgeland, funcionario en el gobierno de Bush y copresidente de la iniciativa.

Decenas de miles de afganos ya han llegado a Estados Unidos como parte de las misiones de evacuación. “Miles de afganos nos apoyaron en la línea del frente para impulsar un mundo más seguro, y ahora necesitan nuestra ayuda”, dijeron Bush y su esposa, Laura, en un comunicado.

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