Léon Marchand vuelve a hacer historia en la natación. El francés consiguió este miércoles destrozar el récord mundial de los 200 metros combinados individuales en el Mundial de Singapur 2025 después de completar la prueba con un tiempo de 1′52″69, bajando la marca que había establecido en 2011 el estadounidense Ryan Lochte (1′54″00).

A pesar del buen tiempo, Marchand no se colgó ninguna medalla, pues este registro lo realizó en las semifinales, por lo que, en teoría, tendrá una nueva oportunidad para mejorar el tiempo en la final de la especialidad programada para este jueves.

“Lo que es una locura es que rebané todo un segundo. Todavía es difícil de creer”, indicó tras la competencia. “1′52” en los 200 metros, eso es alucinante", añadió.

“Hoy me sentí realmente bien antes de la carrera. En el agua, me sentí ligero, estaba tomando mucha agua y técnicamente todo se sentía limpio”, reconoció más adelante.

“Al final salí fuerte desde el principio, pero me mantuve súper relajado. No cometí muchos errores. No me di cuenta de que iba tan rápido, pero lo di absolutamente todo. Brazos a toda velocidad hasta la pared. En ese punto ni siquiera estaba pensando en la técnica”, explicó sobre el heat.

Ahora el nuevo objetivo de Marchand será ir por una nueva plusmarca en los 400 metros combinados, donde intentará bajar los 4′02″50 que él mismo estableció en el Mundial de Fukuoka 2023.

París 2024 fue solo un aviso

Léon Marchand llegó a este Mundial con cartel de estrella por lo realizado en casa en los Juegos Olímpicos de París 2024. Con un tiempo de 4′02″95 batió la marca olímpica que había establecido Michael Phelps en los 400 metros combinados, dándole a Francia su primer oro en natación en 12 años.

Dos días después se transformó en doble campeón tras imponerse en los 200 metros mariposa y 200 metros pecho con solo dos horas de diferencia.

Y en la prueba de 200 metros combinados, se impuso con un registro de 1′54″06, quedando solo a seis centésimas del récord mundial de Lochte que destrozó este miércoles en Singapur. Aquel triunfo lo distinguió como el primer francés en ganar cuatro oros individuales en una misma cita olímpica.