Duros entrenamientos, clases y trabajo: la especial preparación de Cristóbal Martínez para el Mundial de Pádel

Cristóbal Martínez durante su preparación para el Mundial en el centro clínico CARE. La cita planetaria comienza el 31 de octubre.

El número 153 del ranking de la Federación Internacional de Padel (FIP) comparte con El Deportivo su preparación para la cita planetaria en la que defenderá a Chile en menos de un mes. Además, su día a día incluye sus estudios de Ingeniería en Administración y su trabajo.



El pádel ha tenido un explosivo crecimiento posterior a la pandemia en nuestro país; la gente se suma y las canchas se multiplican. En línea con este auge, el World Padel Tour anunció una fecha en Chile para el próximo año y este 2022 fue considerado como deporte invitado en los Odesur, en donde la dupla femenina compuesta por Giannina Minieri y Gabriela Roux consiguió una histórica medalla de plata. Es en este contexto que el Mundial de la especialidad toma una mayor relevancia este año. La cita que se llevará a cabo entre el 31 de octubre y el 5 de noviembre en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), contará con la participación de la selección chilena masculina y femenina.

Cristóbal Martínez, 153 del mundo, es el número dos de Chile, detrás de Javier Valdés, 47, pero es el mejor que entrena en nuestro país. A pesar del crecimiento de este deporte, el mundialista confiesa que en su caso es “todo autogestionado”. Actualmente divide su tiempo en estudiar Ingeniería en Administración en modalidad vespertina, de hecho se cambió para tener más tiempo para su deporte, entrenar para el Mundial y trabajar como profesor de pádel. “Ha sido duro. Como el pádel no era conocido, costaba. Ahora que empezó a mejorar, se ha hecho más conocido, me han ayudado, por ejemplo, en la universidad con las clases”. Así, entrena durante la mañana, trabaja en la tarde y estudia en las noches: “Intento entrenar pádel todos los días, pero sí o sí entreno al menos tres días y otros tres hago un trabajo físico”.

Una preparación especial

En el pádel no solo es determinante lo técnico, sino que también lo físico, aspecto que ha decidido trabajar en el centro clínico CARE, pensando en llegar de la mejor forma a la cita planetaria: “La mayoría de los días estoy yendo. El físico que me realizan está enfocado especialmente en pádel, que es más explosivo, de reacción, de coordinación, es parecido al tenis. Lo que más hacemos es la zona baja y mucha coordinación”, dice.

Cristian Vargas, director clínico de CARE, explica la preparación que se está efectuando con el mundialista chileno y cómo se corrigen problemas que son propios de este ascendente deporte: “El entrenamiento con Cris se basa en dos cosas. Una es corregir asimetrías. El pádel es muy asimétrico porque estás todo el rato golpeando con tu brazo dominante, entonces si tú no balanceas y corriges la asimetría estás más expuesto a sufrir lesiones. Cómo se detectan: con una evaluación biomecánica, para poder desde ahí corregir deficiencias y asimetrías y también trabajar las variables que más influyen en el pádel, que son la flexibilidad de las caderas, la estabilidad de las rodillas y de las escápulas que son las que estabilizan al hombre para que el deportista haga los golpes”.

Pero el trabajo físico que efectúa Martínez no termina ahí. Cristian Vargas también dice que se deben considerar particularidades como la velocidad y la coordinación: “De cualidades físicas, lo que más se trabaja es la velocidad de reacción. No es un deporte como el fútbol donde alcanzas piques de 20, 25 kilómetros por hora. En el pádel nunca supera los 6 porque das un pasito y pegas. Lo que más se trabaja es la reactividad; con que el deportista sea capaz de ejecutar movimientos rápido. Se trabaja la velocidad y la coordinación”, cierra el director clínico de CARE.

Dubai y el top 100

El Mundial representa un gran desafío para el pádel chileno y para Cristóbal Martínez. Sin embargo, las metas son ambiciosas: “Los objetivos para nosotros en el Mundial es poder terminar dentro de los ocho mejores, ya que con lo competitivo que se ha puesto en este tiempo sería un buen logro como Selección, y así podríamos seguir clasificando a los siguientes mundiales sin tener que jugar una clasificación antes”.

Tal como explica el estudiante de Ingeniería en Administración, los ocho mejores aseguran un lugar en la próxima cita planetaria, algo que contribuiría aún más al crecimiento de esta actividad en nuestro país. “Ha sido muy rápido en muy poco tiempo”, comenta Martínez sobre la explosión de este deporte. Además, agrega: “Esto también nos ayuda a tener la posibilidad de conseguir auspicios con diferentes marcas. Siento que un tiempo puede llegar a ser el deporte más practicado a nivel nacional”.

Pero no todo es el Mundial. También el número 153 del ranking se coloca metas en el mediano y corto plazo pensando en continuar ascendiendo en su carrera: “Mis metas personales entre lo que queda de este y el próximo año es poder lograr terminar dentro de los 100 mejores jugadores del mundo en el ranking mundial”.

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