Jarry: "Todo el año tuve ese miedo a irme del circuito ATP"

Jarry

La primera raqueta chilena descansa en Santiago tras una brillante temporada que lo afirmó entre los mejores tenistas del planeta. Sin quitarle ojo al próximo año, el Príncipe hace balance.



Se escuchan pájaros cantar en los campos de tenis de Fernando González, en Vitacura. El escenario es idílico: sombras, árboles y un quincho, cuando el sol achicharra la capital de Chile con 30º C. Lo es aún más para Nicolás Jarry, el actual 43º del ranking ATP, quien paradójicamente hace una pausa en sus vacaciones aquí, otra vez inserto en en la arcilla, para atender los micrófonos curiosos. A un costado y desde el fondo, el fenómeno chileno en el circuito mundial pide un minuto. Va al baño a tomarse el pelo, quiere dejar de lucir ese look despreocupado; ahora ya está maduro. En short y sandalias retorna el gigante de 1,98 metros de estatura, se acerca a paso tranquilo. Aún le queda un mes en Chile antes de partir a Qatar, donde abrirá la temporada en el ATP 250 de Doha. Justo el 1 de enero. Sonríe amable, dispuesto a conversar de lo que fue este 2018 mágico para su carrera, que asciende como un cohete sin mayores interrupciones.

¿Cómo resume esta temporada?

Fue un año buenísimo, por eso es que ahora estoy disfrutando mis vacaciones, merecidas. Estaba con ganas de dejar la raqueta a un lado y disfrutar todo lo que he hecho. Fue un año bien difícil, con muchas primeras cosas, pero estoy feliz por cómo supe resolver todo. Fue como una montaña rusa de emociones, de felicidad y de presiones, pero ya estamos aquí. Fue lindo todo este proceso. Estoy donde siempre he querido estar y ahora mirando al futuro.

¿Con qué partidos se queda esta temporada?

El partido más difícil y mi mejor victoria fue contra Thiem. Él es el segundo mejor jugador sobre arcilla y pude sacarlo igual adelante. También hubo otros partidos muy buenos, como contra Isner. Fue una lástima, porque estuvo muy peleado y hubiese sido bonito ganar. Pero estoy satisfecho por cómo jugué y cómo le competí a los mejores del mundo.

¿Qué lecciones saca ahora, descansando en Santiago?

Que le puedo ganar a cualquiera, que no necesito estar jugando bien para ganar, como ocurrió con Cilic. No me sentía bien, pero luché hasta el último punto. También que no necesito presionarme tanto para estar dónde estoy, porque todo el año tuve ese miedo a irme del circuito ATP.

¿Tanto así?

Es que uno trabaja todo el año, toda la vida para estar en el circuito ATP junto a los mejores y una vez que estás no te quieres ir. Ahí es cuando uno se presiona más de la cuenta y ese fue un error que cometí y que ya no quiero volver a cometer.

Le dicen el Príncipe. ¿Le sigue gustando ese apodo?

Me da lo mismo cómo me llamen, la verdad. Díganme como les guste más, como sea más entretenido para la prensa, el que sea más llamativo. No me incomoda nada.

¿Le gustaría cambiarlo?

Es que ni me doy cuenta. No me gusta leer lo que aparece de mí. Nunca lo veo, no lo leo. Y si es que lo leo, es porque algún familiar o amigo me lo recomendó. Pero en general trato de no leer mucho lo que se escribe de mí.

¿Eso es por decisión suya o algún consejo?

Decisión propia. Es que no se saca nada positivo leyendo lo que se escribe de uno.

¿Y si es positivo?

Es que da igual. No necesito de algo positivo para subirme el ánimo ni la confianza, tengo claro quién soy y no necesito leer nada para creer otra cosa.

Suena muy maduro. ¿Tiene que ver con los ejercicios de meditación que comenzó a realizar junto a su fisioterapeuta, Paulo Flores?

No lo sé. Es algo que en realidad estoy trabajando a más largo plazo. Lo que sí sé es que esos ejercicios funcionan mucho. Uno está tanto tiempo pensando, dándole vueltas en la cabeza a ideas del pasado, del futuro, estresándose por cosas que pasaron o triste por muchas situaciones… Al final, uno está poco en el presente y es donde uno siempre debería estar. Tuve la lección de esto hace un par de años y la verdad es que la meditación se centra en superar todo eso. Y sí o sí es algo que suma, así que lo voy a seguir haciendo.

¿Y en qué consisten sus trabajos de meditación?

En estar en el presente, no más. En no pensar tanto y vivir más. Vivir el momento, lo que nunca ha sido malo. Eso es.

Muchos dicen que es el momento de cambiar de entrenador. ¿Para la próxima temporada continuará entrenando junto a Martín Rodríguez?

Lo principal de mi éxito es que no he cambiado nada. En el tenis, cuando uno pasa de nivel es cuando uno sigue haciendo lo que corresponde, independiente de los nervios. Y creo que en el equipo hay que hacer lo mismo. En los malos partidos no hay que echarle la culpa a algo externo, porque cuando pierdo, soy yo el que pierdo, no mi entrenador.

¿Descarta cambiarlo, entonces?

Aún creo que Martín tiene mucho por darme y que me conozca tanto es un plus. Yo sigo mejorando y mientras siga así no pienso cambiar nada. Y si es que cambio algo será para incorporar a más gente.

¿Quién es su favorito para quedarse con la Copa Davis este año?

Voy más por el local, Francia. Tienen las condiciones, están jugando de local y los adversarios son jugadores de cancha más rápida.

¿Le gusta el cambio en la Copa Davis impuesto para el próximo?

No sé bien cómo va a afectar. Nadie lo sabe, porque no lo han hecho. Particularmente, a mí no me involucra y por eso no entiendo bien cómo será la dinámica. Lo que espero es que sea positiva la serie contra Austria y que la ganemos.

¿El crecimiento que tuvo Garin este año ilusiona el equipo chileno?

Es muy bueno lo que le pasa a él. Tuvo un año muy bueno y lo terminó de una forma espectacular. Ya en junior lo había hecho, demostrando que cuando está bien es imbatible. Él tiene un potencial enorme, eso es algo que siempre lo he creído yo. Pero es más fácil que lo crea otra persona a que lo crea uno mismo, así que está buenísimo que ahora sea él quien crea en sí mismo. Christian es una arma muy fuerte en Copa Davis. Nos ayuda muchísimo.

Usted plantea lo mismo que Garin hace algunas semanas: el dejar de presionarse en el resultado. ¿Es algo que conversan entre ustedes?

No, la verdad es que no hablo muchos temas personales con él. Cuando estamos en la Davis, sí, ahí nos ponemos al día. Pero si no, solamente hablamos temas generales. Este aprendizaje del que hablo debe llegar desde la experiencia de uno mismo, más que de lo que te diga el resto.

¿Se imagina una Davis sin Massú como capitán?

De verdad que no. Siempre lo he tenido a él y es un gran motivador, es un aporte muy grande para todos nosotros por toda la experiencia que tiene. Sería buenísimo que siguiera todo lo que pudiese. Siempre nos juntamos con Nico y él está adentro, no se irá.

¿Y sin Marcelo Ríos?

Eso no lo sé. Es algo que deben conversar entre ellos. Pero va más por parte del Chino, si es que quiere o no.

Su familia, ni más ni menos que el clan Fillol, está liderando el retorno de una fecha del circuito ATP para Chile. ¿Cómo va eso?

Sería buenísimo, todo el mundo quiere uno, no solo nosotros. Pero eso no es algo tan fácil de conseguir, no hay nada concreto todavía. Cuando mi familia hizo un Challenger, la idea era también adquirir experiencia para el futuro. Pero esto no pasa tanto por nosotros, hay un calendario y hay que ver qué fecha está disponible.

Pero con Octagon, los dueños del ATP de Sao Paulo, ya están avanzadas las conversaciones. Y el Mindep también aprobó importantes recursos para su realización.

Buenísimo. Me encantaría tener un ATP en Santiago. Lo demás no sé, así que no te puedo decir nada más.

¿Dónde lo vemos el próximo año?

Espero tener un año parecido. Lo principal es sin sufrir lesiones. Ojalá estar, por lo menos, un puesto más arriba de lo que estoy hoy en día.

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