La cultura Aued

LUCIANO AUED
Foto: Richard Ulloa


En una sabrosa conversación de fútbol publicada el lunes en este diario, Luciano Aued alertó sobre los efectos nocivos que a los equipos chilenos terminó por generarles en el ámbito internacional su atractiva forma de jugar. Una respetable opinión personal que localiza el origen de los malos resultados fuera del torneo local en esa cultura implantada a partir de la atrevida y bonita idea de juego de Bielsa y Sampaoli. Una opinión novedosa que puso a los futboleros patrios a debatir y a la que se subió incluso Beñat San José, su técnico, con otro matiz sugerente: "En Chile se ha instalado el tema de que si no juegas como Bielsa o Sampaoli, no está bien jugado".

Pero resulta que ayer el fornido volante de la UC se asustó de su propia reflexión (bastante interesante, por lo demás). Y en su temblor, como huida al verse frente a lo que dijo en primera persona, pidió comparecer para hacerse el ofendido, desmentir su discurso y acusar a este diario de habérselo tergiversado con "mala intención", "mala leche" y el ánimo de "contaminar el fútbol". Y hasta cerró su intervención con una enigmática amenaza: "Ya veremos después cómo seguimos con ese medio".

No representa una novedad el cobarde recurso de atizar al mensajero para escapar de los dichos propios, la cultura Aued. Es más raro hacerlo con el descaro de saber que la entrevista fue grabada. Quizás el argentino no quiso decir lo que dijo, por más sentido que tuviera su exposición. O quizás entiende ahora que la dimensión de su teoría le puede generar enemistades con los aludidos o sus fanaticadas. Pero lo cierto es que Aued dijo lo que en la publicación sale que dijo (literal en la respuesta, sintetizado en el titular).

Fue Aued personalmente el que aportó los nombres de Sampaoli y Bielsa, sin que nadie le indujera, tras una pregunta amplia y genérica que dejaba abierta cualquier salida sin que sus paisanos fueran mencionados. Fue Aued el que deslizó la relación causa-efecto. Y hay que tener mucha creatividad para asegurar, como hizo ayer, que lo que estaba diciendo de ellos era en el fondo un elogio. O sea, que recitar que "esa forma de jugar que se tiene en Chile termina haciendo que pierdas" es en realidad una declaración de amor. Tampoco fue la suya una crítica directa a ambos técnicos, pero sí reparó en las consecuencias que en torneos internacionales ha tenido para Chile seguir su idea de juego estético y arriesgado.

Y no fue necesario acudir a la cinta para airear la debilidad del desmentido. El propio Aued se desdijo un minuto después cuando un periodista le comentó que coincidía con la tesis de la que trataba de desmarcarse. Aued entonces contestó que el contenido de la nota sí es lo que piensa, sí refleja todo lo que habló y dijo, y que, además, lo sigue sosteniendo. Pero que no le gustó el título.

Bueno, a eso sí tiene derecho. Eso tiene que ver con el criterio y la sensibilidad. Pero el berrinche previo es innoble. Y falso.

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