El Deportivo

Un comité de crisis y versiones cruzadas: ¿por qué se siguió jugando el Superclásico tras la muerte de un hincha?

El fallecimiento de un fanático albo en el partido ante la U reflota los traumas vividos en el trágico duelo contra Fortaleza. Pese a la gravedad del asunto, una reunión urgente en las oficinas del reducto de Macul permitió que el compromiso se desarrollara.

Autoridades explican por qué se autorizó el Superclásico entre Colo Colo y la U tras la muerte de un hincha albo PEPE ALVUJAR/PHOTOSPORT

Más allá del triunfo de Colo Colo por la cuenta mínima ante Universidad de Chile, el Superclásico 198 del fútbol nacional dejó un trágico suceso en el estadio Monumental: en la previa al duelo entre el Cacique y los azules, se confirmó que un hincha albo murió tras perder el equilibrio en una techumbre del reducto de Macul.

La persona, de sexo masculino y de 31 años de edad, cayó al vacío una vez que intentó pasar por la cornisa del sector Galvarino hasta la tribuna Cordillera. Pese a que el sujeto fue trasladado rápidamente por una ambulancia hasta un centro asistencial ubicado en la comuna de La Florida, los esfuerzos médicos no fueron suficientes y acabó perdiendo la vida a raíz de la gravedad de las lesiones en su cabeza.

Este nuevo deceso de un hincha en el escenario de Pedreros vuelve a despertar los horrores vividos hace cuatro meses atrás, cuando dos menores de edad fallecieron en la antesala del partido por Copa Libertadores entre el Cacique y Fortaleza. En aquella ocasión el compromiso contra el conjunto brasileño se suspendió por una invasión de la Garra Blanca a la cancha, una situación muy distinta a lo que ocurrió este domingo, ya que en ningún momento hubo un atisbo de paralizar las acciones por parte de la fanaticada local. ¿Qué cambió en esta oportunidad?

La determinación por reanudar la actividad en el complemento se debe en gran parte a una reunión que tuvo lugar en las oficinas del Monumental, a pocos minutos del pitazo inicial. La caída se produjo a los 3′ del encuentro. Allí se congregaron las autoridades de Blanco y Negro y Azul Azul, con la presencia compartida de los organismos gubernamentales y de seguridad, quienes fueron los encargados de dar el visto bueno para que continuara el desarrollo del trámite.

Pese a que la decisión generó malestar en la concesionaria laica, la Delegación Presidencial, junto a Carabineros, defiende su postura, aunque también fija la mirada en las investigaciones para establecer posibles responsabilidades en el club encargado de organizar el espectáculo deportivo.

La versión de la Delegación Presidencial

Cuando los jugadores de Colo Colo y Universidad de Chile se marchaban rumbo a los vestuarios para planificar el segundo tiempo de un encendido Superclásico, una noticia golpeó las tribunas del estadio Monumental.

La muerte, al igual que en el duelo copero contra Fortaleza, invadió al reducto de Macul. Un hincha, que intentaba pasar desde un sector a otro, perdió el equilibrio y cayó desde una altura de cuatro metros, impactando su cráneo directamente con el asfalto. El desenlace acabó siendo fatal, pues el forofo albo falleció minutos después en un hospital aledaño.

Pese a la gravedad del asunto, el compromiso se llevó a cabo con normalidad a lo largo de los 90 minutos. Una reunión en los despachos del Monumental determinó que así debía ser. “Se constituyó de inmediato al fiscal Jorge Vitar, que como en todos estos partidos participa de todo el proceso desde el punto de vista del rol del Ministerio Público. Y una vez que ocurrió este hecho se constituyó de inmediato un comité de crisis donde participaron todas las instituciones que señalé: club organizador, club visitante, Carabineros y la Delegación Presidencial. Finalmente se determinó aislar el sitio del suceso”, manifestó el delegado Gonzalo Durán.

En esa misma línea, la autoridad de la Región Metropolitana ahondó en el procedimiento que se adoptó, dejando en claro que nunca estuvo en discusión una paralización definitiva. “La suspensión de un partido tiene unos requisitos obligatorios establecidos por la ley, uno de ellos es que haya una alteración grave del orden público, y el segundo es que la evaluación técnica de la operación policial lo justifique. En este caso en particular, hicimos una evaluación rigurosa, hay un análisis técnico operativo de Carabineros y se determinó que no era aconsejable la suspensión del partido, y se desarrolló hasta el final de manera adecuada. Cancelar el partido podría haber generado una alteración mayor”, agrega.

Declaraciones cruzadas

A la espera de las pesquisas de la Fiscalía de Flagrancia Oriente en el reducto de Macul, desde la vereda del Cacique dan por sentado que cumplieron con todas las exigencias de las autoridades. Según indicó el club albo, se realizó un operativo que contó con 64 puntos de control con detectores de metales, amplios servicio de control de televigilancia y revisión biométrica.

Aníbal Mosa, en su rol de presidente de la concesionaria, defiende el alcance del procedimiento. “Si es que el estadio Monumental no hubiese reunido las condiciones, sencillamente no habríamos tenidos las autorizaciones. Nosotros cumplimos con todo lo que nos exigen las autoridades“, dijo el timonel.

El empresario puertomontino desliga de la responsabilidad al conjunto albo. "La palabra final la tenía Carabineros, y la decisión fue que era mejor que continuara el partido porque evacuar a 40 mil personas en la mitad era mucho más peligroso. Nosotros acatamos las instruciones que nos dan. Si nos dicen que tenemos que seguir jugando, lo hacemos. Si nos dicen que no podemos seguir jugando, lo suspendemos", indicó.

Sin embargo, lejos de generar consenso, la declaración de la testera alba surgió como un dardo para las huestes azules. Desde Universidad de Chile lanzaron declaraciones cruzadas, manifestando el descontento por los reiterados episodios de violencia en Pedreros. "Lamentablemente hubo un muerto, yo propuse que el partido se suspendiera. Acá hay una deshumanización de la industria. No puede ser que siga el show como que no ha pasado nada. Todos celebran que nos ganaron, pero acá murió alguien. Pareciera que a nadie le importa. Murieron tres personas en seis meses en este estadio y no pasa nada. Se debió suspender, se lo dije a la autoridad política y creo que se equivocaron. Ellos tienen la atribución y no lo hicieron", criticó Michael Clark.

Con los reclamos del presidente de Azul Azul sobre la mesa, lo que ahora está en duda es la realización de la Supercopa, que enfrentará a albos y universitarios el 14 de septiembre en el estadio Santa Laura.

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