Un grande de la Bundesliga: la dimensión del equipo que recibe a Sebastián Herrera

Herrera, con la pelota, enfrentando a Oldenburg en el torneo final de la Bundesliga (Foto: Ulf Duda/Ewe Baskets Oldenburg).

El chileno es el primer refuerzo de Oldenburg, un elenco que ya supo ganar el torneo germano, que siempre pelea los primeros puestos y que lleva una década jugando copas europeas.



Sebastián Herrera (22 años, 1,93 metros) es uno de los protagonistas del mercado de la Bundesliga de básquetbol para la próxima temporada. El chileno dejó Crailsheim Merlins para unirse a Oldenburg, uno de los cuadros grandes con que cuenta el torneo alemán. Será el tercer equipo del nacional en el baloncesto germano.

Las buenas actuaciones de Herrera, quien fue capitán de los Merlins y destacó por si solo en la fase final tras la pandemia, lo llevaron a firmar por el equipo que alcanzó semifinales de la Bundesliga recién terminada. Casi 600 kilómetros de distancia entre una ciudad y otra para el salto hacia adelante que dio el escolta nacional, quien hizo sus mejores números desde que llegó a Europa: 14,4 puntos, 3,4 rebotes, 3,2 asistencias, 0,7 robos y 49,8% de conversión en tiros de campo por partido.

Pero, ¿qué motivó al chileno a cambiarse luego de tres años en Crailsheim? Oldenburg es uno de los protagonistas en cada temporada. Juegan en el Ewe Arena, con capacidad para seis mil personas. Se trata de un club fundado, con su nombre actual, en 2001 y que reemplazó al equipo de la ciudad, bajo el alero de la asociación gimnasta homónima. Ganaron la Bundesliga en 2009, siendo uno de los 14 campeones que ha tenido la máxima categoría teutona. Nunca dejaron de luchar, pues también consiguieron la copa doméstica de 2015 y fueron segundos en las BBL de 2013 y 2017. Vienen de caer en las semifinales de última liga ante el campeón, Alba Berlín.

En el plano internacional también tienen presencia. Aunque este año no jugarán torneos europeos, puesto que la pandemia afectó el presupuesto del club, aún así son constantes en dichos campeonatos. Es más, vienen de disputar la Eurocop 2019-20, su décima participación internacional consecutiva, en la que pasaron la primera fase de grupos, pero no pudieron acceder a la etapa final tras despedirse como terceros de su zona en la segunda ronda grupal. Además, tienen el antecedente de haber ganado el bronce en el Eurochallenge 2013, el extinto torneo que ocupaba el tercer puesto en Europa en cuanto a relevancia.

Con todos esos antecedentes, Oldenburg parecía una buena opción para Herrera, quien firmó por dos temporadas. Su nuevo entrenador ya habló bien del chileno. “Se ha afirmado en una posición dominada por extranjeros. Puede anotar y ser un jugador de equipo que pone a sus compañeros en el centro de atención”, señaló Mladen Drijencic en el sitio web del club. “Además de su posición como escolta, puede dar lectura con la pelota y aliviar al equipo como alero”, añadió.

El coach bosnio es uno de los factores para tener en cuenta al nuevo equipo de Herrera, ya que como entrenador tiene experiencia en las selecciones menores de Alemania, además de acompañar equipos en categorías menores y llevó a Oldenburg a ganar la copa doméstica del 2015. Su hijo, Robert, forma parte del plantel, pero a sus 24 años solo tuvo minutos en ocho de los 28 partidos que jugaron en 2019-2020.

Herrera llega a reforzar un equipo con bastante altura. De la última temporada, ninguno de los jugadores medía menos que 1,91 metros en un plantel donde el techo era el pívot Rasid Mahalbasic, con 2,10 metros de altura. El austriaco, además, fue la figura del equipo con promedios de 14,4 puntos, 7,3 rebotes y 5,4 asistencias. De cerca le siguió el estadounidense Ricky Paulding, experimentado alero que aportó 14,4 puntos, 2,5 rebotes y 1,5 asistencias por juego. Números similares a los que hizo el chileno en su última temporada con los Merlins.

En la Bundesliga recién terminada, Oldenburg cumplió un gran papel en la etapa final. Con tres triunfos y una caída, avanzaron a semifinales para caer ante el que sería campeón. Sus partidos fueron parejos y sus triunfos no tan amplios. En el certamen de Múnich, promediaron 77,1 puntos por partido y cedieron 80 por juego, pero es un promedio engañoso puesto que se disparó con las derrotas ante Alba Berlín, en la serie donde buscaban la final. En la etapa regular alcanzaron a jugar 20 partidos, es decir, 84,3 puntos a favor por juego y 83,1 en contra. Un elenco parejo.

“Es un honor para mí jugar para este club con una gran historia. Espero que estemos en la cima”, dijo Herrera en su presentación. Pero, de momento, no será el único refuerzo de Oldenburg, puesto que firmaron al estadounidense Keith Hornsby, quien llega desde el básquet de Polonia y tras haber jugado la Champions League cestera. El Oldenburg, en conclusión, es un equipo ambicioso que se comienza a armar de la mano de un chileno.

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