Una habitación revuelta en Roma: los detalles del confuso incidente que originó la neuritis vestibular de Nicolás Jarry
La primera raqueta nacional entregó detalles inéditos de los difíciles momentos que atravesó previo a la enfermedad que lo ha atormentado desde el año pasado. "Tuvimos que cambiarnos de hotel esa misma noche", reveló. Una especialista explica cómo situaciones de extrema tensión pueden desencadenar este tipo de consecuencias.

Nicolás Jarry reveló por primera vez un grave incidente ocurrido el año pasado, en Roma, la misma semana en que alcanzó su primera y, hasta ahora, única final de Masters 1000. “No estaba en un minuto muy bueno a nivel general. No me sentía muy bien conmigo mismo, con mi tenis, con mi situación de vida. En el minuto se dieron esos dos partidos de mucho estrés contra locales. Y esa noche, tras cenar, llegamos al hotel y nos encontramos la habitación revuelta. No se habían llevado nada, pero mi primera reacción fue cambiarnos de hotel y quedarme tranquilo. Hicimos el cambio esa misma noche. No dormimos mucho y jugaba al día siguiente“, relató, en entrevista con El Deportivo.
“Fueron días muy intensos y, literalmente, el día del partido de la cuarta ronda (ante Alexandre Müller) es cuando tuve el primer episodio. Caminando para la cancha es que todo esto se desata. Así que creo que sí o sí era mi cuerpo que explotó de esta forma, porque ya no aguantaba más", confesó el actual número 100 del mundo, que luego comenzaría a sufrir una enfermedad llamada neuritis vestibular, que lo afecta hasta el día de hoy y de la que es complejo recuperarse en su totalidad.
Los detalles del confuso incidente en un hotel de Roma que originó la neuritis vestibular de Nicolás Jarry
¿Qué fue lo que realmente pasó esa noche en Italia? Si bien no se realizó una investigación en profundidad, pese a las peticiones del chileno a la ATP que no fueron escuchadas, la primera sospecha del círculo cercano del tenista chileno fue que se trataba de un intento de amedrentamiento, posiblemente, de especuladores y apostadores. Todo se produjo justo cuando el diestro se enfrentó dos veces seguidas a tenistas locales.
Este tipo de prácticas ya han sido denunciadas por los propios tenistas. Hace algunas semanas, Tomás Barrios reveló el calvario que vivió en México. “Una vez pasé un gran susto. Salgo de un partido en Ciudad de México… siempre después de un partido te cagan a puteadas. Yo tengo un Instagram privado, pero igual te cagan a puteadas. Estaba muy caliente, había perdido 7-6 en el tercero contra (Dominik) Koepfer. Después del partido me llega un audio y me dicen, ‘te estoy esperando afuera de tu hotel, estás en este hotel, en la habitación tanto’. Y yo tenía que salir del hotel a jugar el dobles”, narró.
“Me cagué entero. Llamé el director del torneo, ‘tráeme a un guardia, si no no voy ni cagando’. Por suerte no pasó nada. Al final me dijeron es algo que en México ha pasado, que me quedara tranquilo”, añadió sobre la mala experiencia.
Evidentemente, en el caso del Príncipe, también hubo temor. Pese a eso, Jarry se las arregló para llegar a una inédita y meritoria final, la que terminaría perdiendo ante Alexander Zverev. De todas formas, en el tenista de 29 años y su entorno familiar hubo decepción sobre cómo se manejó todo este confuso incidente, en especial, por la falta de una investigación seria para dar con él o los responsables.
Después de aquella noche de terror, comenzó el calvario de Nicolás Jarry, mientras aún disputaba el Masters de Roma. La neuritis vestibular comenzó a hacer estragos en su cuerpo. “Ahí tuve mi primer episodio (en Roma), entrando a la cancha en el partido de la cuarta ronda. Jugué los primeros tres o cuatro juegos con un episodio de vértigo, todo girando. Pensé que era solo nervios, pero después me di cuenta de que no lo era. Después tuve otro episodio justo antes de Roland Garros y luego, cuando llegué a Chile, desperté un día y no podía abrir los ojos. Me tuvieron que llevar en ‘upa’, en brazos, a la clínica. Estuve internado todo un día y después estuve toda una semana en cama sin poder abrir los ojos. Y luego, poco a poco, intentando recuperarme”, indicó el Príncipe en la entrevista con La Tercera.
En su momento, la ATP declinó comentar ante las consultas de este medio sobre lo ocurrido en la histórica ciudad europea, que dio origen a un año para el olvido del nacional, que pasó de alcanzar el mejor ranking de su carrera y su primera final en un Masters 1000 a padecer una neuritis vestibular, enfermedad que afectó severamente su equilibrio y visión.
El nieto de Jaime Fillol se desplomó hasta el puesto 150 del ranking mundial. Sin embargo, luego de complejos momentos, está retomando su mejor tenis. Poco a poco elevó su nivel y ya recuperó el estatus que lo erige como la primera raqueta del país.
Trabajo pendiente
Eso sí, él mismo reconoce que aún hay trabajo por hacer, pues aún no se encuentra en plenitud. Un año después, todavía siguen presentes las consecuencias de la neuritis vestibular, aunque un largo proceso le ha permitido una mejoría. “Me siento muy bien. Estoy tranquilo, estoy feliz. Estoy contento de cómo estoy haciendo las cosas. He ido progresando un montón durante el año a nivel del vestíbulo y de la mano, a nivel de tenis y a nivel de conciencia y conocimiento en mi deporte, en lo que necesito; en lo que me hace bien fuera de la cancha y en lo que no. Así que contento”, indicó en El Deportivo.
“Empezó en Roland Garros del año pasado. Ya llevo más de un año con el tema. Y creo estar en la recta final. Todavía necesito un par de meses más para sentir que esto lo puedo dejar atrás. Sigo con fe de que me puedo recuperar al 100%, espero que sea así. La semana pasada empecé a trabajar con una francesa que se dedica a la neurovisión, hice como cuatro horas de diferentes ejercicios y pruebas. Estoy esperando que me den los resultados de eso y después poder hacer un buen plan de recuperación, muy específico. Estoy muy contento y afortunado de haber encontrado a esta chica. Me hubiera encantado haberla encontrado antes, pero bueno, las cosas en la vida llegan cuando llegan no más”, añadió.
Estrés y posibilidad de no recuperarse
Por otra parte, Jarry reveló detalles inéditos sobre el cuadro de estrés que sufrió, que terminó desencadenando la neuritis vestibular. En ese sentido, la doctora Constanza Beltrán, otorrinolaringóloga, docente e integrante del Centro de Oído de la Clínica Universidad de los Andes, le explicó a El Deportivo cómo situaciones de tensión pueden traer este tipo de consecuencias.
“La neuritis vestibular, en definición, es una inflamación aguda del nervio vestibular de uno de los oídos. Hasta hace algún tiempo atrás se creía que era viral, pero la verdad es que los trabajos actuales no han logrado demostrar eso mismo. Ahora sabemos que las inflamaciones pueden ser por virus, o sea, por ejemplo, un COVID te puede dar una neuritis vestibular, un herpes te puede dar una neuritis vestibular, enfermedades autoinmunes. Son secundarios a una baja de defensas”, explicó la especialista.
La también médico cirujano indicó que situaciones de este calibre pueden provocar la severa enfermedad que sufre el tenista chileno. "Si estoy muy estresado y sometido a mucha presión, me pueden bajar las defensas y eso presentarse como una neuritis vestibular sin necesariamente tener una infección viral“, señaló Beltrán.
Por otra parte, aseguró que existe la posibilidad de que Jarry nunca se recupere completamente. “Lo que sabemos ahora, en 2025, es que hay pacientes que se recuperan toda su función al 100%, pero hay pacientes que no recuperan la función por completo y no sabemos por qué. El paciente sigue con molestias. En su caso, un deportista de alto nivel, en que el ojo se está moviendo constantemente y tú te estás moviendo constantemente, no solamente el ojo, sino que en desplazamiento mientras el ojo mira la pelota. Eso es puro reflejo de círculo ocular. Entonces, si no recupera esa falla, probablemente le repercuta mucho", explicó.
También existen casos en que pese a que los oídos logran compensarse, pero siguen sin alcanzar una recuperación total. “Hace algunos años atrás, se consideraba que un paciente puede recuperar la función en un 100% después de un mes. La compensa, por decir así. Es decir, mi cerebro toma la función del oído y la lleva a un nuevo cerebro que no permite ninguna molestia. Pero ahora, los reportes del 2025, indican que pacientes que tienen neuritis vestibular y que no se recuperan, que ha pasado un año, y tú lo ves en los exámenes, y no se recuperan. En el fondo, tú ves que esos pacientes no han logrado recuperar ese reflejo después de un año, por lo tanto, ya no lo van a recuperar. Entonces, uno tiene que empezar a trabajar en compensarlo, y la compensación en gente de alto nivel de rendimiento como él, es súper compleja", sentenció la especialista.
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