Embajada en Palestina: la salida de libreto de Boric que sorprendió a la canciller Urrejola

El Jefe de Estado participó anoche de una actividad navideña con la comunidad palestina en Chile. Ahí, anunció -sin avisarle previamente a la ministra Antonia Urrejola- que su gobierno elevará a embajada el rango de su actual oficina de representación en ese Estado, el que es reconocido como tal desde 2011 por parte de nuestro país. En la comunidad judía, más que el anuncio en sí mismo, cayó mal el tono de sus palabras.


No se lo anticipó a su canciller, Antonia Urrejola, y generó sorpresa en sectores del mundo diplomático. El anuncio que hizo anoche el Presidente Gabriel Boric de establecer una embajada de Chile en Palestina -en el marco de una celebración navideña con la comunidad de ese Estado- no estaba contemplado.

Si bien había sido conversado al interior del gobierno, no estaba en los planes iniciales de lo que sería una cita de camaradería y buenos deseos de fin de año. De hecho, tanto es así, que fue una sorpresa que el Jefe de Estado tomara la palabra.

“Una de las decisiones que tenemos como gobierno, creo que no lo habíamos hecho público, me arriesgo con esto, es que vamos a elevar el carácter de nuestra representación oficial en Palestina: del encargado de negocios de hoy día vamos a abrir una embajada durante nuestro gobierno”, dijo el Presidente entre aplausos. Sus palabras, sin embargo, no pasaron desapercibidas: abrieron un debate sobre las implicancias políticas de su señal y sobre el tono que utilizó para referirse al conflicto con Israel.

No es la primera vez que Boric no notifica previamente a la canciller de una decisión. Lo mismo ocurrió cuando se negó a recibir las cartas credenciales del embajador de Israel, Gil Artzyeli. En esa oportunidad, la ministra -luego de ser notificada de esa determinación-, le advirtió a Boric las consecuencias diplomáticas de ese gesto, aunque sin lograr convencerlo. En esa ocasión, la relación con ese país se tensionó y la cartera dirigida por Urrejola intentó contener que pasara a mayores.

En la Cancillería, en todo caso, desdramatizan que el Presidente no le haya notificado a la ministra debido a que, explican, ella estaba al tanto del plan general del Mandatario.

Pero esta vez Boric no solo se salió de libreto, sino que también cometió un error en su intervención -que no pasó inadvertido en círculos diplomáticos- al señalar que hoy Chile tiene solo un encargado de negocios en Palestina. Lo cierto es que en este momento existe una oficina de representación en ese Estado, a cargo del embajador acreditado Christian Hodges-Nugent. Por lo que, en realidad lo que hará el Mandatario -según explican en el Ejecutivo- es elevar la categoría de esa oficina a la de una embajada propiamente tal.

“Desde 1998 Chile cuenta en Ramallah con una Oficina de Representación ante el Estado de Palestina. Esto ha sido parte de la política exterior de Chile desde esa fecha. El Presidente Boric ha anunciado que Chile elevará el nivel de representación diplomática, avanzando hacia la constitución de una embajada ante el Estado de Palestina”, detalló la canciller esta mañana en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Leyendo una declaración -que buscó aclarar el anuncio y evitar que el tema escalara a un lío diplomático con Israel-, la secretaria de Estado recalcó que “lo importante acá es que tanto el Estado de Israel como también la comunidad judía, entiendan que esto es parte de la política exterior, nosotros continuamos reconociendo a ambos Estados y también el derecho de ambos Estados a existir de manera segura y en paz”.

Más allá de lo formal, en el gobierno no niegan que esta es una señal política y -refuerzan- va en línea con el reconocimiento de Palestina como un Estado legítimo que hizo el Presidente Sebastián Piñera en 2011. Las mismas fuentes señalan que fue el 11 de marzo cuando Boric conversó con representantes de Palestina sobre esta posibilidad y, desde ahí, que se fijó dentro de los horizontes de la política exterior de su administración.

Pese a eso, en el gobierno saben que esto podría no caer bien entre las autoridades israelíes, sobre todo, con el precedente de lo ocurrido con el embajador de ese país. En el Ejecutivo, en todo caso, esperan que tanto Israel como la comunidad judía entiendan la señal hacia Palestina como una continuidad de lo que se ha venido haciendo desde su reconocimiento formal como Estado.

Autoridades del gobierno del expresidente Piñera aseguran que si bien en su momento se evaluó tomar la misma determinación, se desestimó por eventuales costos en la relación con Estados Unidos y otros países del Medio Oriente que daban su respaldo a Israel. “Es el paso natural. Pero tiene sendos riesgos de convertirse en un nuevo bache en la relación con Israel”, dice un expersonero de esa administración sobre la apertura de una embajada en Palestina. Otro problema que advierten esas fuentes es el proceso de acreditaciones diplomáticas que, según afirman, debiera hacerse ante la cancillería israelí.

La determinación de Boric, en todo caso, fue respaldada por figuras como el propio Piñera. “Es un paso adelante”, dijo el exjefe de Estado. “Chile tiene una política muy clara: reconoce y respeta el derecho a el pueblo palestino y el pueblo israelí de vivir en un estado soberano, autónomo, en paz”, agregó.

El excanciller Heraldo Muñoz (PPD) aseguró, a su vez, que “esta decisión va en línea con lo que Chile ha venido haciendo desde el reconocimiento formal del Estado de Palestina y la designación de un embajador ante la Autoridad Palestina”, aunque advirtió que “este acto, por cierto, debe ser en el marco de la política de dos Estados, Palestina e Israel, conviviendo en paz, con fronteras seguras y reconocidas internacionalmente”.

Sin embargo, el exministro de Piñera, Roberto Ampuero, manifestó que “recomiendo especial tino y prudencia al referirse a situaciones sensibles para países con los cuales mantenemos vínculos especialmente estrechos. Las relaciones internacionales de un país son como la confianza que genera y su prestigio: se construyen lentamente pero pueden menoscabarse abruptamente por palabras mal escogidas, emociones pasajeras o metáforas desafortunadas”.

El tono de Boric y la incomodidad de la comunidad judía

El embajador de Israel en Chile se enteró del anuncio del Presidente anoche, cuando se subía a un avión a Colombia. Según quienes conversaron con él, su mayor incomodidad no fue por la apertura de una embajada en Palestina, sino por el tono con que el Presidente Boric se refirió al conflicto.

“En las últimas décadas el liderazgo palestino ha dedicado todos sus recursos y esfuerzos para aniquilar a Israel, incluido asociarse con Hitler, llevando solo miseria a su gente. Su idea no es vivir en paz alado de Israel sino borrarla del mapa. La salida es negociación directa”, escribió esta mañana en su cuenta de Twitter, a solo horas del anuncio del Presidente, el embajador Artzyeli, aunque sin hacer alusión directa al Mandatario.

“Es un momento para reflexionar también sobre los sufrimientos, y ante los sufrimientos no podemos ser ajenos y no podemos ser protocolares. Hoy, estando acá, en el Club Palestino, no podemos olvidar a una comunidad que está sufriendo una ocupación ilegal, que está resistiendo, una comunidad que está viendo violados sus derechos y su dignidad y eso es absolutamente injusto (...). Eso hay que decirlo con todas sus letras, no solamente con palabras alambicadas o gestos de buena crianza. Permítanme una pequeña digresión: mi cortina de ducha es un mapa del mundo, entonces cada vez que me ducho veo distintas partes del mapa y trato de aprenderme las capitales (…) Y siempre me violenta mucho mirar a Medio Oriente y no ver a Palestina”, había dicho anoche Boric.

El exdiputado y director de Estudios de Públicos de la comunidad judía en Chile, Gabriel Silber, explicó así la recepción que tuvieron sus declaraciones: “Estuvimos hablando esto con el embajador... Si hay una embajada esperamos que promueva la democracia, que promueva los derechos de las mujeres, religiosas, sexuales. Como comunidad judía no estamos en contra de la embajada. Pero el discurso del Presidente anoche es absolutamente anti israelí. Hubiésemos esperado un discurso más fraterno, donde llamara al encuentro a los dos pueblos. No instalar un discurso de odio, a propósito de su anuncio”.

Desde ese mundo aseguran que, incluso antes del episodio de anoche, ya se había incubado cierta incomodidad con el Mandatario. Pese a que valoran que se haya organizado una ceremonia de Janucá la semana pasada en La Moneda, no cayó bien que en esa oportunidad el Jefe de Estado no haya tomado la palabra para entregar un mensaje ese día como hacían sus antecesores. Tampoco usó la kipá, gorro utilizado tradicionalmente por los hombres judíos.

La embajada de Israel prefirió no emitir comentarios institucionales, aunque no descartaban -al cierre de esta edición- que se solicite una reunión a la Cancillería para abordar este asunto.

En tanto, la comunidad palestina valoró el anuncio del jefe de Estado. “La comunidad palestina de Chile agradece el anuncio hecho por el Presidente de la República (...). Esta es una acción concreta que sitúa a Chile en la vanguardia del respeto de sus obligaciones como miembro de Naciones Unidas, dando un ejemplo, digno de imitar al resto de los países de la región y el mundo”, señalaron en una declaración pública.

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