La recta final de la elección para nuevo rector (o rectora) de la Universidad de Chile

El 12 de mayo se llevarán a cabo las votaciones que buscarán entre cuatro candidatos –Kemy Oyarzún, Sergio Lavandero, Rosa Devés y Pablo Oyarzún- al sucesor de Ennio Vivaldi como máxima autoridad en la Casa de Bello. Los candidatos despliegan por estos días sus últimos esfuerzos para al menos avanzar a segunda vuelta.


En 16 días más –el viernes 13 de mayo- la comunidad académica de la Universidad de Chile sabrá, cuando menos, quiénes son las o los candidatos que avanzarán a la segunda vuelta de las elecciones que buscan a un nuevo rector y que sucederá a Ennio Vivaldi, quien deja el cargo tras ocho años. Ese día se conocerán los resultados de la elección que se hará el día anterior, y dentro de la Casa de Bello dicen que es poco probable que haya una mayoría absoluta en primera vuelta, por lo que desde ya se vislumbra un balotaje, el que está programado para el 31 de mayo.

Para acceder a él, los cuatro académicos que inscribieron su candidatura están desplegados para intentar captar votos y preferencias de los aún indecisos, sobre todo considerando que los sufragios tienen distintas ponderaciones, dependiendo de su categoría académica. Así, reuniones, actividades y debates han sido por estos días (y lo seguirán siendo) una constante en Kemy Oyarzún, Sergio Lavandero, Rosa Devés y Pablo Oyarzún.

En ese sentido, la comunidad se prepara para presenciar otros cuatro debates, además de los que ya se han realizado: el viernes 29 de abril en Juan Gómez Millas, el martes 3 de mayo en el Senado Universitario, el miércoles 4 de mayo en las facultades de Ciencias Químicas y Farmacéuticas y de Odontología, y el jueves 5 de mayo en Casa Central. De ese último se tienen altas expectativas, más aún en el entendido que hay dos mujeres que aspiran a ser la primera rectora en la historia de la U. de Chile.

Pero los aspirantes también han desplegado sus propias agendas. Así por ejemplo, Devés -quien es vista como la candidata más cercana a Vivaldi- comenzó a reunirse con académicas y académicos de todas las facultades e institutos de la casa de estudios a partir del 1 de abril, cuando tomó un permiso administrativo de sus labores de vicerrectora de Asuntos Académicos. Hasta aquí, sus cercanos cuentan que en poco más de tres semanas de campaña ha participado en 31 actividades, entre reuniones y debates, como el foro ‘Hacia dónde debe ir la Chile’ o el debate de la Asociación Nacional de Funcionarias/os y Académicas/os de la Universidad de Chile.

“En los días que vienen se intensificarán los diálogos entre los candidatos y candidatas a través de los debates y esto permitirá clarificar las diferencias de las distintas propuestas, y al mismo tiempo potenciar los aspectos que son comunes a todas las candidaturas”, dice al respecto la propia candidata, quien tiene al menos una decena de actividades programadas y quien agrega que está contenta por “el gran apoyo recibido durante este tiempo, el que hemos compartido públicamente a través de testimonios y otras expresiones de académicos y académicas”.

Y añade: “La campaña nos ha brindado la oportunidad de reflexionar colectivamente sobre los desafíos de la Universidad de Chile y de proyectar el trabajo futuro. Se ha dado con un espíritu universitario, como corresponde a nuestra institución, que debe dar ejemplo de una conversación marcada por el respeto mutuo y la valoración de las diferencias”.

El camino a la elección, coinciden otros candidatos, ha sido limpio, más allá de las diferencias propias de cada aspirante. “En este proceso lo relevante son las ideas, los debates y las trayectorias, las afinidades y las diferencias que se ponen de manifiesto y que le permiten a la comunidad expresar su voluntad de manera informada. Es lo propio de una universidad pública”, señala al respecto el candidato Pablo Oyarzún.

El profesor titular de Filosofía y Estética de su institución destaca hasta aquí los debates que ha protagonizado junto a los otros candidatos “por el buen tono y la variedad de las propuestas, que precisamente es lo que hace que la comunidad vote con reflexión y fundamento, en una universidad que privilegia el diálogo”.

Por su parte, Kemy Oyarzún tiene consideradas visitas próximas a distintos estamentos universitarios, como los departamentos de Estudios Pedagógicos y Tecnología Médica, un foro en la Mesa de Extensión o las facultades de Derecho y Odontología, entre otras.

Las elecciones han constituido una instancia pluralista de escucha protagónica de las comunidades con las que nos hemos encontrado”, dice de entrada Kemy Oyarzún, quien confiesa que, tal vez, “quien más haya aprendido en este proceso soy yo, la candidata”. Y cierra: “Llegamos para liderar un cambio necesario y fundamental”.

Asimismo, Sergio Lavandero expone que el proceso ha sido singular puesto que se realiza en un momento histórico pospandemia. “El despliegue de las ideas y propuestas hacia las unidades y sus académicos ha asumido el formato híbrido, lo que complejiza el acercamiento cara a cara, esencial cuando se trata de una elección donde se deciden los rumbos institucionales”. No obstante, añade, ha habido una disposición “destacable de todos para contribuir a la diseminación de los programas, a la conversación abierta y plural, a la búsqueda de espacios de debate para lograr un voto informado y para escuchar las propuestas y vivencias de los distintos estamentos”.

Aún así, ve como algo a superar, y que dice relación con las diferencias en la posición de poder institucional y el tiempo en ella, que ocupan los candidatos. “Son algunas desventajas en la información y conocimiento de los perfiles de quienes postulamos, pero ello no ha incidido en el trato digno y respetuoso que todos nos debemos como miembros de una comunidad universitaria”, concluye.

El afiche de uno de los cuatro debates que aún restan en el marco de las elecciones para rector de la Universidad de Chile.

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