Renato Garín, eventual candidato a constituyente: “Con la convención, el Congreso va a ser una especie de Juzgado de Letras”

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De ganar el 'apruebo' en el plebiscito, el diputado exRD quiere postular a cualquiera de las dos instancias -mixta o 100% electa- en la que se debatirá una nueva Carta Magna. "En el Congreso, como está, no me siento útil en el día a día", dice.


En menos de dos meses se decide si hay o no nueva Constitución y qué convención sería la elegida para redactarla. En el Congreso, sólo seis parlamentarios señalan que estarían dispuestos a participar de ambas convenciones. Es decir, en caso de que haya una convención mixta usar su calidad de diputados y en caso de que sea convención constituyente, renunciar a su escaño para hacer campaña y formar parte de ciudadanos electos para esta tarea.

Renato Garín (33) es uno de ellos, actual diputado por el distrito 14, Región Metropolitana. “En el Congreso, como está, no me siento útil en el día a día", comenta Garín, quien en marzo de 2019 renunció a Revolución Democrática pero sigue manteniéndose en el Frente Amplio. "Entonces me parece que si uno quiere ser protagonista de la política, tiene que estar disponible para instancias como esta”.

Cree en un estado federal, un semipresidencialismo y que una próxima Constitución debe asegurar una plurinacionalidad, además de ser breve. Para él, el problema de que sea extensa es “la cantidad de detalles que se van incluyendo en la Constitución, van dejando sin espacio a la política democrática normal, al debate parlamentario del día a día”.

-No está claro todavía si podré competir, tengo que saltar varias vallas todavía, porque mi escaño pasaría de vuelta a Revolución Democrática, que en este momento para mi no es nada agradable. Ciertos dirigentes del Frente Amplio como la directiva de RD están por impedir que algunos de nosotros lleguemos a esa instancia y están por que ojalá desaparezcamos del plano político.

De ser constituyente, ¿cuál será su “bandera de lucha”?

Hay tres o cuatro elementos clave. Primero en la forma del Estado, creo que deberíamos avanzar hacia un estado regional federalizado; en la forma de gobierno yo estoy por un semipresidencialismo con primer ministro o con jefe de gabinete, por así decirlo. Pienso en una figura presidencial atenuada, si es que hay presidente, porque puede ser la figura del primer ministro y en equilibrio con el parlamento pero tampoco excediéndose, porque el parlamentarismo excesivo tampoco me gusta. Después hay cosas más puntuales. Me parece que la nueva Constitución debiera ser plurinacional. Esas tres cosas me parecen fundamentales en lo estructural. Después, en la forma de la Constitución, no me parece trivial la extensión de la Constitución. Esta no puede ser una de 300 artículos, me parece que tiene que ser corta, ojalá menos de cien artículos.

¿Cuál es el principal problema de que sea larga?

Que al ser tan larga, la cantidad de detalles que se van incluyendo en la Constitución, van dejando sin espacio la política democrática normal, va dejando sin espacio el debate parlamentario del día a día.

¿Hay algo rescatable de la actual Constitución?

Sí, me parece que el rol del Banco Central hay que mantenerlo. No se puede permitir que lo políticos metan la mano en la política monetaria del país, tiene que seguir siendo una institución independiente. Después me parece que la estructura del Ministerio Público hay que reformarla, pero también me parece bien que sea una instancia independiente. También me parece correcta la manera en que la Constitución, desde la reforma del 2005, ha ido achicando el rol de los militares en la institucionalidad, deben ser una institución subordinada al poder civil, no una institución deliberante como lo era antes.

¿Quiénes debiesen conformar la convención?

Depende. Si gana la convención 100% electa, quienes postulen, van a ser en general los políticos de los partidos políticos que se encuentran en retaguardia, personas que perdieron elecciones o están hoy fuera del ámbito parlamentario ejecutivo. Espero que haya un espacio para independientes también. A mi me cae muy bien Jorge Baradit, somos bien amigos, yo creo que sería un gran candidato. El propio James Hamilton, la Olivia Monckeberg, me parece que Alejandra Mustakis también puede ser un aporte desde el mundo de los microempresarios, José Maza. Es decir, personas con reputación pública que le den cierta solvencia institucional de cara a la gente a esto.

“No hay marco definido respecto de la representación de intereses ante convencionales”

Usted escribió un libro que hablaba del lobby, “Lobby Feroz”. ¿Cuáles son los riesgos que puede haber en la convención por este tema?

Es una muy buena pregunta. No hay un marco definido respecto de cómo va a ser la representación de intereses privados ante los convencionales y si acaso ellos van a ser una especie de parlamentarios que van a recibir lobby todo el tiempo y que van a transformar la convención constitucional en un espacio de lobby. Hay que tener reglas equiparables a la ley 20.730 de Lobby, pero hay que trabajar en cosas específicas y tampoco puedes prohibirle a los convencionales que tengan actividad privada. Habrá que entrar a picar finito entre el límite de la representación válida de intereses privados con el lobby legal.

¿Cómo recomendaría abordarlo entonces en una posible convención?

Primero, tomar como marco lo que ya hay, que es la ley 20.730, y adecuarla para reglas de la convención. Luego, la convención va a tener que decidir si acaso va a haber normas de puerta giratoria, normas de incompatibilidades. Porque, por ejemplo, si tenemos a un constituyente que es gerente de una empresa, ¿va a tener que renunciar? ¿Va a ser dedicación exclusiva? ¿Va a poder hacer lobby? Hay una serie de preguntas trascendentales que hay que contestar las primeras semanas de la convención.

En el caso de hacerse una convención con fines constitucionales, ¿cuál será el rol del Congreso?

Yo creo que el Congreso va a pasar a ser una especie de Juzgado de Letras. O sea va a pasar a ser una institución de segundo orden, muy impopular, con muy poca relevancia pública. Los grandes asuntos del país van a estar en la convención.

Pero van a tener que seguir discutiendo leyes…

Sí, pero van a ser cada vez menos relevantes, cada vez más arrinconados por la discusión constitucional. Porque va a haber muchos temas en los que se va a decir: ¿para qué avanzamos en una ley si está la convención constitucional discutiendo esto?


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