Silencio republicano: partido instruye no hablar a sus consejeros constitucionales para evitar ‘fails’

José Antonio Kast

La semana pasada, durante el cónclave de la colectividad, se les pidió a los nuevos representantes ser "disciplinados" y no realizar intervenciones públicas sin la autorización del partido. La medida, dicen sus dirigentes en privado, es una señal de "responsabilidad" en el marco del proceso constituyente, donde tienen la hegemonía del órgano redactor.


¿Por qué cresta siendo mayoría tenemos que llegar a acuerdos con la minoría? Que ellos (la izquierda) se lo ganen, aquí el problema es de ellos, no de nosotros”.

Esa fue una de las declaraciones que emitió el consejero electo del Partido Republicano Luis Silva, quien el domingo, en entrevista con el Diario Financiero, abordó cómo será el comportamiento de sus pares republicanos en el Consejo Constitucional, cuyo trabajo se iniciará el próximo 7 de junio.

Sus dichos generaron incomodidad en el Partido Republicano debido a que contravienen las señales que ha querido instalar la colectividad desde el domingo 7 de mayo, cuando lograron sacar 23 de los 51 escaños del nuevo órgano constitucional, teniendo hegemonía en la nueva instancia.

Un escenario que superó las expectativas del partido y que, por lo mismo, ha obligado a tener una estrategia comunicacional que apunta a dar señales de diálogo y de elaborar una Carta Magna que sea transversal. Esto, con el objetivo de distanciarse de la fallida Convención Constitucional, donde la izquierda, dicen, impuso sus puntos de vista, algo que no quieren replicar desde la vereda derecha.

Entre los republicanos hay conciencia de que el cómo se desarrolle el proceso constitucional incidirá en el proyecto político del partido y en las aspiraciones presidenciales de José Antonio Kast, ya que, de terminar mal, los responsabilizarán a ellos y le endosarán el fracaso a Kast.

Luis Silva, en los estudios de La Tercera TV

El mismo exabanderado presidencial, en entrevista con La Tercera Domingo, recalcó que “esperamos que la nueva propuesta deje conforme a la mayoría de los chilenos, no a la mayoría del Partido Republicano”. Sus declaraciones no fueron al azar, sino que forman parte del compromiso que adquirió el partido con el proceso constitucional y el rol que jugarán en la elaboración de la nueva Carta Fundamental.

Por lo mismo, la entrevista de Silva es parte de lo que quieren evitar y que se suma a otras declaraciones que han sido consideradas como “desafortunadas”, entre ellas, la del diputado Johannes Kaiser, quien durante la semana pasada puso en duda el cumplimiento de las 12 bases constitucionales, acordadas en diciembre pasado y que actualmente forman parte de la Constitución. Un cuestionamiento del cual la directiva del partido, encabezada por Arturo Squella, se distanció.

Por esta razón, en el cónclave de la colectividad, que se desarrolló entre el miércoles y jueves pasado en la Región de Valparaíso, una de las instrucciones que dio la directiva a los dirigentes presentes es que las decisiones comunicacionales (solicitud de entrevistas, declaraciones) quedaran a cargo del partido, el que deberá autorizar las apariciones públicas de los consejeros electos.

El objetivo de esta medida, dicen las mismas fuentes, es evitar flancos comunicacionales y que se les cuestione las intervenciones ad portas de que inicien el trabajo para elaborar la nueva Carta Magna. En esa línea, en el cónclave de la semana pasada -según presentes-, Kast llamó a los consejeros electos a ser “prudentes”, mientras que uno de los vicepresidentes de la directiva, el diputado José Carlos Meza, les recomendó ser “disciplinados” y no correr con “colores propios”.

Y desde ese día, los consejeros electos, hasta ahora, han respetado esa instrucción. De hecho, en el partido recalcan que la entrevista a Silva se realizó antes del encuentro republicano de la semana pasada. Y que apenas se publicó se contactaron con el consejero electo por la Región Metropolitana para ver una “bajada comunicacional” y rectificar lo dicho.

Silva, en todo caso, según transmiten en su entorno, estaba consciente del error y una vez que salió publicada la entrevista se dio cuenta que había dado declaraciones desafortunadas y que era el otro mensaje que quería transmitir. Así, en su cuenta de Twitter publicó ayer, a las 14.43, que “debo reconocer que no fue una buena entrevista hoy en el Diario Financiero. Nosotros estamos dispuestos a conversar siempre y haremos todos los esfuerzos para sacar este proceso adelante, y eso necesariamente incluye escuchar al otro e incorporarlo al debate, lo que haremos”.

La Tercera contactó al menos a siete candidatos electos de los republicanos para conocer sus actividades de los próximos días, sin embargo, algunos no contestaron, mientras que otros indicaron que no podían hablar con la prensa.

En la colectividad, en todo caso, transmiten que la idea es que durante las próximas dos semanas los consejeros electos se mantengan en silencio y se dediquen a preparar el trabajo que harán en el nuevo órgano. Y para eso, según informaron la semana pasada, conformaron un comité de instalación. Este está integrado por los electos Silva, Sebastián Figueroa, Antonio Barchiesi, María Gatica, Ninoska Payauna, Ángeles López y Patricia Spoerer. Ellos se reunirán estos días para comenzar a delinear las bajadas, elegir jefe de bancada y las primeras señales que darán en el Consejo Constitucional.

Así, el objetivo es que una vez que ya tengan el diseño de trabajo claro en cuanto a contenido, funcionamiento y otras decisiones ahí comenzarán con el despliegue comunicacional.

El estilo hermético del Partido Republicano, en todo caso, no es nuevo. Es un diseño que han implementado con mayor o menor medida desde que llegaron al Congreso con la bancada de diputados. En 2021, los republicanos escogieron a 14 parlamentarios, los cuales también en un comienzo tuvieron apariciones públicas “controladas”, con el objetivo de evitar errores.

Este diseño, incluso, generó ruido entre los propios parlamentarios electos. Por ejemplo, Gloria Naveillán renunció el año pasado a su militancia acusando que el partido “funciona como una secta”.

Entre algunos dirigentes de la tienda, en todo caso, afirman que “no es hermetismo, sino responsabilidad”. Asimismo, recalcan que más que instrucciones, corresponde a “acuerdos” alcanzados.

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