Columna de Adolfo Garcé: Elecciones en Uruguay, incertidumbre máxima
Por Adolfo Garcé, Departamento de Ciencia Política Facultad de Ciencias Sociales Universidad de la República Uruguay.
El domingo pasado hubo elecciones nacionales en Uruguay. Se votó por la Presidencia, la renovación total de las dos cámaras (30 senadores, 99 representantes) y dos plebiscitos de reforma constitucional sobre temas de política públicas (seguridad social y allanamientos nocturnos en hogares). Ninguno de los plebiscitos fue aprobado y ninguno de los partidos logró la mayoría exigida para alcanzar la Presidencia.
El Frente Amplio logró la mayoría en el Senado, pero ninguno de los partidos logró mayoría en la Cámara de Representantes. Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio, y Álvaro Delgado, del Partido Nacional, pasaron a la segunda vuelta, que se realizará el 24 de noviembre.
Aunque el Frente Amplio obtuvo 45% de los votos emitidos no tiene asegurado el triunfo en el balotaje. En verdad, la candidatura de su rival tiene el apoyo de todos los partidos que integran la actual coalición de gobierno que lidera el Presidente Luis Lacalle Pou. La suma de los votos emitidos a favor de todos los partidos que apoyan a Delgado alcanza el 48%, es decir, 3% más que la votación recibida por el Frente Amplio. La diferencia es tan pequeña que cualquiera de los candidatos podría alzarse con la victoria en la segunda vuelta. No es posible anticipar cuál de los dos terminará triunfando.
Se pueden, en cambio, realizar dos aseveraciones. En primer lugar, está claro que desde el punto de vista de la gobernabilidad el país ingresará en una etapa diferente. Quedarán atrás 20 años de gobiernos con mayoría parlamentaria (desde 2005 en adelante). Gane quien gane, estará obligado a negociar con el que pierda.
En segundo lugar, también está claro que en Uruguay seguirá prevaleciendo la lógica incremental, gradualista, característica de la economía política de sus políticas públicas. Si gana Orsi, leve movimiento hacia la izquierda (crecimiento con igualdad, a través del Estado). Si gana Delgado, énfasis en el papel de la empresa y en la magia de la libertad económica.