Gonzalo Ibáñez (IND-RN), candidato a consejero: “Somos un país constituido y no hay espacio para refundaciones”

Gonzalo Ibáñez.

El candidato RN por Valparaíso defiende que haya continuidad con la tradición constitucional del país. Promueve cambios del sistema político, pero plantea “un riesgo de anarquía” por temas como las iniciativas populares de ley.


Dice que hay gente en el terreno que se acuerda de él. Hace 17 años que el candidato a consejero constitucional por Valparaíso, Gonzalo Ibáñez (ind RN), dejó su puesto como diputado por Viña del Mar, pero hoy espera retomar una función pública para elaborar una nueva Constitución.

¿Cuál será su bandera de lucha?

La identidad de Chile consigo mismo, el hecho de que ya somos un país constituido y no hay espacio para refundaciones ni creaciones a partir de cero o páginas en blanco. Tenemos una historia que respetar y proyectar hacia el futuro. Tratar de dividir a Chile en naciones es una cosa artificial y peligrosa porque nos convierte en antagonistas unos de otros.

¿Qué aprendizaje saca del proceso anterior?

Que una Constitución no se puede redactar a partir de la ideología, sino que de la realidad. Y reconocer que el país está constituido, y la Constitución tiene que reflejar eso. Si no, es una manera de destruir al país, que era lo que pretendía el proceso. Enseñanzas positivas prácticamente no se saca ninguna.

¿No hay nada que recogería?

Probablemente haya algunas cosas que estudiar. Pero no cuestiones que no estén en nuestra tradición constitucional. No tenemos que inventar la pólvora en materia constitucional.

Su familia está ligada al tema educación. ¿Qué propondría sobre eso?

Ciertamente tanto la educación como la salud son dos aspectos extremadamente preocupantes para la ciudadanía. Nosotros tenemos que sacar experiencia de nuestro pasado. Hemos visto cómo cuando el Estado se dedica a cumplir esas funciones lo hace pésimo. Es menester combinar la iniciativa privada, las libertades personales, con un financiamiento estatal. Que el Estado se preocupe de financiar pero no de la gestión.

¿Qué espera de los republicanos en este Consejo?

Siento bastante afinidad con la gente del Partido Republicano. No me siento para nada incómodo. Podemos buscar buenos acuerdos. Tenemos principios comunes de la libertad, la responsabilidad personal, capacidad de entendimiento. La necesidad de fortalecer nuestras policías para combatir la delincuencia. No creo que vaya a haber inconveniente en trabajar con ellos.

Se dice que como ellos no participaron del proceso constituyente, podrían no promover los cambios.

No creo. Si ellos participan, es porque están dispuestos a colaborar razonablemente. Yo también voté Rechazo como RN y la UDI. Y ninguno está por obstaculizar el proceso.

Yo quería mantener el resultado del 4 de septiembre que la Constitución actual seguía vigente. Pero ya que se resolvió de otra manera, bueno, hay que lealmente trabajar por una nueva Constitución.

La comisión experta planteó un umbral del 5% para que los partidos puedan tener representación parlamentaria.

Estoy de acuerdo. Lo que es muy importante es crear un sistema que incentive la no proliferación de partidos como lo vemos ahora, que hace imposible una base política de la nación. Está demasiado atomizado el espectro de partidos políticos. Es todo lo contrario a cuando yo era diputado, que estaba el sistema binominal. Tenían que concentrarse y eso era positivo. Tenemos que robustecer a los partidos políticos.

¿Y respecto de que cesen en su cargo parlamentarios que se vayan de sus partidos?

La disciplina partidaria es importante y probablemente sea conveniente, llegado a casos extremos, que se pueda desvincular a gente.

¿Qué cambiaría al sistema político?

Los países tienen su idiosincrasia, su identidad, historia y tradiciones. Es dentro de ellas que hay que moverse. Porque cuando uno las quiebra se producen situaciones extremadamente graves. Tenemos que avanzar en soluciones pero dentro de lo que ha sido lo nuestro. Presidencialismo, con algunas limitaciones. Cuando se trató de modificar esto se tuvo que modificar a favor del Presidente de la República, como cuando se quitó al Parlamento la iniciativa en materias que involucraran gasto. Porque el Parlamento estaba destruyendo la economía del país.

Tenemos que tener mucho cuidado. Nosotros con el sistema presidencialista hemos andado razonablemente bien. El Parlamento es un contrapeso, pero no haría una modificación sustantiva.

¿Y otros cambios?

Tendría mucho cuidado con esta idea de iniciativas populares de proyectos de ley. Al final se puede atrofiar el Parlamento. Ahí es donde uno tiene que darle fuerza a los partidos como instrumento de mediación entre la ciudadanía y el poder político. Cuando uno empieza a dejar de lado a los partidos y a ir a una democracia directa, hay un riesgo de anarquía muy potente.

¿Respecto de Valparaíso qué le gustaría impulsar?

La descentralización. Valparaíso era la capital del comercio exterior y eso se terminó, porque las empresas se acabaron o se fueron a la capital. La concentración del poder económico en Santiago sigue similar. Quiero dejar en la nueva Constitución incentivos a través de una política tributaria para que las empresas dejen la capital y vengan a las regiones y castigo si continúan en Santiago.

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