La importancia de la cadena de valor de la minería para el desarrollo del país

Más de 650 mil personas trabajan en la industria minera y en actividades vinculadas a ellas; quienes son parte del sector, trabajadores y proveedores de servicios e insumos, están ubicados entre las regiones de O'Higgins y Arica y Parinacota, lo que se traduce en un sustantivo aporte al desarrollo local, regional y nacional.



El año pasado, la minería del cobre aportó el 12,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. En regiones, este aporte alcanzó un 33,9% en Tarapacá; 51,2% en Antofagasta y un 35,9% en Atacama, destacando cuán importantes han sido esas cifras para el desarrollo de Chile y, en especial, para sus regiones.

Lo anterior ha sido posible gracias a un robusto encadenamiento productivo; es decir, mediante la cadena de valor de personas y empresas que trabajan con la minería y que generan sinergias y valor compartido. Este ecosistema está compuesto por empresas proveedoras altamente especializadas en ingeniería, logística y servicios y que, según el último Estudio de Fuerza Laboral de la Gran Minería, presentado por CCM-Eleva, representan un poco más de 3.500 empresas distribuidas principalmente en regiones de la zona centro y norte.

El ecosistema minero está compuesto por empresas proveedoras altamente especializadas en ingeniería, logística y servicios.

Según el mismo estudio, en Chile más de 650 mil personas trabajan en la industria minera y en actividades vinculadas a ella, por lo que la minería constituye un motor de generación de empleo y actividad económica en distintas zonas del país. Solo por dar un ejemplo, en regiones del norte, el empleo minero directo e indirecto alcanza hasta el 60% de la fuerza laboral.

“Si bien la minería no se detuvo producto de la crisis sanitaria, al igual que muchas actividades económicas del país, se enfrentó a diversos desafíos en la cadena logística, dada la compleja situación del transporte marítimo, aéreo y terrestre. Este resultado no habría sido posible sin el profesionalismo que demostraron quienes son parte de las empresas proveedoras”, señala Sergio Hernández, director ejecutivo de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin), entidad que forma parte de la iniciativa Red Compromiso Minero.

La industria está abocada a promover y fortalecer la formación de talentos de técnicos y profesionales, con especial énfasis en las mujeres.

En las regiones en las cuales se desarrolla la actividad minera, las organizaciones industriales y empresariales han iniciado un trabajo colaborativo en torno a la minería, y muchas de ellas se han incorporado a Compromiso Minero, como la Asociación de Industriales de Iquique y el Tamarugal (AII), la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), la Corporación para el Desarrollo de Atacama (Corproa), Corporación Industrial para el Desarrollo Regional de Coquimbo (Cidere), y la Asociación de Empresas de la V Región (ASIVA).

“Compromiso Minero es el resultado del trabajo de diferentes organizaciones que han aunado voluntades para dar a conocer su aporte al país, mostrando cómo generamos encadenamientos productivos que se traducen en progreso para nuestras regiones. En momentos en que Chile está definiendo su futuro, quienes formamos parte de Compromiso Minero buscamos contribuir con nuestra mirada, experiencia y conocimiento a este proceso de diálogo. Queremos mostrar lo que somos, nuestra cadena de valor y avances, para así establecer una estrategia que le permita a la minería y al ecosistema productivo, educacional, social y público que se vincula a ella sintonizar con un objetivo común al que todos tenemos mucho que aportar”, dice Fernando Cortez, gerente general de la AIA.

Fernando Cortez, gerente general de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA); y Sergio Hernández, director ejecutivo de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin).

“Es importante para el desarrollo integral del país que se tenga un diagnóstico y visión común respecto de la minería y su cadena de valor, respetando el medio ambiente y generando valor a las comunidades y a las personas”.

Paola Huenumán, presidenta de la Red de Ingenieras de Minas (RIM).

Desarrollo e innovación

Considerando los cambios tecnológicos y la innovación en el sector, la industria está abocada a promover y fortalecer la formación de talentos de técnicos y profesionales, generando oportunidades y desarrollo laboral. En ese sentido, al fomentar la investigación, la innovación y la formación de talento, el ecosistema minero impulsa el desarrollo no solo de la minería, sino del resto de la economía.

La tecnologización de la industria se ha transformado en un sello distintivo del sector minero, el que va a requerir de capital humano capacitado para seguir profundizando la optimización de los procesos.

A este aporte se suma el desarrollo tecnológico y emprendimientos como las startups que utilizan cobre en sus innovaciones, aprovechando las propiedades antibacterianas de este metal para hacer frente a virus o bacterias: The Copper Company, CuperScience, Laboratorio Arensburg, Copper 3D y Copper Armour, son algunos de los emprendimientos que ya han desarrollado innovadores productos en base al cobre para ser utilizados en ropa deportiva y clínica, en sábanas de hospitales, cremas e incluso en estudios con la NASA.

La mujer ha ido incorporándose a la industria minera, destacando las profesionales y técnicos en las propias faenas.

“Lejos de pretender que quienes trabajan en torno a la minería creen una relación de dependencia con las empresas mineras, el objetivo es que el ecosistema minero desarrolle una capacidad de gestión empresarial que permita expandirse hacia otras actividades, y así sentar una base productiva más amplia y sostenible en las regiones”, afirma Marcos Gómez, gerente general de la Asociación de Industriales de Iquique (AII).

Al respecto, el reciente estudio sobre Índice de Transformación Digital de Empresas Proveedoras, de abril de 2021, muestra que en transformación digital los proveedores de la minería superan el promedio nacional: cinco de cada 10 de estas empresas ya están en un nivel de líder o avanzado digital en nuestro país, lo que implica que, detrás de la minería, hay ciencia y tecnología, desarrollada tanto por las mismas compañías mineras como por las empresas proveedoras.

Marcos Gómez, gerente general de la Asociación de Industriales de Iquique (AII); y Paola Huenumán, presidenta Red de Ingenieras de Minas (RIM).

A juicio de Paola Huenumán, presidenta de la Red de Ingenieras de Minas (RIM), “es importante para el desarrollo integral del país que se tenga un diagnóstico y visión común respecto de la minería y su cadena de valor, respetando el medio ambiente y generando valor a las comunidades y a las personas. La Red Compromiso Minero es un paso en este camino, que se expresa en una participación activa de sus integrantes en la promoción de iniciativas concretas que van en línea con una industria minera moderna, competitiva, inclusiva y diversa”.

En Chile, más de 650 mil personas trabajan en la industria minera y en actividades vinculadas a ella.

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