Desempacando archivos en el MoMA

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Los 150 años de Frank Lloyd Wright. No es habitual celebrar en el MoMA la inauguración de una muestra con una torta acompañada de globos con las iniciales especialmente diseñadas, tampoco destinar a un solo arquitecto una de las salas principales del tercer piso del recientemente renovado museo; pero son los 150 años del nacimiento del arquitecto Frank Lloyd Wright –el más famoso de Estados Unidos–, los cuales animan un despliegue de gran magnitud de material original del archivo adquirido conjuntamente por el MoMA y la Avery Architectural & Fine Arts Library de la Universidad de Columbia. Una de las más grandes y completas muestras dedicadas al arquitecto.




"Unpacking the archive" reúne 400 objetos entre fotografías, planos, croquis, maquetas, piezas escala 1/1, documentos y entrevistas en formatos audiovisuales, material que conforma un cuidadoso montaje que nos muestran a un obsesivo arquitecto, un trabajo creativo donde la presencia directa de la mano se puede leer en cada trazo sin la mediatizada relación que hoy existe con un plano de arquitectura debido a la aparición del computador. Se incluye también un trabajo de interpretación y revisión de proyectos, en algunos casos poco difundidos. Cabe destacar la invitación del curador del MoMA Barry Bergdoll a un grupo de 14 académicos a "desempacar" el archivo.… su tarea: escoger un material antiguo y darle una lectura fresca y así poder contextualizar, hacer preguntas y explorar un objeto o 'cluster' de objetos de su elección y ponerlos en relación con la obra de Wright. Estas temáticas son luego detalladas por cada uno de los invitados en cada una de estas secciones que ilustran el complejo período histórico que vivió Wright, desde finales del siglo XIX, marcado por el optimismo, la gran depresión de los años 30, a las décadas después de la Segunda Guerra Mundial donde Estados Unidos experimentó un gran crecimiento demográfico y económico. "No creo que la gente vaya a irse pensando que tiene una visión agradable, completa pero diferente de Frank Lloyd Wright, sino que encontrarán a alguien que estaba continuamente experimentando y asumiendo nuevos desafíos y que sigue siendo una fuerza muy comprometida, vital y polémica", señala Barry Bergdoll, curador de la muestra.

Probablemente nadie ha logrado encarnar de manera más directa un sentido social y político para el pueblo norteamericano de la arquitectura como Whrigt, debido en parte a que su figura articula el traspaso del siglo XIX al XX, momento en que la sociedad norteamericana se consolida en cuanto a identidad y logros. La muestra nos propone a un Wright abordando prácticamente todas las escalas posibles, desde un objeto a una ciudad, siempre desde una dimensión arquitectónica.

Wright concibe la arquitectura con un componente político, interpretando en sus proyectos el modo de vida de la sociedad norteamericana que aspira a tener una relación entre naturaleza y mundo privado, que reconoce con un valor tradicional al hogar como el centro de la familia, como unidad dentro de la sociedad, rompiendo con los esquemáticos diagramas que a momentos se convirtió la modernidad en su exceso de experimentación y especulación teórica, junto con un doctrinismo que la alejó del ciudadano común y la relegó décadas después a la especulación académica.

Ajeno a teorías y discursos abstractos, la arquitectura de Wright parece mostrarnos un camino en que la creatividad está en todo momento presente, desde un marco de puerta, una ventana, el diseño de un piso, un volumen, una estructura, mostrando siempre personalidad sin temer el uso de la decoración integrada, entendida esta no como un accesorio externo sino como una espacialidad incorporada a la arquitectura, determinada por las posibilidades materiales, el manejo del color, dominio extinto en arquitectura, una actitud que en ningún momento parece renunciar al control total de la obra de arquitectura.

La visión del futuro está en ciudades con 'drones' y vehículos que interactúan con edificios en una visión muy norteamericana del desarrollo, donde la imagen del mall se funde a la de la torre, con una estética llena de curvas, un imaginario perfecto para una sociedad que se proyectaba más tecnologizada y sin duda eclipsada por el entusiasmo de sus logros espaciales.

Las grandes piezas de esta muestra son sin duda la documentación original del Gran Hotel Imperial en Japón (demolido), temprana obra con que Wright deslumbra; el Guggenheim en maqueta junto a los estudios y variaciones de este, incluidas versiones desconocidas con color, y los originales de la Casa en la Cascada. Se podría decir que a diferencia del movimiento moderno, la arquitectura de Wright se nos presenta siempre auténtica y vigente, pareciera que esta nunca entró en crisis, estando más vigente que nunca. Sin duda, definitivamente en Wright, a diferencia de otros arquitectos destacados del siglo XX, menos siempre será menos. Hasta el 1 de octubre en el MoMA. moma.org

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