#CrónicasLechonas: Cómo comerse a Alemania en la final

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Un partido histórico merece una comida a su altura, y qué mejor que probar las delicias alemanas más famosas para ir comenzando a saborear el triunfo.


Este domingo hay final de Copa Confederaciones y Chile tiene la posibilidad de ganar su tercera final consecutiva. Pero para eso, al igual que en una temporada de los Super Campeones, el rival más difícil nos espera en la final: la siempre poderosa selección de Alemania.

Pero para los que pensamos más en la comida que en la pelota, el hecho de que el encuentro ocurra a las 2 de la tarde, a la hora de almuerzo, es quizás más importante que las alineaciones de los jugadores. ¿Qué se come? ¿Quién cocina? ¿O nos unimos a la lotería de intentar con un delivery?

Si me preguntan a mi, hubiese preferido que el rival del encuentro fuera la selección de México, no tanto por el nivel del fútbol del rival, o por saber que ya les hemos ganado 7-0, sino que hubiese sido la excusa perfecta para haber improvisado un buen menú mexicano para el domingo.

Pero no, el 4-1 fue inapelable y ya tenemos contra quien enfrentarnos. Así que cambio de planes: salen las tortillas y el guacamole y llegan los pretzels y el chucrut.

Es por eso que esta semana queremos proponer lo que debería tener un menú de picoteo inspirado en las tradiciones alemanas, para empezar desde temprano a comernos a nuestro rival.

Y estas son las cosas que no pueden faltar pero ojo, las ideas las damos nosotros, las recetas, las encuentras donde tu mejor amigo.

Salen las salchipapas, entra el currywurst

El Currywurst es el picoteo por excelencia de los alemanes, tanto por la sencillez de su preparación, como por su sabor. En su descripción es muy sencilla: una vienesa o embutido, cortado en pequeños trozos, que se acompaña con papas fritas o pan y, lo más importante, cubierta por una salsa hecha con tomates y curry.

El nivel de curry dependerá de qué tan picante nos guste, pero a nosotros nos gusta bien cargado al curry, ya que el sabor dulce del tomate lo suaviza un poco. Se puede hacer una versión de cuneta, donde simplemente se mezcla ketchup con curry, pero la receta real incluye cebolla, pimentón en polvo, puré y vinagre de manzana y se sirve caliente.

El Currywurst también se puede servir en forma de hot dog, colocando la salsa sobre el embutido, aunque nosotros preferimos el método del picoteo.

Dígalo conmigo: Kartoffelpuffer

No hay dieta alemana sin una gran dosis de papa. Ya sea en una ensalada, como puré o cocidas al lado de un rico lomo kassler, las papas son la razón por la cual terminamos tan llenos y gorditos después de un festín alemán.

Y el Kartoffelpuffer, o tortitas de papa si queremos usar su nombre menos interesante, es la receta más sencilla y entretenida para tener a mucha gente contenta viendo un partido. Para prepararlas solo se necesitan como base papas y cebolla por un lado y huevos con harina por el otro.

La idea es rallar las papas hasta que queden como unas tiritas, las cuales debemos estrujar hasta que no quede nada de agua. Luego se mezclan con cebolla rallada de la misma forma y esta mezcla, recibe a los huevos y la harina previamente batidos en otro lado. Esta mezcla se toma y se fríe hasta que quede dorado por ambos lados.

Hay recetas más elaboradas donde se utilizan más verduras en la mezca como perejil, zanahoria y ajo, las cuales obviamente quedan mucho más ricas. Se acompaña con puré de manzana, aunque en realidad queda a discreción del consumidor.

Alabado sea el Chucrut

El chucrut es como la palta alemana. Va bien con todo. Esta preparación en base a repollo reposado tarda semanas en su preparación original, algunos minutos en su versión abreviada y nada si es que vas y la compras desde el supermercado. A nosotros en realidad nos da lo mismo de donde venga, pero pasada por la plancha un poquitito no le hace nada mal.

Nosotros lo conocemos por ser parte esencial del completo alemán que trae mayonesa, tomate y chucrutcito. Su sabor agrio pero fresco a la vez lo hace un acompañamiento muy rico, no solo para esta ocasión sino que para cuando queramos hacer cualquier ensalada o sanguchito. Qué mejor manera que reivindicar al chucrut que aprovechando esta jornada futbolera.

Todo lo que termine en wurst

Si el domingo no quieres quemarte la cabeza y solo quieres servir choripanes, al menos que sean con unos buenos embutidos alemanes. Es fácil encontrarlos porque todos llevan al final el nombre wurst, que significa literalmente embutido.

La más tradicional y que es la que vemos en la foto es la Bratwurst. Hecha con carne de cerdo y de res, se reconoce por su color mucho más claro al de los chorizos que conocemos, y por tener un sabor mucho menos especiado que el nuestras longanizas, aunque esto depende de qué se le haya agregado en la preparación.

Son para hacer a la parrilla o fritas pero no cocidas, por lo que hay que tener paciencia, ya que también suelen ser más gruesas que el resto y partirlas por la mitad es un crimen.

Hay otras como la Bockwurst, que es la que se usa para hacer sandwiches o la Blutwurst, similar a las prietas. Sea cual sea, al menos este domingo, tratemos de que nuestros choripanes sean choripanens.

Para el postre

¿Sabían que la torta de Selva Negra nació en Alemania? Yo tampoco. Pero lo importante es que este postre que nació en la ciudad de Baden es uno de los postres más magníficos. Porque si comer tantas papas, embutidos, salsa de manzana y chucrut no te dejó KO, esta mezcla de chocolate, cerezas y crema chantilly garantiza un viaje de ida, pero no de regreso a la tierra de morfeo. Quizás no sea una buena idea si es que queremos salir a celebrar -o a votar- tras el encuentro.

¿Y para tomar?

Obviamente les recomendaría buenas cervezas, PERO, como el domingo estaremos con ley seca, no puedo recomendarles eso, pero sí un refresco muy popular en tierras germanas: Apfelschorle.

Se puede comprar embotellada o bien hacerla tu mismo en casa. Solo mezcla jugo de manzana con agua mineral con gas, o agua de soda y listo.

PERO A QUIÉN LE MENTIMOS, obviamente si fuiste precavido ya tendrás tus cervezas para disfrutar, obviamente después de haber ido a votar, en tu casa. Una de mis favoritas es la Schöfferhofer, la que está hecha con trigo en lugar de cebada y que además se encuentra en una versión con jugo de pomelo, bien fresquita. Otras opciones, la Paulaner o la Erdinger.

Con toda esta lista, ya tenemos lo necesario para comernos a Alemania, al menos fuera de la cancha. Solo falta que La Roja ponga lo suyo el domingo para que el banquete esté listo.

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