Luego de varios teasers publicados en semanas anteriores, por fin Skoda presentó en sociedad su nuevo hatchback grande, denominado Scala. El modelo sigue las líneas que el fabricante centroeuropeo había ya delineado en su conceptual Vision RS exhibido en el Salón de París. "Este no es es solo un auto práctico y asequible para todo el mundo -como se puede esperar de nuestra gama-, sino que también es extremadamente a nivel visual, deportivo y muy emotivo", señaló Oliver Stefani, responsable de diseño de Skoda.

La silueta hatchback del Scala descansa sobre la plataforma MQB A0 y tiene un largo de 4,36 metros (2,64 en distancia entre ejes), lo que lo convierte en un vehículo de mayor envergadura que el Volkswagen Golf, uno de los principales rivales que tendrá el Skoda cuando llegue a los concesionarios de toda Europa. Las dimensiones le permiten tener una capacidad de maletero de 467 litros.

Por el frente, el modelo destaca con un capó prominente por el centro, lo que le impregna aires de deportividad, incluso no siendo ese su principal argumento. En la retaguardia, el Scala se despoja más de los rasgos de su familia y por primera vez, en lugar del emblema Skoda, lleva inserto con letras cromadas el nombre de la marca, que, a su vez, aparece flanqueado por faros LED que nacen anchos desde la vista lateral y se van afinando en el portalón.

En el habitáculo, el Scala se presenta generoso en habitabilidad, con líneas atractivas y modernas. Dispone de una pantalla central de disposición flotante que puede tener un tamaño de hasta 9,2". A esta se puede sumar un display llamado Virtual Cockpit que puede alertar de movimientos en el punto ciego, entregar información del control crucero adaptativo o del mantenimiento de carril.

Los motores del Scala se distinguen por cumplir las normas de emisiones Euro 6d-TEMP. La oferta está compuesta de tres bencineros y un diésel. En gasolina el abanico inicia con un 1.0 turbo de tres cilindros que entrega 95 caballos (175 Nm) o 115 Hp y 200 (Nm). El primero se liga a una caja manual de cinco marchas, mientras que el segundo puede estar acoplado a una manual pero de seis cambios o a una automática DSG de siete relaciones. La más poderosa de la gama bencina es un 1.5 turbo de cuatro cilindros, que rinde 150 Hp y 250 Nm. Este cuenta con cajas manual o automática y es capaz de desactivar dos cilindros para ahorrar combustible.

En la opción diésel, el propulsor es un 1.600 turbo de 115 Hp y 250 Nm de torque máximo. Añade catalizador con inyección AdBlue y filtro de partículas y puede ligarse a caja MT de seis o una DSG de siete.