Hallazgo de agua en Marte abre opción a encontrar vida microbiana

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Los investigadores italianos que hicieron el hallazgo. Foto: AP

Científicos italianos descubrieron evidencia de un gran lago salado bajo el planeta, el que podría albergar un "depósito biológico" de microorganismos.


Marte, estrenada en 2016, mostraba cómo se concreta el sueño de mandar una nave tripulada a ese planeta. Según la serie, los humanos "amartizarían" en el año 2033, después de asegurar el suministro de agua, la que finalmente permitió instalar la primera colonia.

Basada en el libro ¿Cómo viviremos en Marte?, de Stephen Petranek, la serie retrata el permanente interés científico por encontrar agua, pues su presencia no solo abre la posibilidad de colonizar el planeta, sino también de encontrar vida.

Hoy un estudio hace que el paso de la ficción a la realidad no sea tan improbable: este miércoles se confirmó la detección de evidencia de un lago de agua líquida de considerable extensión debajo del casquete polar sur de Marte (ver infografía).

El hallazgo corresponde a una investigación de científicos de la Agencia Espacial Italiana, publicado por la revista Science. La evidencia de la presencia de este lago fue obtenida por Mars Express, una sonda espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) que orbita el planeta y que posee un instrumento llamado "radar avanzado para sondeos subsuperficiales e ionosféricos" (Marsis).

Marsis emite pulsos de ondas de radio y "escucha" las reflexiones (ecos) que éstas provocan en la superficie del planeta rojo. Algunas de esas ondas rebotan en la superficie, pero otras pueden penetran hasta tres kilómetros y reflejar de manera diferente si pasan a través de hielo a roca, o de hielo a agua, por ejemplo.

Desde la órbita del planeta rojo el radar penetró en el hielo y detectó la superficie de un lago frío, lleno de sales. El trabajo se realizó gracias a los registros detectados por el Marsis entre los años 2012 y 2015 en una región conocida como Planum Australe.

Roberto Battiston, presidente de la Agencia Espacial Italiana (ASI), organismo que hizo el hallazgo, lo calificó como "el más importante de los últimos años".

Luis Chavarría, director del Programa de Astronomía de Conicyt, aclara que "solo se puede inferir qué hay debajo, porque no se puede ver".

Esos datos, dice, indican que hay una extensión que tiene un eco muy fuerte, que es lo que se espera para el caso de agua líquida. "Esas observaciones dan la pista de que esta área puede tener agua líquida. El radar no entrega más detalle y puede ser agua mezclada con roca, por ejemplo", señala.

Juan Carlos Beamín, investigador del Instituto Milenio de Astrofísica y del Instituto de Física y Astronomía de la de U. Valparaíso, destaca el hallazgo porque hasta ahora se sabía que había hielo, pero se había fracasado en establecer evidencia de si había agua bajo la superficie, "no se habían encontrado, a pesar de que se habían buscado", indica.

El agua es muy salina, explica Beamín, y probablemente contenga minerales como potasio, magnesio, perclorato de calcio. "Probablemente estén en mucha cantidad, y el agua con estos minerales puede estar en estado líquido, pese a las bajas temperaturas, las que en este caso llegan a menos 60 grados a un kilómetro de profundidad".

La interrogante de la posibilidad de la existencia de vida es ahora lo que queda pendiente. Sin agua no hay vida, es un requisito indispensable para la vida como la conocemos, dice Beamín. "Esto no quiere decir que haya vida, que exista agua es un requisito necesario, pero no suficiente. Pero nos da esperanza".

Ejemplos hay muchos. En la Tierra se han encontrado especies de vida microbiana en el lago Vostok, un enorme depósito de agua enterrado bajo 4 km de hielo en la Antártica; lo mismo ha ocurrido en las aguas venenosas y ricas en arsénico del lago Mono en California; en el Desierto de Atacama en Chile se descubrió un "oasis" de bacterias, arqueas (microorganismos primitivos) y restos biológicos, organismos que increíblemente no necesitan de oxígeno ni luz solar para sobrevivir.

Por ello, los científicos no descartan que podría encontrarse un "depósito biológico" en este lago marciano, ya que está probado que algunas bacterias pueden sobrevivir a bajas temperaturas gracias a las sustancias salinas.

Agua líquida

Cuando los científicos comenzaron a analizar los registros de Marsis, vieron frecuentes ecos pequeños y brillantes bajo el casquete glacial del polo sur, con un reflejo tan brillante, que podía ser indicio de que no solo había rocas bajo el hielo, sino también agua líquida. Sin embargo, no confiaron en que la señal fuera real, porque aparecía solo en algunos pases orbitales, pero en otros no.

Pero tras algunos ajustes, finalmente confirmaron que se trataba de agua líquida. "No estábamos viendo lo que estaba justo debajo de nuestras narices", señaló a Science Roberto Orosei, investigador principal de Marsis en el Instituto Nacional Italiano de Astrofísica.

La magnitud del hallazgo es relevante, dice Chavarría, porque al estar bajo la superficie esa posible agua líquida está protegida de lo que ocurre arriba en la superficie, "porque la atmósfera de Marte es débil y no protege la superficie".

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