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Ante robos y daños durante el fin de semana, Carabineros desaloja toma de casi un mes en la Usach

La madrugada de este martes se puso fin a una movilización que había arrancado el 30 de septiembre. La decisión del rector Rodrigo Vidal, acorde a su comunicado a la comunidad estudiantil, se debió a los hechos de vandalización efectuados en la casa de estudios estos últimos días.

Oficinas fueron vandalizadas durante este martes. Foto: X

Cerca de las 6 de la mañana de este martes la toma en la Universidad de Santiago que había arrancado el 30 de septiembre terminó luego de 28 días, tras un desalojo efectuado por Carabineros por solicitud de la casa de estudios.

El proceso fue así: el rector, como jefe de servicio (la Usach es una institución pública), es quien debe pedir el desalojo indicando los motivos, gestionando directamente con la Delegación Presidencial y la comisaría del sector.

El desalojo, acorde a voces de la institución, se decidió luego de diversos hechos ocurridos durante el fin de semana, cuando desconocidos realizaron daños a las instalaciones principalmente en la Facultad de Ciencias y Humanidades e, incluso, docentes y funcionarios denunciaron robos de materiales y pertenencias personales. Por ejemplo, un profesor que prefiere mantener su nombre en anonimato acusa que le sacaron su computador. Además, se detalla que, entre otras cosas, rompieron todas las cámaras de seguridad que los mismos estudiantes exigieron el año pasado.

Como sea, lo cierto es que fue el rector de la Usach, Rodrigo Vidal, quien informó durante esta mañana a la comunidad universitaria lo que había ocurrido durante la madrugada. "Es mi deber informar que, ante los últimos hechos ocurridos y previo aviso a quienes se encontraban presentes, esta mañana hemos puesto término de manera pacífica y ordenada la ocupación del sector norte del campus, el cual se encontraba tomado por un grupo de personas desde el martes 30 de septiembre".

“Esta intervención fue una decisión difícil pero necesaria, por cuanto no es política de este gobierno universitario llevar adelante este tipo de acciones sin antes agotar todas las instancias de diálogo. Esto responde a que la toma de ese sector del campus se hizo insostenible. Durante estos días, un grupo minoritario de personas mantenían bloqueadas las dependencias impidiendo el desarrollo de actividades fundamentales para la universidad. Pero, además, se han registrado daños a la infraestructura de diversos edificios, rotura de puertas y ventanas, sustracción de todo tipo de artefactos y equipamientos, entre otros daños y robos. Esto provoca un tremendo perjuicio a nuestro estudiantado, funcionariado, docentes y cuerpo académico, lo que no es aceptable”, se extendió.

Pero antes de este desalojo, según el mismo comunicado, este lunes se había intentado resolver de otra forma la toma. “Firmamos de puño y letra un acuerdo con la Federación de Estudiantes, cuyo objetivo fue dar respuesta a las inquietudes expresadas por parte del estudiantado, y donde también se comprometían a deponer la ocupación del sector norte y restablecer el normal funcionamiento del campus este mismo martes”.

Sin embargo, acorde al escrito, horas más tarde la federación informó que desistía del acuerdo debido a que no tuvieron apoyo en la asamblea de la toma. “Esto obstaculizó materializar el acuerdo alcanzado y puso en evidencia que un grupo minoritario y disociado de la federación impidió alcanzar este importante logro”, se lee, sumando que “dado que la federación no ha podido liderar el proceso que definimos en el acuerdo, y considerando los hechos anteriormente mencionados en el marco de la seguridad del campus, fue necesario tomar la decisión informada al comienzo”.

“Sé que algunas personas no estarán de acuerdo con la decisión tomada, pero también sé que la gran mayoría de nuestra comunidad académica, docente, funcionaria y estudiantil anhela poder ingresar nuevamente a sus lugares de trabajo y estudios, donde puedan llevar adelante sus tareas cotidianas en paz y seguridad”, continúa el extenso escrito, que hace una advertencia clara: “Soy enfático en señalar que no será tolerada ninguna forma de retoma en ningún lugar del campus”.

Antes del desalojo, de hecho, la cuenta de Instagram creada con motivo de la toma y que fue informando los pasos de la misma, decía este lunes por la noche que el rector Vidal quería sacar a los alumnos movilizados. “Hacemos un llamado a todo el estudiantado a condenar la falta de criterio del rector y el gobierno universitario no acatando su compromiso de diálogo, por lo que los hacemos responsables de las consecuencias a las que expone a sus estudiantes ante la fuerza policial”.

Incluso, para este mismo martes ya hay convocada una concentración en el frontis de la universidad “contra el desalojo”, donde se pide no “bajar los brazos” y no “dejarse amedrentar”.

Durante esta misma jornada, en todo caso, todo ese campus permanecerá cerrado y sólo podrán acceder los equipos del gobierno central y de facultades que sean convocados por sus jefaturas. Personal de seguridad del campus ya hizo ingreso y permanecerá ahí, y Carabineros estará en alerta durante la jornada.

Pero antes de este desalojo diversas voces de la comunidad ya habían advertido su descontento. Por ejemplo, Cristina Moyano, decana de la Facultad de Humanidades, y Juan Escrig, decano de la Facultad de Ciencia, habían emitido un comunicado conjunto para manifestar una “profunda preocupación y rechazo frente a los hechos ocurridos recientemente en dependencias universitarias, consistentes en uso de espacios sin autorización, vandalización de infraestructura, forzamiento de puertas y apertura indebida de muebles y oficinas, incluyendo daños y sustracción de especies institucionales, acciones que afectan directamente el normal funcionamiento institucional y vulneran principios básicos de convivencia universitaria”.

“Estos hechos fueron oportunamente informados a las autoridades del gobierno universitario; sin embargo, pese a las denuncias realizadas, no se han adoptado las medidas necesarias para resguardar los espacios afectados, situación que se agrava al haber sido impedido el ingreso de las autoridades universitarias a las dependencias tomadas. En algunos casos, incluso, se ha informado que los propios estudiantes declaran estar “a cargo de la seguridad” de las instalaciones, impidiendo la revisión de daños y la adopción de medidas inmediatas para proteger el patrimonio institucional", se extendieron, entre otras cosas.

En una línea similar también habían comunicado su disgusto ante los efectos recientes de la toma los centros de estudiantes del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación.

¿Y por qué estaba tomada la Usach? Los movilizados argumentaban dos grandes cosas: el fin de los alegatos tras la impugnación de la elección del rector, y el proceso de compra que lleva adelante la Usach del Instituto Profesional Arcos, ya cuestionado por diversos actores del Congreso debido al rol que cumplió el gobierno en ese proceso.

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