Durante el último trimestre del año pasado, la red asistencial fue reflejo de un problema que golpea año a año, pero que en 2024 azotó con más fuerza: la crisis financiera de los hospitales públicos. Una situación que empujó a los recintos a paralizar atenciones, y al Ministerio de Salud, a emitir un instructivo a los servicios de salud para priorizar gastos. En ese contexto, hubo un ítem que preocupó especialmente a parlamentarios, funcionarios y gremios: la deuda hospitalaria, vista como síntoma de un sistema que no logra financiarse adecuadamente.

Y esa realidad, hoy por hoy, es frágil. De acuerdo al informe que envió la Subsecretaría de Redes Asistenciales al Congreso -al que tuvo acceso La Tercera-, para el término del primer trimestre de este año (la información de cierre del segundo trimestre aún no está disponible), la deuda de la red hospitalaria completa asciende a 419 mil millones de pesos. El tema es que esa cifra implica un incremento significativo, pues es un 134% más que el mismo periodo del año pasado, cuando el monto se cifraba en 179 mil millones.

Bernardo Martorell, quien asumió como subsecretario de Redes Asistenciales a inicios de abril, cuenta que junto a su equipo han estado trabajando en analizar las causas de la deuda, pero también aclara que “lo importante es entender el aumento del gasto. La deuda informada alcanza entre un 2,7% y un 3% del presupuesto operacional del sector”.

En ese contexto, el especialista en salud pública explica que este mayor gasto se da “principalmente por el crecimiento de las necesidades de salud de la población: hay más personas mayores, más enfermedades crónicas y también tecnologías cada vez más caras. Y una parte de ese gasto se mantiene como deuda flotante".

Con todo, el subsecretario afirma que desde que se informó el pasivo hasta ahora, el panorama ha mejorado: la deuda informada a fines de 2024 ya está completamente pagada y la deuda actual es una que, dice, se va renovando constantemente. “El aumento entre 2023 y 2024 se explica, en parte, por facturas que ingresan hacia fin de año y que se pagan con el presupuesto del año siguiente, pero que al momento del corte aparecen como deuda”, señala.

Además, cuenta que las últimas semanas se han inyectado recursos a los servicios de salud para cumplir con sus obligaciones y hoy la deuda está en torno a los 240 mil millones de pesos, de los 419 mil millones de pesos informados al cierre del primer trimestre.

¿Cómo terminará el año?

A pesar de las explicaciones, de las inyecciones de recursos y con el término del primer semestre a la vuelta de la esquina, hay establecimientos que miran con preocupación el fin de año. En ese sentido, el presidente del Colegio Médico de Valparaíso, Ignacio de la Torre, es crítico y afirma que aún no ven los avances comprometidos por la autoridad.

Y por eso advierte que “esperamos que la ministra y el gobierno cumplan su compromiso y entreguen expansiones presupuestarias suficientes para que los hospitales puedan pagar sus deudas de operación y puedan atender de manera oportuna y con un estándar de calidad a la importante cantidad de pacientes oncológicos y no oncológicos que hoy día están en listas de espera”.

Además, advierte que este año podría terminar de la misma forma que 2024, con problemas para comprar insumos o con la atención paralizada.

Sin embargo, el subsecretario de Redes afirma que una de las tareas que le asignó el Presidente Gabriel Boric fue precisamente gestionar de mejor forma el presupuesto de Salud.

Así, el jefe de la red asistencial asegura a La Tercera que ya han tomado varias medidas: “El presidente me encargó trabajar con la Dirección de Presupuestos (Dipres) y el Ministerio de Hacienda para asegurar la continuidad operacional. Eso ha permitido inyectar más de $ 400 mil millones en presupuesto suplementario a los servicios de salud. La mayoría de ellos hoy cuentan con presupuesto suficiente para cerrar el año en mejores condiciones”.

Eso sí, afirma que hay algunos -pocos- con niveles de gasto más altos, y con ellos está trabajando directamente para asegurar una buena ejecución presupuestaria.

En esa línea, adelanta que la ley que acaba de entrar en vigencia que refuerza la fiscalización y endurece las sanciones a médicos por la emisión fraudulenta de licencias médicas, podría ayudar significativamente a resolver los problemas presupuestarios.

“También se considera una inyección adicional por los eventuales ahorros que genere la nueva ley sobre grandes emisores de licencias médicas, que podría reducir las licencias fraudulentas. Aún es pronto para estimar su impacto, pero se espera que sea relevante”, cierra Martorell.