Uno a uno fue saludando el Presidente Gabriel Boric a los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden, a los presidentes de los partidos políticos y a los diputados que lo esperaban antes de dar inicio a la cuenta pública.

La tónica en todos esos casos fue la misma: abrazos, apretones de manos y breves intercambios.

Sin embargo, hubo un saludo que llamó la atención por su diferencia con los otros: el del vicepresidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, Gaspar Rivas (Ind.).

Pese a que el Jefe de Estado le extendió la mano, el diputado le acercó su puño cerrado para concretar el saludo, lo que, a su vez, fue correspondido por el Presidente.

Este gesto es propio del diputado, quien ha transparentado que padece de trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y que en su caso, una de las manifestaciones de esta afección tiene relación con la limpieza de sus manos. Es por esta razón que prefiere emplear este tipo de saludo.

“Desde que tengo 18 años que tengo que lavarme las manos unas cien veces al día”, sinceró el parlamentario en 2022.