Rodrigo Egaña, director nacional de Educación Pública: "No hay más de 10 colegios con alumnos involucrados en actos de violencia"

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Rodrigo Egaña postuló para mantenerse en su puesto.

A días de que termine su período, el ingeniero comercial que estuvo a cargo de la puesta en marcha de la desmunicipalización analiza la realidad de los colegios públicos y sus desafíos.


Este año se pusieron en marcha los cuatro servicios locales que dieron inicio al nuevo sistema de educación pública: Barrancas, Costa Araucanía, Puerto Cordillera y Huasco. En total se trata de 300 colegios administrados directamente por el Estado. Al frente de este proceso estuvo el director nacional Rodrigo Egaña, quien está próximo a terminar su período. En los días venideros el gobierno debería anunciar si se mantiene en el cargo o si es reemplazado. En este contexto habló con La Tercera sobre el estado actual de la educación pública.

¿Cuándo podrían dar frutos los esfuerzos por mejorar la calidad en la educación pública?

La primera vez que fui a la Comisión de Educación de la Cámara, el 10 de abril creo, una diputada me preguntó qué mejoras habíamos tenido en la calidad en la educación en las escuelas que ya se habían traspasado al nuevo sistema. Entonces, yo fui muy elegante en decirle que las escuelas llevaban como 30 días traspasadas a los nuevos servicios locales y que todos los expertos señalan que los procesos de mejora en la calidad de educación, teniendo todas las condiciones de base cumplidas, requieren de cuatro a seis años. Yo espero que tengamos resultados en mucho menos tiempo. En los servicios locales hay una serie de iniciativas que tienen que ver con la mejora del aprendizaje, la incorporación del teatro, del deporte, de cuestiones artísticas, de robótica, de uso de nuevas tecnologías, la vinculación con el medio externo, una serie de misiones que se están haciendo con los niños a otros países para perfeccionar el inglés. Entonces, eso está andando, yo esperaría que en los cuatro servicios que ya partieron tuviéramos mejoras en calidad, que sean medibles, en los dos próximos años.

¿Cree que la ley de nueva educación pública asegura el adecuado financiamiento de los colegios públicos, considerando que se mantiene el financiamiento por asistencia y no por matrícula?

En la Dirección de Educación Pública (DEP) estamos haciendo un estudio sobre el sistema de financiamiento en general para la educación pública. Creemos que eso nos va a arrojar luces de por dónde debieran ir ciertas modificaciones, porque la ley no cambió el modelo de financiamiento, que se basa en asistencia, y que ahí hay problemas estructurales que a lo mejor hay que revisar, nosotros somos optimistas que con las actuales normativas y con la mejora en la administración de los recursos que ya se están logrando por la integración de los distintos colegios en una sola administración va a generar mejoras, no es que vamos a estar con superávit financiero fantástico, pero vamos a poder asegurar que los gastos necesarios para el buen trabajo se van a poder cubrir. Independientemente de esto, estamos trabajando en aumentar matrícula, vamos a hacer campañas. También necesitamos retener alumnos.

¿Cómo cree que puede afectar en la matrícula lo que está sucediendo en algunos colegios que han tenido actos de violencia?

Hay que entender que cada servicio local responde a la particularidad de un territorio y este tipo de conflictos se han producido en poquísimos establecimientos públicos. Cuando se sumen todos los territorios a la educación pública vamos a tener 70 servicios locales y 6.700 establecimientos de educación parvularia, básica y media. ¿Cuántos de estos 6.700 son los conflictivos? Yo creo que no son más de 10 los colegios con alumnos involucrados en actos de violencia. Por lo tanto, hay que poner realismo en el tema. Nosotros no hemos tenido ningún conflicto con los estudiantes en ninguno de los 300 establecimientos que ya están en el nuevo sistema, porque hemos cambiado las relaciones de trabajo con los centros de alumnos. Eso es una cuestión muy importante, a los centros de alumnos hay que promoverlos, hay que establecer relaciones de conversación con ellos, hay que escucharlos y hay que reaccionar frente a las demandas que ellos plantean. Nosotros deberíamos ser capaces, en esta primera fase, de demostrar que no solo la educación pública puede ser de calidad, que puede recoger y llevar a la práctica todas las orientaciones que están en la ley, sino que además esto se puede hacer en un clima de convivencia escolar positivo.

¿Cómo ha sido el trabajo con el gobierno, considerando que tienen visiones ideológicas distintas con respecto a la educación?

A ver, ahí yo quisiera ser muy claro, la ley que se está implementando fue aprobada al final por el 100% de los senadores y el 92% de los diputados. Oposición y gobierno de antes y de ahora, votaron unánimemente la ley. Que ha habido tensiones, ha habido y yo creo que han sido públicas. Una fue con respecto a la interpretación de si al final algún municipio iba a poder no integrarse al sistema de educación pública. Eso tiene que normarse reglamentariamente todavía, ese reglamento no ha salido a trámite de toma de razón de Contraloría, pero yo creo que ya nadie discute de que se está creando un solo sistema nacional de educación. Pudiera darse que algún municipio pudiera, en el futuro, pedir dilatar y este verbo fue utilizado por el subsecretario en el Senado y la Cámara, dilatar su incorporación, pero lo que está totalmente fuera de discusión es que a futuro puedan establecerse dos sistemas de educación pública. Yo creo que esa discusión se terminó.

¿En qué ha cambiado la vida cotidiana en las escuelas con este nuevo sistema?

La directora de una escuela en Cerro Navia nos decía que ha cambiado el trato de la gente que está en el servicio local con la gente que está en las escuelas. Antes era un trato más burocrático, más distante. Una segunda cuestión es la preocupación por las cosas cotidianas. Ella decía que para comprar el confort para los baños tenían que hacer cuotas entre los profesores, hoy día les llega el confort y el cloro para limpiar los baños y los elementos pedagógicos. Para todas esas cosas antes tenían que hacer colectas y pedirles a los padres. También ha cambiado la forma cómo se aborda el bullying. Tenemos mil alumnos estudiando teatro con la gente de Teatro a Mil para ver cómo ellos desarrollan sus competencias dramáticas para la vida cotidiana. La preocupación porque las salas de computación tengan computadores.

En los próximos días debiera conocerse el nombre del nuevo director de Educación Pública, nombrado por Alta Dirección Pública, usted postuló al cargo.

Postulé porque estimé que era de mi responsabilidad mostrarme disponible para seguir en esta tarea. Yo he estado toda mi vida trabajando en tareas de dirección pública en distintas esferas y estoy convencido de que podría ser un aporte en esta tarea. Pero, ciertamente, la decisión es una decisión presidencial, absolutamente entendible y respetable.

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