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Viejas rencillas, nuevo conflicto: Mario Desbordes vuelve a enfrentarse al gobierno por remodelaciones en La Moneda

El alcalde de Santiago y el Ejecutivo vuelven a estar enfrentados. Si antes fueron las tomas de los liceos emblemáticos, las Fiestas Patrias y Meiggs, ahora la paralización de los trabajos en Palacio por parte del edil reavivan la pugna.

Dragomir Yankovic/Aton Chile DRAGOMIR YANKOVIC/ATON CHILE

La tensión no es nueva ni desconocida. Por un lado, el alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN); del otro, el gobierno en su conjunto. Y en medio de ellos un tira y afloja con variados capítulos que este miércoles sumó uno más a una historia de desencuentros, acusaciones y desaires. Si antes fueron Meiggs, las fondas y las movilizaciones estudiantiles, ahora el Palacio de La Moneda es el ring que actúa como escenario.

El conflicto actual tiene su origen en las obras de remodelación y mantenimiento que el Ejecutivo está llevando a cabo en la casa de gobierno. Según el “Plan de Conservación Palacio de La Moneda”, licitado en Mercado Público, los trabajos tienen un presupuesto de $4.629 millones netos y sus obras, que comenzaron a ejecutarse esta semana, tienen un plazo de un año para llegar a término. Es decir, quien gane la elección presidencial deberá convivir con esos trabajos.

Entre otros arreglos, se contempla remodelar ciertos espacios acorde a las “necesidades actuales”, lo que implica habilitar salas de lactancia, baños accesibles o un espacio de cowork. También está contemplado mejorar la climatización, hacer mantenciones en la fachada, embellecer el paisajismo o mejorar un auditorio conocido como “el búnker”.

Pero esos trabajos se vieron paralizados de sopetón luego de que la Dirección de Obras Municipales (DOM) de la Municipalidad de Santiago, encabezada por Desbordes, emitiera una resolución fechada el 10 de noviembre para ordenar la paralización inmediata de las obras. La notificación se dirigió a Antonia Illanes en su calidad de directora administrativa de la Presidencia, y al Fisco de Chile, como propietario del inmueble. También se notificó a la empresa -Constructora Pío V Ltda.- y la resolución incluye la distribución de copias a la Presidencia.

El acto, según el municipio, se fundamenta en las disposiciones de los artículos 146° y 147° de la Ley General de Urbanismo y Construcciones y el artículo 5.1.21 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones.

El motivo específico de la paralización, según argumentó la entidad municipal, es que se estaban ejecutando trabajos en la fachada, lo que incluía la instalación de andamios en bien nacional de uso público, sin contar con el correspondiente permiso de la DOM. Ello es lo que infringe la ley y la orden ya citadas.

Así ahondó en ello el propio Desbordes: “El municipio de Santiago, como responsable a través de su Dirección de Obras de la autorización de todo tipo de remodelaciones, construcciones, en el marco de la Ley de Vivienda y Construcción, y además de una serie de normas complementarias, no estaba informado de estas remodelaciones que se están realizando en el Palacio de La Moneda. Esta remodelación requiere autorización de la Dirección de Obras Municipales, al margen del pronunciamiento del Consejo de Monumentos Nacionales, y recién ayer se ingresaron los antecedentes, y además vienen incompletos”.

Para el alzamiento de la paralización y el reinicio de las faenas se exige la acreditación previa del Permiso de Obras de Mantención y el Permiso de Ocupación de Bien Nacional de Uso Público (B.N.U.P.) aprobados por la Dirección de Obras, junto con la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales, conforme a la Ley N° 17.288. El incumplimiento de lo ordenado dará inicio a un proceso de fiscalización conforme a los artículos 20° y 21° de la L.G.U.C.

En ese contexto, añadió el jefe comunal, “la DOM ha emitido una resolución en donde ordena que se paralicen estas obras hasta que no se cuente con todos los permisos y no se cumpla con toda la normativa”. Y cerró: “El predicamento es bien simple, todos tienen que cumplir la ley: el más humilde locatario que hace una remodelación y también el Palacio de gobierno. Nadie está por sobre la ley, y en ese contexto esperamos que esto se regularice a la mayor brevedad posible, y las obras no continúan mientras no estén los permisos respectivos”.

Consultados al respecto, desde Presidencia contextualizan que el plan de conservación y rehabilitación de La Moneda implica proyectos que constituyen “mejoras en este inmueble y su actualización es para entregar mejoras, por ejemplo, para los trabajadores y las carabineras que se desempeñan en Palacio; más y mejor accesibilidad, y avances en las condiciones de habitabilidad de recintos utilizados a diario por administrativos, profesionales y por trabajadores operativos”.

“Es importante destacar que las obras que se están realizando como parte de este plan son una política de Estado y se enfocan en la preservación de un patrimonio tan importante para Chile como es el Palacio de La Moneda”, continúan.

De todas formas, en relación a la documentación y el proceso de la obra, en Presidencia aseveran que “son responsabilidad de la empresa”, quienes ya entregaron los antecedentes solicitados por la Dirección de Obras Municipales. Y cierran: “En función al contrato que tiene la empresa con el Ministerio de Obras Públicas, se harán cumplir los plazos y obligaciones de la empresa en este caso”.

Viejo historial

El tema es que esta confrontación, como se ha dicho, no es nueva y ha marcado sobre todo estos últimos seis meses del periodo alcaldicio de Desbordes, poco tiempo después de comenzar a ser vocero de la campaña presidencial de Evelyn Matthei, de un municipio de Santiago que en diciembre pasado pasó de ser oficialista, de la mano de Irací Hassler (PC), a uno de oposición.

Por ejemplo, a inicios de agosto hubo un cruce de declaraciones entre el edil y la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, a propósito de la intervención en barrio Meiggs. Mientras la autoridad comunal decía que llegó a hacerse cargo del problema “desde cero” en enero, la secretaria de Estado señaló que venía al menos desde 2022.

Unos días después, una serie de tomas en los principales liceos emblemáticos de Santiago nuevamente conllevó un tira y afloja entre el edil y el gobierno, representado esta vez por el Mineduc de Nicolás Cataldo. Cuando las tomas comenzaron, la hipótesis que se instaló de inmediato en las dependencias municipales santiaguinas fue que las manifestaciones eran por temas políticos, al no estar los alumnos de acuerdo con la mirada del alcalde. Puertas adentro se decía que no se vieron acciones coordinadas así entre liceos en la administración de Hassler, idea que tomó fuerza luego con los alcaldes de Providencia, Jaime Bellolio (UDI), y de Ñuñoa, Sebastián Sichel (ind.), quienes dijeron que tenían la tesis de que las acciones que se veían en los establecimientos de las tres comunas eran “de extrema izquierda” y “coordinadas”.

Desbordes, después, acusó a Cataldo de un “silencio total” y que el Mineduc no se involucró en el intento por resolver el conflicto. "No participó el ministerio en nada; en ninguna de las reuniones se les invitó”, dijo en Mega. Esa vez, voces de gobierno decían que promover la tensión con el gobierno era una estrategia política de Desbordes para mostrarse con soluciones distintas.

Luego vino una escalada de tensión con motivo de las actividades de celebración de Fiestas Patrias. La falta de cueca compartida entre municipio y gobierno, un discurso crítico de Desbordes, la puesta en escena del Presidente Gabriel Boric al dar por inauguradas “oficialmente” las fondas en La Pampilla en vez de Santiago, y la propia decisión del Mandatario de no compartir palco con el alcalde en la Gala de Fiestas Patrias en el Teatro Municipal de Santiago marcaron esos días.

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