El peor fichaje en la historia de Juventus

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Jorge Martínez es uruguayo y llegó a la Vecchia Signora en el año 2010. Muchos otros jugadores no han dado el tono en el cuadro bianconero, pero el caso del charrúa es el más emblemático del último tiempo.




Ni los mejores clubes del mundo se salvan de fichar a jugadores que no tienen nada que ver con la historia y jerarquía que distinguen a dichos equipos del resto. Julien Faubert en Real Madrid, Dmitro Chigrinskiy al Barcelona o Takashi Usami (Bayern Múnich) son solo algunos de los ejemplos más emblemáticos del fútbol europeo.

La historia de Jorge Martínez en la Juventus de Turín -uno de los conjuntos más poderosos de Italia y Europa entera-, no fue distinta a la de sus colegas mencionados anteriormente: llegó a la tienda bianconera en 2010 y no trascendió más allá de lo esperado.

Otros nombres como Felipe Melo o Milos Krasic coincidieron en el mismo equipo con Martínez, pero pese a no haber funcionado como se esperaba, no llegaron al extremo del delantero uruguayo, quien solo disputó 20 encuentros durante toda su estadía.

Ni siquiera la calidad del jugador decía relación con la camiseta que vestía. Más allá de eso, la pérdida que sintió el club italiano fue en lo monetario: 12 millones de euros fue lo que pagaron al Catania por sus servicios. Una inversión totalmente nefasta, ya que Malaka acaba de terminar su vínculo con el club bianconero el pasado 30 de junio después de seis años bajo contrato.

El atacante uruguayo llegó a la Juventus en el verano de 2010 procedente del cuadro calabrés, donde había realizado tres buenas temporadas a las órdenes de Zenga primero y de Mihajlovic después, y tras haber realizado nueve goles en su último año.

De esos seis años que Martínez estuvo en nla Juventus, solamente disputó 20 encuentros repartidos entre todas las competiciones en la primera campaña, con Luigi Del Neri como entrenador, sin conseguir hacer ningún gol. Aquella Juve terminó la Serie A como séptimo clasificado y fuera de toda competición europea, lo que propició el decisivo aterrizaje de Antonio Conte en el banquillo, quien enseguida dejó claro que no contaría con el internacional charrúa y lo incluyó en la limpia que realizó en la plantilla.

Jorge Martínez fue cedido al Cesena primero, donde tampoco encontró continuidad y donde su carrera empezó a diluirse para desvanecer definitivamente debido a los problemas de espalda que siempre le habían acompañado y que terminaron por convertirse en una lesión crónica en el sacro.

El Cluj rumano y el Novara en Serie B fueron sus siguientes destinos, logrando solamente disputar 30 minutos con el equipo piamontés entre ambas temporadas y tras 26 meses sin haber jugado un partido. Su estado físico le impedía volver a pensar en el fútbol al más alto nivel por lo que en el mercado estival de 2014 fue enviado por enésima vez a préstamo, esta vez al Juventud de Las Piedras de su país.

Para sorpresa de todos, en 2014 el club decidió ampliar su contrato y extender también su cesión al Juventud hasta el pasado junio, simplemente por una cuestión de balance económico.

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