SEÑOR DIRECTOR:

El nuevo protocolo sanitario promulgado por el Ministerio de Educación (Mineduc) indica que “la asistencia presencial es obligatoria”. Una valiosa directriz que -sorprendentemente- no estaba en las orientaciones previas y que ratifica el consenso de que los estudiantes se deben reencontrar con sus docentes al interior de las salas de clases. Sin embargo, surgen interrogantes respecto a las medidas concretas que tomará el Mineduc para reducir los altos niveles de inasistencia, más allá de la entrega de lineamientos y campañas comunicacionales.

Durante 2022 ha sido difícil motivar la presencia de los estudiantes, tanto que los datos del Mineduc indican que la repetición por inasistencia en 2022 podría aumentar en más de un 73% con relación a los niveles prepandemia (2019). No hay duda del alto impacto que tendría un aumento de esta magnitud en las escuelas, pero por sobre todo en el desarrollo socioemocional de aquellos estudiantes que verían dificultada su trayectoria escolar.

Por otra parte, prácticamente, la actual disminución de estudiantes en las aulas no impacta en la cantidad de recursos fiscales que reciben los colegios. Aunque la intención original de esta excepcional medida era entendible durante una situación de emergencia, mantenerla en el tiempo atentaría contra el desafío de aumentar la asistencia promedio, la que ha presentado una caída de 6 puntos porcentuales con relación a los porcentajes prepandemia. Entonces, ¿qué se propone para volver a elevar la asistencia si no se pretende considerar la presencia de estudiantes para el financiamiento público entregado a los colegios? Las comunidades educativas sabemos que cada día al interior de la escuela es una oportunidad significativa para los estudiantes y que necesitamos un Mineduc que trabaje con celeridad para no repetir que este “fue otro año perdido”.

Sebastián Izquierdo

Coordinador Académico CEP

Magdalena Plant

Profesora y directora

Fabián Ramírez

Asistente de la Educación