Sin rodeos, Ascanio Cavallo desmenuza la compleja posición en que quedó el Socialismo Democrático tras su derrota ante el PC en las primarias oficialistas. Y también el difícil escenario que se abre para el gobierno de Gabriel Boric -de cara a la presidencial-, ahora, bajo la representación de Jeannette Jara.

“El dilema principal del oficialismo -sentencia- nace desde el día uno del gobierno. Y es que la tendencia en América Latina, e incluso en el mundo, desde hace unos 10 años o más, es que triunfan las oposiciones y que a los gobiernos se les niega sistemáticamente la continuidad”.

Lo anterior se confirma, en el caso de Chile -según postula- “por los cuestionamientos a la gestión de gobierno y a sus bajos números en popularidad. Y porque el país y el mundo está derechizado, en el sentido de que hoy no sostiene las posiciones históricas de la izquierda”.

Con esa premisa hay un solo resultado.

La perspectiva del gobierno del Presidente Boric es perder esta presidencial.

¿Y qué representa, entonces, el triunfo de Jara de acuerdo a ese diagnóstico?

Jara ha mostrado un comunismo descafeinado, pero eso vale sólo para la campaña, no para conquistar La Moneda. Ella intuyó mejor que otros -que Carmona, que Jadue, que la dirección del PC- que el programa “duro” del PC no era útil para la campaña, y seguramente lo prolongará, con un tono algo más agresivo, para su competencia con la derecha. En términos globales, esta elección confirmó la tendencia a la polarización. En principio, es un indicio muy fuerte para las decisiones que tendrá que tomar la derecha en los próximos meses.

¿En qué sentido? ¿En que la opción Jara favorece más a Kast que a Matthei?

Evelyn Matthei se sentía muy cómoda con Carolina Tohá. No tuvo problemas en aparecer en muchos foros con ella; en el CEP, hace unos días, hasta le hizo unos reconocimientos. Pero Jara es una rival de otro tipo. Creo que, en ese sentido, le resulta más cómoda a Kast, que puede desenvolver un discurso anticomunista sin complejos y, además, podrá decir que Chile Vamos favoreció la victoria de Jara con la reforma previsional.

¿Y qué impacto tiene en el progresismo la derrota del Socialismo Democrático?

La derrota del Socialismo Democrático es existencial. Pone en duda la utilidad electoral de su alianza con el gobierno, constituye un reparo grave hacia su gestión dentro de él y representa un juicio muy severo acerca de su identidad política. En otras palabras, una catástrofe. Tohá era la mejor candidata que podía levantar el Socialismo Democrático desde la perspectiva de su trayectoria y de su experiencia. Por lo tanto, esto es solo secundariamente un juicio sobre su calidad como candidata. Sobre todo, es un juicio sobre la relevancia del SD en el gobierno actual. La gente que respalda a la coalición gobernante cree que la representa mejor Jara que Tohá, es decir, el PC que el SD. Y para qué hablar de Gonzalo Winter y del Frente Amplio: muy poca cosa. El gobierno tampoco es suyo.

¿Qué debiera hacer el Socialismo Democrático? ¿Salirse del gobierno?

Tendrá que cumplir con la promesa de sus dirigentes de ser fiel a la unidad del oficialismo, pero con un desgarro inmenso. En cuanto a sus simpatizantes, es otra historia: una derrota como esta le da un nuevo giro a la intuición de Óscar Landerretche.

El gobierno y el oficialismo tampoco salen indemnes, entre otras razones, por la baja capacidad de convocatoria.

Es una mala señal para el oficialismo, que no ha logrado convocar a grandes masas ciudadanas. El gobierno también ha sufrido un golpe. La participación se puede llamar en propiedad un fracaso, al punto que hasta es posible que no consiga pasar a la segunda vuelta, lo que sería un hecho histórico. La escasa cantidad de personas que votó, justifica que el oficialismo sienta escalofríos.

¿Tohá frenaba o no la tentación de levantar un nuevo candidato por el centro? ¿Y qué pasa ahora con el triunfo de Jara?

Lo hacía menos estimulante, pero creo que ahora esas tentaciones ahora van a aparecer. Es difícil pensar que no van a haber unos tres o cuatro candidatos más para representar al centro. Evidentemente ahora, para algunos, hay más incentivos.

¿Jara tiene techo electoral o, después de haber ganado las primarias, puede traspasar esa barrera?

Tiene un techo teórico que es el de los militantes comunistas, pero tiene un techo no teórico que es el de los militantes y simpatizantes de la excoalición Apruebo Dignidad. Y ahora al resto del oficialismo. La incógnita está en las bases.

Aunque no puede renunciar a su militancia antes de la primera vuelta, ¿el tema se resuelve con su renuncia al PC?

No creo que eso sea eficaz; es poco verosímil.

¿Cuánto pesa para el futuro de la izquierda sobrevivir con una figura como Jara?

Hay un sector que debe ser equivalente al total de los militantes de la coalición de gobierno y un poco más seguramente, que va a mantener su lealtad al proyecto de una izquierda amplia y unida. Y, en ese sentido, cualquiera hubiera sido la triunfadora, hay una base asegurada de lealtad.

¿Y qué proyección tiene esa base?

Hay que ver su evolución a la luz del siguiente gobierno. No es claro que se vaya a mantener sin dispersarse ni que tampoco vaya a desaparecer ahora.

El Frente Amplio fue uno de los más afectados. ¿Qué futuro tiene?

Independientemente del resultado inmediato, el Frente Amplio necesita un periodo de reflexión profunda. Tiene que revisar su estrategia política, su línea política, hacer una evaluación sobre su visión del pasado, sobre su paso por el gobierno y su proyecto maximalista. Por colocar un solo ejemplo: ellos partieron reclamando en las movilizaciones estudiantiles por el lucro en las universidades y terminaron pidiendo gratuidad universal y educación de calidad. Eso era como recorrer 5.000 kilómetros en un segundo. ¿Qué pasó? Eso resintió al sistema universitario, que en algunos casos está prácticamente quebrado, y de paso afectó la calidad.

¿La izquierda va a ser capaz de unirse para pasar la valla de la primera vuelta o quedaron heridas demasiado profundas con la campaña?

El grueso de los que fueron a votar en la primaria sí van a permanecer más o menos leales. Pero hay un porcentaje que se va a ir a buscar otras opciones. Además, no hay que olvidar que la primera vuelta es con voto obligatorio y una cantidad importante de ese electorado es migrante. Tiendo a pensar que eso favorece a la derecha, o por lo menos que perjudica con claridad al Partido Comunista y por contagio a los partidos socios, pero hasta ahora eso es un enigma.

¿El voto duro de Boric va a poder traspasarse hacia Jara?

Nunca se traspasa completo. Ahora, eso lo dice uno con toda seguridad cuando los presidentes son muy populares. Esto es un poco más dudoso, porque la situación de Boric es la más mala que hemos tenido de un Presidente desde el 90.

Pese a la derrota del Frente Amplio, ¿ve a Boric intentando un nuevo regreso a La Moneda?

Es que no me lo imagino en otra cosa. En algún momento, Boric va a intentar volver a La Moneda.