Por Marco Enríquez-OminamiCARTA ABIERTA MARCO ENRÍQUEZ OMINAMI

El momento de decidir
Hay momentos en la vida de un país en que la historia deja de esperar. La ventana democrática de esta elección comienza a cerrarse mientras nos distraen con encuestas falsas y debates vacíos. No es una elección más: es el momento de dar la espalda a los fantasmas del pasado y reconstruir un país más justo.
El 98% ya no responde encuestas. No porque no les interese, sino porque ya no creen. Han visto cómo las estadísticas reemplazan la verdad y el miedo reemplaza la esperanza. Desde 2021 hemos votado muchas veces y el engaño continúa: diagnósticos sin medidas, sin financiamiento y sin coraje político.
Se repiten las mismas alternativas: por un lado, promesas incumplidas; por el otro, una derecha que manipula el miedo sin reformar un modelo agotado, incapaz de generar crecimiento e igualdad. Debemos reducir desigualdades si queremos un país fuerte y protector. Porque un país justo también es un país fuerte.
Chile merece más que desencanto y división. Entiendo el enojo y el cansancio. Pero debemos seguir, porque renunciar es dejar que otros decidan por nosotros. Votar no es obedecer: es creer.
Propongo un Estado estratega que funcione y un mercado que compita sin abusos. Seguridad con coordinación diaria, inteligencia moderna, control de armas y persecución real al crimen organizado. Fronteras protegidas con tecnología y cooperación regional. Barrios seguros, donde la ley sea respeto y no miedo.
Crearemos un millón 300 mil puestos de trabajo con un Plan Nacional de Empleo y Capacitación que pondrá ciencia, energía y tecnología al servicio del trabajo. Duplicaremos la inversión en conocimiento y orientaremos recursos hacia infraestructura útil, vivienda digna y obras que unan regiones. Innovar con soberanía es usar inteligencia artificial y datos públicos para mejorar salud, reconstruir educación y modernizar transporte. Enderezaremos la economía para que el esfuerzo de cada familia vuelva a valer.
Protegeremos a quienes más esfuerzo hacen: un Seguro Previsional Catastrófico que resguarde los ahorros ante crisis; listas de espera con gestión transparente; salud mental prioritaria; educación inicial universal y liceos técnicos conectados con la economía verde y digital.
Adelantaremos el cobro de la Pensión Garantizada Universal desde los 65 a los 60 años para las mujeres, reconociendo su aporte y carga de cuidados.
Permitiremos, mediante retiro voluntario, devolver los ahorros de AFP hasta 20 millones de pesos, para aliviar deudas o impulsar pequeños negocios. No ayudaremos más a las AFP: ayudaremos a los chilenos.
Chile puede más. Podemos crecer con estabilidad, bajar el costo de la vida y mejorar salarios, pero para lograrlo hay que decir la verdad y actuar con coraje. No se trata de volver a lo mismo ni de entregar el país al miedo. Se trata de recuperar la confianza, cumplir la palabra y reunir a Chile en un mismo proyecto.
Este domingo no elijan entre miedo y resignación. Elijan entre estancamiento y futuro. Voten con esperanza y convicción.
Hagamos de Chile un país fuerte, porque es justo, justo porque protege y protector porque confía en su gente. La única elección posible es la del coraje y la dignidad.
La verdad es el cambio.
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