Por Juan Andrés QuezadaEl diseño de Kast en su primera semana de presidente electo
Más allá de los tradicionales gestos republicanos, el líder de la oposición buscó marcar diferencias con lo realizado por el actual Mandatario Gabriel Boric tras ser electo en 2021. Anunció que repondrá el cargo de primera dama, que vivirá junto a su esposa en La Moneda y dio las primeras señales en política exterior.

Convencido y confiado en un triunfo, José Antonio Kast encomendó -por lo menos una semana antes de la segunda vuelta presidencial- a su jefe operativo, Antonio Barchiesi, preparar, en estricta reserva, un viaje a Buenos Aires, como presidente electo.
Una reunión con el mandatario argentino, Javier Milei, en la Casa Rosada -quien hasta ahora nunca se ha reunido con el Presidente Gabriel Boric- sería su primera señal en política exterior y un arranque perfecto para iniciar su cuenta regresiva al cambio de mando del 11 de marzo de 2026
Barchiesi acordó que a Kast lo acompañara una delegación empresarial de alto nivel, con negocios al otro lado de la cordillera, y no los jefes de partidos, como se había pensado inicialmente.
El martes en la mañana, alrededor de 40 horas después de su aplastante triunfo, el líder republicano llegó a la capital transandina junto a su jefe económico, Jorge Quiroz; la presidenta de CPC, Susana Jiménez, y Francisco Pérez Mackenna, el gerente general de Quiñenco, quien suena fuerte para ser su canciller, entre otros.
Salvo la foto de Kast y Milei junto a una motosierra (símbolo del recorte al gasto público), que algunos de sus asesores estimaron innecesaria, el viaje flash fue considerado un acierto.
De paso, cumplía a la perfección, uno de los objetivos definidos por Kast y su círculo estrecho para esta primera semana: marcar un fuerte contraste con el estilo mostrado por Boric tras ser electo en 2021, el presidente más joven en la historia de Chile.
Para ello, “escanearon” -cuenta un dirigente de republicanos- las actividades realizadas por el entonces líder frenteamplista, a partir el 19 de diciembre de 2021, muchas de las cuales, agregan, evidenciaron improvisación y falta de preparación para enfrentar ese crucial momento.
La búsqueda de un relato distinto por parte de Kast comenzó la misma noche del domingo. Si hace cuatro años los colaboradores de Boric habían celebrado su triunfo con una fiesta con bar abierto hasta las 4.30 am; en la sede del partido en Av. Presidente Errázuriz no se vio alcohol para los que se quedaron a festejar ahí.

La amplia “Moneda chica”
A diferencia de su antecesor, a quien su triunfo lo sorprendió sin un lugar habilitado para recibir los primeros saludos protocolares y comenzar a preparar su aterrizaje en La Moneda, ese mismo lunes, Kast y sus equipos se instalaron en una amplia casona de tres pisos en Las Condes, con entrada por las calles La Gloria y La Castellana Norte.
Durante toda la semana, en “La Moneda chica” -así se llama desde los tiempos de Patricio Aylwin al lugar en que los presidentes electos diseñan su gabinete-, el movimiento empezó desde muy temprano hasta altas hora de la noche. Se habilitará un lugar para que el gobernante electo retome su rutina de ejercicios y un espacio para que la prensa no esté en la calle.
Conocidos los resultados del balotaje, se creó la página web Oficina del Presidente Electo (OPE) y una plataforma liderada por figuras de la oposición a cargo del casting de la futura administración.

La tradicional visita a Palacio
El líder de la oposición partió el lunes temprano sus actividades con un desayuno con vecinos de Buin -comuna donde inició su carrera política como concejal en 1996-.
De ahí partió a La Moneda a reunirse con Boric y sus ministros políticos, en un encuentro cargado de gestos republicanos y con muchas similitudes con la cita del entonces Presidente Sebastián Piñera con el líder opositor, el 20 de diciembre de 2021, en plena pandemia. Previamente, la reunión, a la que Boric fue acompañado de Giorgio Jackson e Izkia Siches, estuvo rodeada de un ambiente tenso, ya que durante el estallido social el diputado del Frente Amplio había acusado a Piñera de violar los derechos humanos. Sin embargo, el encuentro se desarrolló en total normalidad.
“Los gobiernos pasan, pero la sociedad, el Estado y Chile quedan, y todos tenemos un compromiso de lealtad con los chilenos y chilenas”, dijo en esa oportunidad Piñera.
Algo parecido ocurrió este lunes en La Moneda, cuando a eso de las 11.30 horas, Kast junto a su señora, Pía Adriasola, y cinco colaboradores fueron recibidos por el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, en la entrada del Palacio.
Pese a las duras críticas cruzadas que hubo en la campaña entre el gobernante saliente y el entrante, el encuentro, según el propio dueño de casa, tuvo un tono “cordial, respetuoso, institucional y con altura de miras”.
Es más, mientras Boric y Kast conversaban a solas, la directora administrativa de la Presidencia, Antonia Illanes, invitó a Adriasola a un recorrido por la sede de gobierno. En el primer discurso, Kast ya había anunciado que repondría el cargo de primera dama -rol eliminado por Boric, cuando su pareja era Irina Karamanos-.
Pero el buen ambiente duró poco. La decisión del gobierno de incluir en el proyecto de ley de reajuste público normas que fueron interpretadas como “de amarre” por la oposición, volvió a tensionar las relaciones. Al igual que en los momentos más tensos de la campaña, fuel presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, quien salió a enfrentar al gobierno.
Plan 90 días, visita a regiones y viajes internacionales
Fiel a su estrategia, Kast jugó esta semana varias otras cartas para mostrar un contraste con su antecesor. Como resultaba inviable que continuara viviendo en Paine, anunció que viviría junto a su esposa en La Moneda y que no gastaría recursos en una casa con las condiciones de seguridad y espacio necesario para ejercer su cargo -como lo hizo Boric-.
El miércoles se reunió con un grupo de emprendedores en San Miguel y ayer asistió a una misa en la Catedral Metropolitana y visitó en su casa al expresidente Eduardo Frei, envuelto en una polémica con su partido por su apoyo al republicano en el balotaje.
El objetivo es mostrar a un Kast en terreno, unitario y dejar atrás su imagen dura de la campaña, detrás de un vidrio blindado, señalan sus cercanos.
De ahí que su equipo, junto a sus escoltas, se encuentre preparando visitas a regiones -La Araucanía y el extremo norte del país-. El próximo gobernante se apresta a anunciar sus medidas para los 90 primeros días -documento que elaboró junto al economista Bernardo Fontaine-, con el foco puesto en seguridad y crecimiento económico.
En paralelo, se encuentra preparando su gabinete, que espera tenerlo listo durante la primera quincena de enero. Por de pronto, hay, al menos, tres ministros que todos dan por seguro: el experimentado político de la UDI Claudio Alvarado; su exjefe de campaña Martín Arrau y Quiroz. En evaluación está la opción de Mara Sedini sea la portavoz del gobierno (en sus vocerías de esta semana la periodista se vio segura y evitó entrar en polémicas con el gobierno). El resto dependerá mucho, señalan fuentes de la oposición, de las tratativas con los presidente de partidos, con los que Kast conversará directamente y sin intermediarios. Así se los dijo en la reunión que sostuvieron esta semana, además de reiterarles que busca liderar un “gobierno de unidad” en que estén representados todos los partidos que lo apoyaron en la segunda vuelta. Y ojalá también el Partido de la Gente.
Entre Pascua y Año Nuevo Kast tiene planeado descansar y recuperar energías tras un intenso año en campaña. Y ya se afinan viajes internacionales, posiblemente a Estados Unidos, Ecuador y España.

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