PDG se inclina por acusar a Jackson y deja al ministro a merced de Jiles, Alinco, DC, ex-decé y descolgados de derecha

Giorgio Jackson, Ministro de Desarrollo Social y Familia.
FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO
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Actualmente las fuerzas declaradamente de oposición a La Moneda suman 70 diputados, número que está cerca de la mayoría absoluta de la Cámara. Si a ellos se le suman los cuatro legisladores del subcomité PDG, faltarían solo cuatro votos para asegurar la aprobación del libelo contra el titular de Desarrollo Social y su paso al Senado.


A pesar de las gestiones personales y de su equipo, cuesta arriba se ha puesto el camino para el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, frente a la acusación constitucional que presentó en su contra la bancada del Partido Republicano.

Este jueves, la mayoría de los integrantes del subcomité del Partido de la Gente (PDG), que incluye a tres militantes (Karen Medina, Rubén Oyarzo y Gaspar Rivas) y a un independiente asociado (Francisco Pulgar), salieron dar señales favorables al libelo que se votaría en las próximas semanas.

“La acusación la estamos evaluando y consideramos que sí tiene méritos. Esto se suma a la mala gestión que está haciendo el gobierno”, señaló la diputada Medina, quien actúa como jefa de este grupo de diputados.

“Estoy evaluando en su mérito la acusación al ministro Giorgio Jackson. Por lo que he estudiado, hasta el minuto, se puede considerar que existiría un incumplimiento a la Ley Indígena..., están las supuestas presiones a la exseremi Patricia Hidalgo y los problemas de licitación del programa Mejor Niñez. Todo esto indica que votaría a favor de la acusación contra el ministro”, dijo Oyarzo, quien reiteró su apoyo también al libelo contra la exministra de Justicia Marcela Ríos.

“La acusación en contra del ministro Jackson tiene los fundamentos necesarios para ser aprobada. Es el momento que el gobierno reciba una señal política potente del Parlamento, que le haga, de una vez por todas, enmendar el rumbo”, añadió Rivas.

La postura de los tres militantes PDG, a la que se sumaría también Pulgar, complica el escenario de Jackson.

Si bien este grupo no se inscribe en el oficialismo ni en la oposición, había actuado colaborativamente con La Moneda. De hecho, (salvo Rivas) apoyó la elección del diputado Vlado Mirosevic (liberal) como presidente de la Cámara, lo que provocó un quiebre con los miembros de la otra facción del PDG (Víctor Pino, Yovana Ahumada y Roberto Arroyo), quienes finalmente terminaron renunciando al partido.

Por lo tanto, estos respaldos engrosarían el piso hipotético que tendría el libelo contra Jackson.

Actualmente las fuerzas declaradamente de oposición a La Moneda suman 70 diputados, número que está cerca de la mayoría absoluta de la Cámara (78 de 155 legisladores).

En el grupo opositor figuran los comités de Chile Vamos (22 RN, 23 UDI y 4 Evópoli), los republicanos (13 escaños), los ex-PDG (3 legisladores), la diputada Sara Concha (Partido Conservador Cristiano) y los independientes Gonzalo de la Carrera, Gloria Naveillán, Enrique Lee, Francesa Muñoz (ex-RN)

Si a ese piso hipotético se le suman los cuatro miembros del subcomité PDG-independiente, faltarían solo cuatro votos para asegurar la mayoría para acusar a Jackson. Incluso, es posible que se necesiten menos sufragios, pues basta una mayoría circunstancial presente en la sala para que el libelo sea aprobado y remitido al Senado, instancia que tendría la última palabra en este proceso.

Por otro lado, los diputados oficialistas suman 65 votos, sin considerar a independientes asociados a algunas de sus bancadas como Carlos Bianchi y Andrés Jouannet (Amarillos).

Ello obliga al gobierno a bregar desde abajo para conseguir el apoyo de independientes y de sectores no alineados. En estos últimos grupos figuran legisladores DC, ex-DC, ecologistas y diputados sin militancia como Pamela Jiles, René Alinco, Felipe Camaño y Érika Olivera, quien antiguamente estaba asociada a RN.

Sin embargo, en vista de que algunos de esos votos serán difíciles de conseguir, como Jiles y Alinco, para la suerte del ministro también será crucial que el gobierno logre dar vuelta algunos diputados de derecha, que tal vez no se sientan interpretados con la ofensiva del Partido Republicano.

Esta tarea tampoco es sencilla. Si bien la arremetida de los republicanos molestó en Chile Vamos por interferir en la acusación en contra de la exministra de Justicia, Marcela Ríos, en los últimos días son varios los legisladores de sectores moderados de la derecha que han dado recados a sus bancadas de que tampoco pretenden prestarse para salvar a Jackson.

“Estoy complicado”, dijo por ejemplo, el miércoles pasado en Radio Duna, el diputado y jefe del comité de Evópoli, Francisco Undurraga, uno de los que, en un principio, tomó distancia de la presentación en contra del titular de Desarrollo Social.

En sectores DC y exdemocratacristianos no hay tampoco claridad de su curso de acción. El jefe del subcomité DC, Eric Aedo, señaló este jueves que el libelo lo siguen estudiando, mientras el diputado Miguel Ángel Calisto (ex-DC) si bien dijo que creía que la acusación contra el ministro tenía poco sustento jurídico, admitía que el escenario está complicado porque Jackson “quebró” en su momento, cuando era secretario general de la Presidencia (Segpres), los lazos con el Congreso.

El análisis que existe en algunas bancadas oficialistas y de oposición es que las malas relaciones personales que dejó Jackson como diputado y ministro Segpres podrían ser un factor que pese más que los elementos jurídicos y políticos a la hora de votar la acusación. De hecho, también existe el riesgo de que integrantes de los comités PPD, radical y de la misma DC no concurran a votar, reduciendo aún más el piso de apoyo al titular de Desarrollo Social.

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