Salaberry, un subsecretario en apuros

Salaberry
El subsecretario de Desarrollo Regional, Felipe Salaberry, este jueves en La Moneda. Foto: AgenciaUno

Inspector municipal de Ñuñoa aseguró que fue insultado por Felipe Salaberry tras oponerse a una fiscalización de tránsito, lo que la autoridad desmiente. Ministerio Público, en tanto, investigará eventual tráfico de influencias.


"Tengo que tomar la micro, vine hasta aquí como cualquier ciudadano", afirmaba este jueves el subsecretario de Desarrollo Regional, Felipe Salaberry, intentando dar por finalizado un punto de prensa en las afueras del edificio que alberga a los Juzgados de Policía Local de Ñuñoa.

Hasta ese lugar llegó cerca del mediodía, encomendado por La Moneda, luego de que un reportaje de Radio Biobío señalara que el pasado domingo 25 de agosto el exdiputado de la UDI había violado la Ley del Tránsito al no respetar tres luces rojas e insultara y huyera de un fiscalizador municipal.

"¡Ándate a la mierda!, qué te creí, ¿paco? (…). No sabes con quién te estás metiendo, te voy a hacer cagar". Ese es parte del informe entregado por el inspector Vicente Rojas, quien protagonizó el incidente con Salaberry y le cursó la infracción.

El reportaje de Radio Biobío también daba cuenta de las gestiones que, menos de una hora después del incidente, realizó la hermana del subsecretario y funcionaria de la Municipalidad de Ñuñoa, Iris Salaberry, para conocer la identidad del inspector.

Según un informe del jefe de turno de la Dirección de Seguridad Pública, Marco Yáñez Hormazábal, Iris Salaberry justificó su solicitud señalando que el fiscalizador "habría seguido a su hermano por varias cuadras y habría intentado chocarlo".

En Palacio el episodio fue abordado públicamente por la vocera Cecilia Pérez. Ante las duras críticas que a esas alturas se lanzaban desde la oposición, donde varios emplazaron al gobierno a remover al subsecretario, la ministra reconoció que la denuncia era "grave". Pero descartando suspender del cargo al militante gremialista, agregó que Salaberry les había asegurado "categóricamente que los hechos relatados carecían de veracidad".

"Le hemos pedido que se ponga a disposición de la justicia, en este caso el Juzgado de Policía Local. Y como gobierno vamos a esperar lo que finalmente determine la investigación", afirmó la vocera.

En las afueras del juzgado, Salaberry -quien luego de la vocería de Pérez había emitido un comunicado asegurando que la denuncia era "completamente falsa"- insistió en su inocencia. Aseguró que se había enterado de la supuesta infracción por la prensa, que no tenía automóvil, y que dado que no se le había notificado de ningún parte, optó por concurrir personalmente hasta el tribunal.

Sobre el episodio relatado por el inspector municipal, Salaberry reiteró que ese día viajaba en el automóvil (que figura a nombre de su exesposa, Isabel Pavone Ferrer) junto a su madre, de 82 años de edad, y su hija menor, advirtiendo que, por lo mismo, resultaba aún más "descabellada" la acusación de que no respetara tres luces rojas.

"Es un parte que está hecho en boletas distintas. En ninguna parte de este documento aparece una nominación mía respecto de si yo era o no el conductor", añadió.

Y ante consultas por las supuestas gestiones de su hermana, agregó: "Lo desconozco".

La Municipalidad de Ñuñoa, en tanto, emitió un comunicado donde se señala que efectivamente existe una infracción cursada al vehículo identificado con la patente registrada por la exesposa de Salaberry, agregándose que corresponderá al Juzgado de Policía Local "determinar las responsabilidades del caso".

Tráfico de influencias

Ya por la tarde, el fiscal regional Manuel Guerra dijo a La Tercera que tras recopilar información para determinar si la intervención de la hermana de Salaberry podía ser objeto de una indagatoria penal por tráfico de influencias, se decidió abrir una causa.

"Tras analizar los antecedentes hemos decidido abrir una investigacion penal y se ha designado al fiscal Felipe Sepúlveda, jefe de alta complejidad, para indagar los hechos", dijo Guerra.

Inquietud en Palacio

Eran las 8.28 de ayer cuando el Presidente Sebastián Piñera supo de los cuestionamientos en contra de su subsecretario Salaberry. El Mandatario acababa de aterrizar en Chile desde Nueva York, donde participó de la Asamblea General de Naciones Unidas, e inmediatamente se dirigió a La Moneda.

En Palacio, Piñera se reunió con los ministros del comité político, donde se abordó el tema y la versión que Salaberry le había entregado minutos antes al titular del Interior, Andrés Chadwick, zanjándose validar al subsecretario en su cargo y esperar el curso de la investigación.

"Acá existen dos versiones, ambas categóricas, pero absolutamente discrepantes y, por lo tanto, creemos que por justicia lo que corresponde es que se pronuncien aquellos llamados a pronunciarse, que en este caso es el Juzgado de Policía Local de Ñuñoa", fueron las palabras de la ministra Pérez.

Más allá del diseño de Palacio para enfrentar la denuncia contra Salaberry, en el gobierno reconocen que el episodio no deja de complicarlos. Hace pocos días había concluido la mesa técnica para el fortalecimiento de la regionalización y a un año del debut de las elecciones de gobernadores, tener en tela de juicio justamente al subsecretario de Desarrollo Regional no es el mejor escenario, admiten en el Ejecutivo.

"Sería grave que lo sacaran"

En este contexto, la UDI no tardó en salir a respaldar al exdiputado al mediodía de ayer. "Sería grave que lo sacaran", dijo la presidenta de ese partido, Jacqueline van Rysselberghe, a La Tercera PM.

Y apuntando a posibles intenciones políticas de una eventual remoción de Salaberry y a lo clave que resulta la repartición que encabeza, sobre todo en época de campañas, dado que desde allí se asignan diversos recursos para desarrollos locales, Van Rysselberghe afirmó: "Sin duda que durante todo este tiempo la Subdere es un cargo que genera cierta codicia".

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