Vuelven a tribunales: Jonás Gómez Pacheco presenta querella contra sus hermanos por administración desleal sobre Minera Carola

Jonás Gómez Gallo, empresario y político fallecido en junio de 2019.

Si hace dos años fue Segundo el que acusó a su hermano de manejar indebidamente los negocios, ahora es Jonás el que inició la acción judicial por el mismo delito. Denuncia que venta de participación de concesiones mineras impulsada por Segundo sólo tuvo por finalidad beneficiar a una persona en particular, causando perjuicios por $400 millones en su principal negocio: la Minera Carola.


Una nueva querella por administración desleal enfrenta a los hermanos Gómez Pacheco. Si hace dos años fue Segundo Gómez el que acusó a Jonás de manejar de manera incorrecta los negocios familiares, ahora es este último el que llegó a tribunales.

El 9 de diciembre pasado, los abogados Miguel Schürmann y Alejandro Awad, en representación de Jonás Gómez Pacheco, presentaron justamente una querella por administración desleal en contra de sus hermanos Segundo y Teresa, además del abogado Alejandro Moreno; todos directores de uno de sus principales negocios: la Minera Carola. Ya en enero pasado Jonás había impulsado una demanda contra sus hermanos por el control de la minera, pidiendo que se les excluyera de la firma, acusándolos de haber “secuestrado la administración de la empresa”.

El holding familiar –fundado por el empresario y político radical Jonás Gómez Gallo- comprende más de 10 empresas que, tras el fallecimiento del patriarca en 2019, quedaron bajo la administración de sus cuatro hijos: Jonás, Segundo, Teresa y Magdalena Gómez Pacheco, los cuales llevan años discutiendo desavenencias patrimoniales en tribunales. Si bien, entre los negocios destacan sociedades comerciales e inmobiliarias, las más relevantes son la Compañía Exploradora y Explotadora Minera Chileno Rumana (Coemin) y la Sociedad Contractual Minera Carola (SCM Carola). Coemin opera una planta ubicada a 30 kilómetros de Copiapó, que procesa el cobre extraído de la Minera Carola, localizada en Tierra Amarilla.

Hasta 2016, tanto Segundo como Jonás administraron las sociedades no mineras del grupo. En marzo de ese año –dice la acción judicial-, Jonás quiso poner fin a ese rol y retirarse de los negocios familiares, por lo que su hermano quedó a cargo. La administración de las sociedades mineras, en tanto, se mantuvo siempre radicada en sus respectivos directorios.

Al momento de dividirse los negocios familiares quedó 1/3 en manos de Jonás y su familia, y el resto, en manos de Segundo, Magdalena y Teresa junto a sus hijos.

Así -dice el documento-, las decisiones en las sociedades mineras debían ser adoptadas por su directorio conforme a la regla de mayorías, cuestión que, en los hechos, se traducía en la imposición de la voluntad del grupo que tenía 2/3.

La acusación

En 2010, Segundo Gómez -en representación de la compañía- vendió el 33,34% de once concesiones en trámite de Minera Carola a Alejandro Moreno, en $1,1 millón.

En 2018, el grupo decide recomprar ese porcentaje, lo que se concreta en 2019. El valor entonces fue de US$600.000, del orden de $400 millones. “SCM Carola terminó pagando por dichas acciones casi 400 veces más de lo que percibió al venderlas al mismo Moreno Prohens”, se lee en la querella.

“Sin embargo, dicha operación tiene un elemento aún más escandaloso”, dice el documento. Relata que a menos de 10 meses de la recompra, las partes acordaron una resciliación respecto de la recompra de los derechos de Moreno sobre 8 de las 11 sociedades. “En definitiva, al cabo de la resciliación, el resultado fue que SCM Carola terminó readquiriendo solamente derechos sobre tres sociedades, y esto, ¡por el mismo valor que 10 meses atrás había pagado por derechos en las 11 sociedades!”.

La querella explica que tal resciliación habría respondido a que las partes descubrieron que, de las once concesiones, sólo tres fueron inscritas correctamente por el tribunal en la sociedad que compartían Moreno y la familia Gómez. En el resto, SCM Carola nunca se desprendió de sus derechos. “Lo natural entonces, desde el punto de vista de la resciliación, era que ella trajera aparejada una reducción proporcional del precio que se había pagado por los derechos de Moreno Prohens en las once sociedades mineras”, manifiesta. Y agrega: “Si por sus derechos en once se había acordado un precio de US$600.000, lo razonable era que, por la compra de derechos sobre solo tres sociedades mineras, se fijara un precio de menos de US$200.000. Sin embargo, esto no fue lo que ocurrió: el precio original se mantuvo inalterado”.

La querella sostiene que al final del día tal operación sólo buscó beneficiar a Alejandro Moreno, traduciéndose en un perjuicio de $400 millones para la minera. “(No se advierte) otro motivo que el de premiar al director designado por el grupo Segundo-Teresa-Magdalena Gómez Pacheco por su fidelidad con ellos, no así con la sociedad cuyo directorio integra”. El texto agrega: “De este modo, este acto resulta constitutivo de un acto de administración desleal (…) quedando demostrado que SCM Carola le recompró a Alejandro Moreno Prohens por un valor cuatrocientas veces superior, una menor participación en las pertenencias mineras Yeguas Heladas que la que había sido vendida el año 2010, sin que exista circunstancia económica alguna que justifique la necesidad de la compra ni la exorbitante diferencia de precio”.

Los representantes de Jonás Gómez pidieron al tribunal despachar una orden amplia de investigar a la Bridec, junto con tomar declaración a los querellados, y a Jonás Gómez, al abogado José Coz y al gerente general de SCM Carola, Víctor Hugo Álvarez, en calidad de testigos.

El 10 de diciembre la querella fue acogida a tramitación.

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