La cientista política guatemalteca Gloria Álvarez tuvo en la jornada de hoy su primera intervención en nuestro país. Fue en la sede Viña del Mar de la Universidad Adolfo Ibáñez, encuentro en el que habló sobre populismo y república, frente a cientos de jóvenes estudiantes de diversas carreras.

Álvarez recordó que la violación a las libertades individuales en América Latina viene desde mucho antes que los españoles conquistaran nuestro continente.

“No sólo España era un desastre. Las civilizaciones precolombinas también eran violentas, avasalladoras y muy elitistas entre sí. Desde siempre hemos sido un continente acostumbrado a ser aplastado”, señaló.

Según la cientista política, miembro del Movimiento Cívico Nacional Guatemala, los cinco puntos de opresión que han atacado desde siempre al continente latinoamericano son el corporativismo, el mercantilismo estatal, los privilegios, la transferencia de riqueza y la ley politizada.

El corporativismo se refiere a la necesidad de pertenecer. “No valemos como individuos. La sociedad sólo nos asigna un lugar en cuanto pertenezcamos a un segmento social, a un gremio, a una iglesia. Y dependiendo de lo cool que es tu grupo, el Estado te da más o menos”, dijo enfática. Por otro lado, señaló que los líderes populistas le hecho creer a todo el mundo que las desgracias en las que ha caído América Latina son por culpa del capitalismo. “En América Latina nunca hemos tenido libre mercado, lo que hay es mercantilismo. Privilegios para unos y esclavitud para otros”.

Respecto del privilegio, señaló que en América Latina siempre hemos tenido la “obsesión absurda” de juzgar a la gente por su dinero o color de piel. “En nuestros países es mucho más importante la casa y el auto que manejas, que lo que tienes en la cabeza. No valoramos a la gente por lo que puede aportar a la sociedad. Y eso tiene mucho que ver con la falta de movilidad social que impera en gran parte de este continente… Si naciste pobre estás condenado a morirte pobre”.

Cuando habló del “fantasma” de la transferencia de riqueza, Gloria instó a los jóvenes a usar su cabeza, a crear, a producir y no a dejarse llevar por la idea de que el dinero y la riqueza es un regalo que llega sin hacer nada.

Por último, habló de la ley politizada, que no es otra cosa que la burocracia, el amiguismo, el contacto. “Hay un autor que me gusta mucho, Bastiat… Si viviera hoy le pediría matrimonio”, dijo, sacando risas entre todos los presentes. “El decía que la ley no tiene por misión regir nuestras vidas. La ley está para impedir que los actos de unos atropellen los derechos de los otros”.