Cómo se reinventa el voluntariado corporativo en tiempos de pandemia

02 DE MARZO DEL 2018 TEMATICA DE GENTE CAMINANDO POR FUERA DE EDIFICIOS DE OFICINAL SANTIAGO, CHILE FOTO: LUIS SEVILLA FAJARDO PEATONES - TRANSEUNTES - BARRIO FINANCIERO - HABLANDO POR CELULAR - SANTIAGO

En reemplazo o complemento de la donación directa de dinero o insumos, el sector privado busca ayudar a comunidades u organizaciones sociales ofreciendo el conocimiento y mano de obras de sus propios trabajadores. Hoy, pese a la crisis sanitaria, siguen este tipo de iniciativas y se espera que a futuro aumenten.


Pese a las restricciones de la emergencia sanitaria, el denominado voluntariado corporativo trata de seguir funcionando. Tanto empresas como sus colaboradores buscan las fórmulas para darle continuidad a los apoyos que ya se estaban realizando a personas, comunidades, entidades y sectores vulnerables antes de la llegada del coronavirus.

Sin embargo, toda la planificación de proyectos y capacitaciones que fueron pensadas para forjar relaciones entre las empresas y comunidades quedó en el papel, ya que en el mediano y largo plazo se ve difícil que grupos de personas se puedan volver a reunir.

Por ejemplo, desde Fundación Trascender -entidad que promueve esta práctica entre empresas- tuvieron que adoptar todas sus capacitaciones de manera online, lo que ha significado un retraso de sus actividades pensadas para principios de 2020. “Los primeros llamados a las empresas fueron bien temerosos, pero la respuesta sobre si continuaban con sus proyectos fue súper positiva. Nos han dicho que se mantiene el compromiso con las comunidades, pero que no saben cómo llevarlo a cabo,”, dice el director ejecutivo de la fundación, Vicente Gerlach.

Fundación Trascender trabaja con 10 empresas, apoya a cerca de 200 organizaciones sociales y cuenta con cerca de 120 voluntarios.

Por su parte, United Way Chile también tuvo que modificar su trabajo, el que busca mejorar las oportunidades laborales, de continuidad de estudio, mejoramiento de espacios y fortalecimiento de vínculos familiares, entre otras formas de ayuda a comunidades escolares de menos recursos. En esa línea, el paso a la tecnología también ha significado campañas para que todos tengan un dispositivo electrónico y no quede nadie marginado.

En esa línea, esta organización, que en 2019 fue en ayuda de unas 5.850 menores de edad personas y movilizó 1.338, tampoco encontró respuestas negativas sobre la continuidad de las empresas que hoy son socias del proyecto. “Más que poner una carga, te libera, porque este es un momento en que todos queremos hacer algo. Y algunos lo están haciendo. Poniendo dinero u ofreciendo ser parte de un impacto a la comunidad”, dice la directora ejecutiva Fundación United Way Chile, Alejandra Fuenzalida.

Además, desde el voluntariado corporativo ven en la capacitación del uso remoto una ayuda que significará dejar atrás las barreras que puedan tener posibles asistentes o expositores a las actividades presenciales, dado las largas distancias que existen en lugares como Santiago.

Como sea, el panorama es optimista. “En estos meses y durante el 2020 quizás no va a crecer tanto en las actividades realizadas, pero sí más personas van a saber que existe esta forma de ayudar. Todo lo que ha pasado desde el estallido social hasta la crisis sanitaria ha hecho que muchas empresas se sensibilicen en este tipo de iniciativas”, dice Gerlach.

Una opinión similar tienen en United Way Chile. “La pobreza de los lugares donde trabajamos va a ser mucho mayor, por lo que la invitación a las empresas es a movilizarse aún más”, dice Fuenzalida.

Una de las empresas que hoy es parte de este tipo de voluntariado es Principal Chile, que está trabajando en un programa piloto para hacer mentorías vocacionales digitales a alumnos de 4° medio, junto la asesoría de Fundación Trascender. “La idea es testear si las nuevas metodologías y plataformas funcionan bien y permiten cumplir los objetivos de la actividad. Y al terminar este piloto, trazaremos los próximos pasos para lo que queda del año”, dice la encargada de sostenibilidad de la empresa, Consuelo Marín.

Financiamiento y Covid

Sobre cómo se financia esta ayuda de las empresas, las organizaciones sin fines de lucro se coordinan con las empresas para ver las distintas características que buscan que sus proyectos tengan en términos de duración, lugar, tipo de actividad y cantidad de colaboradores, entre otros pasos de la planificación.

En esa línea, los recursos pueden ser en los que aporten las empresas socias de este tipo de organizaciones o aquellas que buscan ser parte de un proyecto concreto. Según estimaciones de Fundación Trascender, las iniciativas podrían variar desde los $4 millones hasta los $220 millones más el tiempo que disponen los profesionales de dichas empresas que trabajan como voluntarios.

Por otro lado, las finanzas de United Way Chile hoy dicen que están en el rango dentro de otras organizaciones sociales que han visto caer sus ingresos cerca de 25%, pero que están “tranquilos”, dado que están postulando a fondos internacionales. Eso sí, proyectan este escenario en caso de que la situación del país no empeore.

Mientras que en Fundación Trascender comentan que en comparación con años anteriores sus finanzas están bien, pero estiman que este año la tendencia al alza a la hora de obtener más recursos se acabará.

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