El débil escenario financiero que enfrenta Cornershop tras ampliación de la investigación de la FNE

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FUNDADORES DE CORNERSHOP. EN LA FOTO, (IZQ - DER) JUAN PABLO CUEVAS, DANIEL UNDURRAGA Y OSKAR HJERTONSSON Foto: Mario Téllez / La Tercera APLICACION - APP - SERVICIOS - SOFTWARE- CREADORES - ENTREVISTA - RETRATO - NEGOCIOS

La compañía no levanta recursos desde 2017 y parte de los US$50 millones que le inyectó Uber, a poco de anunciar la operación entre ambos, se destinó a pagar deuda con Walmart. De no entrar Uber, se prevé que su caja dure máximo un año.


Un panorama complejo enfrenta Cornershop, luego de que a fines de enero la Fiscalía Nacional Económica (FNE) anunciara que la investigación iniciada hace casi dos meses, a raíz de la adquisición de una participación mayoritaria en la empresa chilena por parte de Uber, pasará a la fase II, lo que implica extender el análisis al menos por 90 días más, ya que de haber mitigaciones, tal período se suspende hasta evaluar las medidas presentadas.

El 15 de octubre pasado, ambas compañías comunicaron a la FNE el acuerdo, mediante el cual Uber desembolsará US$459 millones por el control de la empresa fundada por Daniel Undurraga, Juan Pablo Cuevas y Oskar Hjertonsson.

Pero los riesgos para la libre competencia descritos por la FNE en su presentación preocupan, y los plazos que podría tomar el análisis desafían a Cornershop. Es que entre la fase I y la fase II la investigación podría demorar hasta un año, período en el que la startup local no puede seguir creciendo. Y de caerse el acuerdo, los efectos financieros serían muy complejos, señalan fuentes al tanto de la situación de la compañía.

Consultados respecto de la decisión de la FNE, desde Cornershop solo señalaron que "continuaremos cooperando con las autoridades y respondiendo a las preguntas que puedan tener durante el proceso". Pero hoy las finanzas no los acompañan, aseguran las fuentes consultadas.

La caja

Entre 2016 y 2017 la compañía concretó dos rondas de financiamiento en las que participaron los fondos Allvp y Accel Partners, en las que recaudó alrededor de US$28 millones. Los recursos le permitieron concretar sus planes de expansión, pero desde entonces no han vuelto a levantar capital.

Hasta el anuncio de Uber, los chilenos continuaron expandiéndose gracias a los préstamos que Walmart les otorgó, esto tras anunciar en septiembre de 2018 un acuerdo de adquisición por US$225 millones con el retailer norteamericano. Pero, tras el fracaso de dicha operación en junio de 2019, producto de la negativa del organismo antimonopolios de México, Cornershop debió devolver varios millones de dólares a Walmart. Además, la alianza con la operación mexicana de la cadena terminó en septiembre del año pasado. Hoy, la aplicación de Walmart está en Cornershop México, pero se cobra un recargo de 10% en la compra, ya que no reciben una comisión de parte del supermercado.

En octubre del año pasado vino un nuevo salvavidas. La empresa chilena comunicó el acuerdo con Uber, pero a principios de noviembre la norteamericana detalló al regulador de EEUU que ya le había inyectado US$50 millones a la aplicación; parte de esos recursos se destinaron a pagar los préstamos con Walmart. Y con el remanente, Cornershop sigue financiando sus planes de crecimiento y su operación diaria, pero la extensión de la investigación de la FNE podría generarle dificultades financieras. La compañía pierde varios millones de dólares mensuales, por lo que el retraso en la compra, demora a la vez un nuevo aumento de capital que forma parte del acuerdo por US$459 millones. En este escenario, advierten las fuentes, se podría agotar en 12 meses el remanente de los US$50 millones ya aportados. Es decir, en un año se les acabaría la caja.

Una forma de subsanar el déficit sería ajustar el modelo actual e incrementar sus comisiones, o declinar su plan de expansión. Actualmente, la compañía opera en 6 países, pero no pueden abrir otros mientras el trato no se apruebe.

Factor Walmart

El auge de las aplicaciones de delivery ha generado una reacción de parte de las grandes cadenas, en tanto los inversionistas siguen inyectando capital.

En 2019, la colombiana Rappi levantó US$1.000 millones para acelerar el crecimiento en la región y agregar servicios adicionales, mientras que en agosto Walmart Chile anunció una inversión de US$100 millones en tecnología, esto tras la caída del acuerdo con Cornershop. Por su parte, Tottus espera lanzar el primer trimestre de este año una solución de delivery rápido a través de una aplicación. Sin embargo, ninguna parece haber tenido efecto en el mercado.

El 20 de enero pasado, la FNE explicó a las partes-Carolina Bawlitza y Macarena Alliende, en representación de Uber, y Jorge Timmermann y Matías Zegers, en representación de Cornershop-, los riesgos asociados a la operación.

En la presentación, la fiscalía describió entre ellos la posible eliminación de un competidor potencial en el mercado de supermercados y la eventual disminución de los incentivos a innovar en mercados afines.

Dijo, además, que la entrada de Rappi y Pedidos Ya reordenó las participaciones durante el año pasado en el servicio de intermediación a "otras tiendas", pero que estas mismas plataformas ya ingresaron al segmento "supermercados", sin que se aprecie la entrada próxima de otros actores.

Si en el segmento de ventas online de supermercados a nivel nacional, Cornershop concentraba entre el 50% y 60% de mercado en 2018, ese rango aumentó a 70-80% en 2019.

Sin embargo, las ventas online de los supermercados son una fracción mínima de los retornos totales, y éstos pueden retirarse de la aplicación.

A esto se suma lo ocurrido en Chile, donde la expansión de la empresa también se habría visto afectada producto de la crisis social. Y Walmart, que pesa más de un 50% para Cornershop en el país, también tiene la libertad de romper el acuerdo en cualquier momento.

Contactados en Walmart, se limitaron a decir que siguen en la plataforma en Chile.

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