Un gigante emergente de los data centers pone la mira en Puente Alto
La estadounidense Tecfusions y un grupo chileno pretenden construir el mayor parque de este tipo en el país, partir con 20 MW y una inversión de US$260 millones, la que irá creciendo con la demanda hasta completar la capacidad de los 100 MW en un terreno de 16 hectáreas. La firma norteamericana se reunió con las ministras de Medio Ambiente, Maisa Rojas, y de Ciencias y Tecnología, Aisén Etcheverry.

Otro data center mira hacia Puente Alto. La comuna ubicada en el sector suroriente de Santiago comienza a perfilarse como un destino privilegiado de los campos de almacenamiento digital, en Chile. La firma estadounidense Tecfusions y los chilenos del grupo Baeza anunciaron la construcción de un campus de data centers de una capacidad de hasta 100 megavatios (MW) en un terreno de 16 hectáreas en la zona.
Hace una semana, ambas partes se asociaron para el desarrollo del proyecto que partirá con 20 MW y una inversión de US$260 millones. “Estimamos US$13 millones por MW. En Puente Alto, estamos comenzando con 20 MW, pero planeamos aumentar a 100 MW”, explicitó la firma a Pulso. Con ello, la inversión total superaría los US$1.000 millones.
Esta es la primera inversión en Chile de Tecfusions, uno de los actores más dinámicos en el mercado de los data centers en Estados Unidos, con instalaciones en Virginia, Pensilvania, Arizona y Texas. La firma fue fundada por Simon Tusha (52), un empresario que partió con este negocio en AOL; trabajó para Google y después entró al mundo de los semiconductores. Hoy, Tecfusions tiene más de 30 instalaciones en Estados Unidos, Europa, África y, ahora Chile, según destacan en su web. Tusha además es un reconocido conservacionista marino.
Sitios especializados consideran a TecFusions uno de los actores emergentes relevantes en la fiebre inversora del sector de los datos, donde se evidencia una carrera por asegurar energía, tierras y conectividad para construir instalaciones para la industria digital, especialmente para atender la enorme demanda generada por la inteligencia artificial. Para hacerse una idea: hace 10 años en toda América Latina los pocos data centers que sumaban una capacidad total de 24 megavatios.

El 7 de mayo, Tecfusions y los chilenos, encabezados por Eduardo Baeza (gerente general del grupo dedicado a la construcción y la explotación de áridos), firmaron el acuerdo de asociación que dará origen a una empresa conjunta que se encargará de desarrollar todo el proyecto. Las tierras son de los chilenos, quienes las aportaron para el negocio. Los norteamericanos pondrán el know-how. No fue posible conocer el monto del acuerdo, ni las condiciones de la transacción o las participaciones en la futura compañía.
“La expansión a Chile marca un hito significativo en nuestra estrategia de crecimiento global y subraya el compromiso de Tecfusions de propiciar la transformación digital donde más se necesita la innovación”, escribió el fundador y también CTO de Tecfusions en un comunicado en la web de la firma.
Nuevo destino
Según Tecfusions, una vez que comience su construcción, el proyecto será el campus de centros de datos más grande en desarrollo en la Región Metropolitana: los 100 MW equivalen a casi toda la oferta total de almacenamiento digital de este tipo que hoy día existe en la capital de Chile.
“Desde la presentación y tramitación del Estudio de Impacto Ambiental hasta la aprobación de los permisos de construcción, el cronograma es de 18 a 20 meses”, prevén sobre el inicio de las obras.
Según datos del Reporte Global del Mercado de Data Center de la consultora GPS Global Property Solutions, al cierre de 2024 los 43 centros que hay en la Región Metropolitana cuentan con una capacidad instalada de 173 MW.
Este nuevo proyecto consolidaría a Puente Alto como uno de los “nuevos” territorios de la industria de los data centers, una zona casi inexplorada según GPS Property, ya que la expansión se ha concentrado principalmente en las comunas de la zona norte de la capital, como Quilicura, donde está el data center más grande de América Latina (Google), Colina y Huechuraba, especialmente.
Según sostuvo Tecfusions, el proyecto dará empleo directo a entre 500 y 1.500 personas “durante el peak de construcción, incluyendo ingenieros, electricistas y técnicos”, y una vez operativo, entre 200 y 500 personas a tiempo completo, sumando especialistas en TI, ingenieros de red y gerentes de instalaciones.
La firma también subrayó el aporte que tendrá la iniciativa en las cadenas locales de comercio y servicios, tanto para la compra de materiales, como logística, seguridad, catering y otras necesidades.
Desafíos regulatorios
En Tecfusions están conscientes de que construir un centro de datos en Chile conlleva varios “desafíos regulatorios, ambientales y logísticos, como ocurre en otros países”, advierten.
Según la firma, los principales riesgos y desafíos son “los permisos, las preocupaciones ambientales, el uso del agua, el consumo de energía, la conectividad y la comunidad”, por lo que planean un desembarco de la mano con los habitantes de la zona. “Crearemos entidades para trabajar con las familias de Puente Alto para ver cómo podemos ayudarlas a tener una mejor calidad de vida”, sostuvieron.
“Hemos aprendido de otros en el área y estamos aplicando nuestro propio conocimiento. Hemos tomado en consideración la importancia de trabajar de la mano con transparencia con las comunidades”, añadieron. La referencia podría aludir a Amazon, que tuvo un proyecto de data center en Puente Alto, pero fue rechazado por las autoridades ambientales. Amazon se trasladó entonces a Huechuraba.
El proyecto considera minimizar el consumo de agua para enfriar las instalaciones y reutilizar la producción de calor para hospitales o escuelas locales, entre otras medidas. Ya se han reunido con EEPA, la compañía eléctrica de Puente Alto para conocer la disponibilidad de energía; así como con Lipiandes, para asegurar el suministro de gas que requerirán las instalaciones.

Las dos ministras
Según el cronograma del proyecto, considerado de “alta densidad” por su tamaño, la primera fase del parque de data center estaría operativa un año después de la colocación de la primera piedra, es decir entre 2027 y 2028, si se considera el tiempo de la evaluación ambiental. La firma en todo caso, no se casa con fechas.
A fin de asegurar la viabilidad del proyecto y conocer cómo encajaba en las políticas e incentivos gubernamentales, Tecfusions se reunió en enero de 2025 con las ministras de Medio Ambiente, Maisa Rojas, y la de Ciencia y Tecnología y vocera (s), Aisén Etcheverry.
En el sitio de la Ley de Lobby de ambas autoridades se registra una cita presencial de una hora de las dos secretarias de Estado, que comenzó a las 11.30 del 27 de enero en las dependencias del Ministerio del Medio Ambiente. “Por especial encargo de la ministra Etcheverry, asistió Ignacio Silva, jefe de división de Tecnologías Emergentes, del Ministerio de Ciencia y Tecnología”, ponen en el detalle.

Según Tecfusions, las autoridades enfatizaron la importancia del desarrollo sostenible en la creciente industria de centros de datos del país, enmarcadas en el Plan Nacional de Data Centers, una estrategia del Gabinete Pro Crecimiento y Empleo lanzada en diciembre de 2024 y que busca convertir a Chile en un referente en infraestructura digital.
La firma, que estuvo representada por Óscar González, director de mercados Latam de Tecfusions, se comprometió a cumplir con los objetivos de sostenibilidad del programa, que serán monitoreados y evaluados de forma continua.
Cuando a fines del año pasado, el gobierno chileno anunció el Plan Nacional de Data Centers, fijó en 30 el número de centros de datos comenzarán sus operaciones en 2028. De esos, hoy 14 ya están en etapas iniciales -con una inversión US$1.220 millones-, mientras que otros 16 están en ejecución con desembolsos que suman US$2.910 millones. A esa cuenta hay que agregar ahora los potenciales US$1.300 millones de Tecfusions y los Baeza en Puente Alto.
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