El gigante de alimentación Kraft Heinz simplemente se desplomó. La acción cayó 27,46% después de que anunciara proyecciones para 2019 por debajo de las expectativas del mercado, e hiciera pública una investigación iniciada por la SEC (regulador bursátil de EEUU) sobre su contabilidad.

Además, la compañía anunció saneamientos del fondo de comercio por US$ 15.400 millones, con lo que asume una reducción del valor de sus marcas, entre ellas Kraft y Oscar Mayer.

El derrumbe de la acción implicó que la compañía perdiera US$16.133 millones de valor de mercado. Y, además, implicó que la inversión de Berkshire Hathaway, fondo de inversión comandado por Warren Buffett, sufriera una pérdida de valor de US$2.800 millones.

La empresa llevará a cabo saneamientos millonarios en su fondo de comercio, relacionado con su negocio de refrigerados en EEUU y Canadá y también de ciertas marcas. Este fuerte ajuste de activos intangibles y de sus marcas, y supone valorar los activos por debajo de la referencia a fecha de la fusión, en 2015.

Este saneamiento ha llevado al grupo a cerrar el último trimestre de US$ 12.600 millones. En términos ajustados, la compañía anunció un beneficio por acción de 84 centavos de dólar, por debajo de los 94 esperados.

La empresa ha revelado, además, que en octubre recibió un requerimiento para una investigación por parte de la SEC relacionada con su contabilidad, procedimientos y controles internos.

Kraft dijo que en 2019 espera lograr un Ebitda de entre US$6.300 millones y US$6.500 millones, por debajo de las estimaciones de los analistas que lo situaban en torno a US$7.470 millones, según datos de Reuters. La empresa también recortó en 36% la previsión de dividendo hasta situarlo en 40 centavos por acción, desde la anterior estimación de 63 centavos.