La estrecha disputa entre el efectivo y el débito: el primero se recupera como preferencia luego de la pandemia y casi alcanza a las tarjetas

Billetes.

De acuerdo al Banco Central, las tarjetas de débito mantienen un crecimiento sostenido en los últimos años, y sigue siendo el medio principal de pago.


Luego de alcanzar su mínimo en el 2021 con la pandemia, el efectivo retomó las preferencias de uso en Chile (42,5%), quedando a punto de alcanzar a las tarjetas de débito que cayeron en el último año, sin embargo, se mantienen levemente superiores (42,95%). Esto, según los resultados de la Encuesta Nacional de Uso de Preferencias del Efectivo (Enupe) 2022 del Banco Central de Chile (BC).

De la misma forma, el uso de las tarjetas de débito sigue creciendo, alcanzado un 83% en el 2022, versus un 79% de efectivo. La encuesta muestra también que la tenencia de tarjetas de débito supera la de efectivo con un 87% y 84% respectivamente.

Las tarjetas de débito se mantienen con un alto crecimiento en los últimos años y se mantiene como el medio de pago principal en el 2022. El rubro en el que se utiliza con mayor fuerza es el retail y las estaciones de combustibles.

Por otro lado, el efectivo se mantiene predominante en ferias y transporte público, sobre todo en regiones. Sin embargo, el escenario en Santiago no es completamente distinto. En la capital, las preferencias se centran en la tarjeta BIP (38,4%), efectivo (37,8%) y el débito en último lugar con un 9,9%.

En el comercio minorista el efectivo ha recuperado terreno, alcanzando un 45,9%, y se acerca a las tarjetas de débito que son preferidas por el 50,2% de los encuestados.

Diferencias demográficas

Así mismo, el informe muestra que las tarjetas de débito son preferidas por los jóvenes, por quienes tienen un nivel socio económico alto y por personas que viven en Santiago o la zona sur del país. El efectivo, por su parte, es el medio de pago preferido por la población mayor de 60 años, los sectores de nivel socioeconómico bajo, y por quienes viven en regiones, exceptuando el sur.

Además, se evidencia un mayor uso de efectivo por parte de las mujeres para realizar compras asociadas a labores de cuidado y administración del hogar. Esto, debido a que “las mujeres son las que mayoritariamente realizan y planifican la compra básica para el hogar” señalaron desde el BC.

Según los montos a pagar, las dinámicas de preferencias varían. Desde el BC apuntaron a que en los años de pandemia la preferencia del efectivo se mantenía para valores inferiores a los $5.000, pero en el 2022, el rango aumenta a los $10 mil.

A mayor gasto, disminuye la preferencia de efectivo, y aumenta la de tarjetas de crédito. A partir de los pagos superiores a los $10 mil, las preferencias son lideradas por las tarjetas de débito. Alcanza su máximo en montos entre los $30 mil y $50 mil, y cae levemente en valores superiores.

En todos los montos hay una disminución en la preferencia en la tarjeta de débito con respecto a la pandemia de entre 5 y 20 puntos porcentuales.

Desde la entidad destacaron también que los cajeros automáticos siguen siendo relevantes en la provisión del dinero en efectivo, con el 79,7% de las preferencias, seguido de los giros en Cajas Vecinas (46,4%), y el cambio de sencillo en comercio con un 27,2%.

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