La inflación de la eurozona vuelve a batir récords y marca un nuevo máximo histórico

La inflación en las naciones de Europa que usan el euro alcanza el doble dígito en momentos en que se disparan los precios de la electricidad y el gas natural, indicativo de una inminente recesión invernal para una de las principales economías del mundo mientras los costos más elevados socavan el poder de consumo de la población.


La tasa de inflación interanual de la eurozona se ha situado este mes de septiembre en el 10%, lo que marca un nuevo récord histórico y supone una aceleración de nueve décimas respecto a la registrada en agosto, según los datos preliminares publicados este viernes por Eurostat, la oficina comunitaria de estadística.

Hace apenas un año la inflación era del 3,4% y los aumentos de precios se encuentran en su nivel más alto desde que se empezó a llevar los registros del euro en 1997.

En septiembre se ha producido una subida generalizada de los precios, por lo que el incremento no es atribuible a una sola figura. Los precios de la energía, todavía los principales impulsores de la tasa, crecieron un 40,8% en el noveno mes del año, frente al alza del 38,6% observada en agosto.

Sin embargo, los alimentos, el alcohol y el tabaco elevaron sus precios un 11,8%, lo que supone una aceleración de 1,2 puntos frente al encarecimiento de precios del mes anterior. Los servicios registraron una inflación del 4,3%, cinco décimas más; mientras que los bienes industriales no energéticos se aceleraron cinco décimas, hasta el 5,6%.

La inflación se ha visto impulsada por los constantes recortes en los suministros de gas natural de Rusia y los cuellos de botella en la obtención de suministros de materia prima y refacciones en momentos en que la economía global sale de la pandemia de COVID-19. Los recortes rusos han disparado los precios del gas al grado en que los negocios que emplean gran energía, como los de fertilizantes y el acero, aseguran que no pueden obtener ganancias de sus productos.

Los precios más altos del gas se traducen en cuentas más altas de calefacción y costos más elevados de luz debido a que el gas natural se usa para generar electricidad, calentar hogares y poner fábricas en marcha.

Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro se ha situado en septiembre en el 6,4%, frente al 5,8% del mes anterior, mientras que al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente ha escalado a un récord del 4,8%, cinco décimas más que en agosto.

En el mes de septiembre, diez de los diecinueve países de la zona euro registraron tasas de inflación de doble dígito, con las mayores subidas de precios en Estonia (24,2%), Lituania (22,5%) y Letonia (22,4%), mientras que los incrementos de menos intensidad se observaron en Francia (6,2%), Malta (7,3%) y Finlandia (8,4%).

En el caso de España, la tasa de inflación armonizada se ha situado en septiembre en el 9,3%, frente al 10,5% de agosto, por lo que el país ha logrado un diferencial de precios favorable respecto a la eurozona de siete décimas.

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos de interés en 50 puntos básicos en julio y en 75 puntos en septiembre. Esta semana, varios miembros del organismo se posicionaron a favor de una nueva subida del precio del dinero de 75 puntos para su reunión de octubre.

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